La mentira tiene las patas muy cortas

El pasado 7 de abril la Comisión de la Mujer del Sindicato de Inquilinas de Gran Canaria hacía público un comunicado alertando de la existencia de un agresor en Gran Canaria incrustado en los movimientos sociales y que usaba estos para acceder a mujeres económicamente vulnerables. El comunicado era de suma importancia, para todas nosotras, pues narraba uno de los casos de agresión, expuesto de forma directa por la propia agredida; además hacía un llamamiento a otras afectadas para unirse y coordinarse, o al menos para que se sintieran arropadas; nos avisaba también, al resto de colectivos, de la posibilidad de que deambulara por nuestros espacios para seguir reproduciendo el patrón en búsqueda de su “perfil de víctima”; y por último se lamentaba de que las estructuras de la CGT, avisadas a distintos niveles desde enero, no lo echara, aunque fuera cautelarmente, de sus filas y le dejara seguir atendiendo a compañeras e incluso le diera responsabilidades el 8M. Al Secretariado Permanente de CGT no le ha interesado nada de lo anteriormente expuesto, ni la agresión, ni las agredidas, ni el aviso, ni sus errores a la hora de gestionar el asunto; sólo le ha preocupado ser señalado, como si eso, verdaderamente, fuera lo importante en estas circunstancias.

El SP tenía dos opciones: mentir, negarlo todo y atacar; o reconocer los propios fallos con honestidad y adoptar urgentemente las medidas oportunas. Ha hecho lo primero, a través de una circular interna, y ha tratado de intoxicar a su afiliación mintiendo sobre la relación de hechos. El Sindicato de Inquilinas de Gran Canaria no va a meterse en una guerra de comunicados y contracomunicados. Conocemos a las compas y ese no es su estilo. Nosotras tampoco lo pretendemos, pero tenemos la obligación de desmentir varías de las afirmaciones que el SP de CGT le ha hecho a sus propias compañeras.

Lo grave del asunto es que no se han desmentido las cosas verdaderamente sangrantes: que miembros de la CGT ya conocían otras agresiones cometidas por la misma persona a otras afiliadas antes de que las compas del SIGC les alertaran y que se les informó de la agresión que el SIGC denuncia en su comunicado desde enero. Nada de eso es desmentido. Se desmienten otras cosas, y se desmienten con mentiras…

1º “Apaga no depende de CGT”: Falso. Toda actividad hecha por el primer colectivo es reivindicada conjuntamente por “Apaga y CGT”, desde repartir una cuna a una mujer sin recursos a pegar un cartel. No es nada que nos inventemos nosotras, así lo publicitan en Facebook ellos mismos. Nos interesan poco las cuestiones internas, pero que el vínculo va mucho más allá de “prestarles el local” es evidente.

2º “El agresor no organizaba los actos del 8M”: Falso. Para no tener ninguna responsabilidad ese día hacía permanencia en el local, suyo era uno de los números de contacto para resolver cualquier incidencia y hasta la información oficial, firmada por CGT Las Palmas, para la huelga del 8M, está enviada desde su teléfono móvil. Nada más que añadir.

3º “El SOV de CGT Las Palmas lo había apartado”: Falso. Nos remitimos al anterior párrafo, y de nuevo a su propia cuenta de Facebook. Desde enero hasta finales de marzo se siguen publicando fotos en el local, firmadas por ambas siglas, en las que el agresor se ve en dependencias de CGT repartiendo cunas o asesorando. ¿Se puede “apartar” a alguien y que su número sea uno de los contactos oficiales para la huelga del 8M? ¿Se puede “apartar” a alguien y que haga permanencias físicas en la sede de CGT para atender a cualquier compañera que tuviera problemas el 8M? ¿Se puede “apartar” a alguien y que siga asistiendo al local, asesorando y repartiendo cosas en nombre de CGT? Menuda forma de “apartar”.

4º “La CGT no ampara a un abusador en serie”: Falso. Poco más hace falta añadir leyendo los anteriores párrafos.

El SP de la CGT no se limita a mentir es estos puntos, sino que pasa a cuestionar, entrando plenamente en el terreno de la conspiranoia, que detrás de una denuncia de agresión machista no puede haber una agresión, sino un intento coordinado y bien planeado para destruir a la CGT… Claro, claro. Por eso el SIGC pone la agresión en conocimiento de la CGT en enero, justo pocos días después de enterarse. Es lo que se hace cuando quieres destruir a otro colectivo: lo avisas del problema para que puedan solucionarlo. Por eso las compas del SIGC aguantaron 3 meses, soportando largas. Por eso sólo estallaron cuando comprobaron que las habían estado tomando el pelo, que no sólo no lo habían apartado, sino que las mujeres que tuvieron problemas durante la huelga feminista del 8M podían contactar con su teléfono o acudir al local y encontrarse con él, durante toda la madrugada… Estallaron cuando descubrieron que seguía repartiendo cunas a madres sin recursos, cuando asumieron que cada minuto de silencio ponía en riesgo a otra mujer.

Nada hay en todo esto de “campaña contra la CGT”. Distintos sindicatos de CGT son los que han ayudado al SIGC, colaborando en ocasiones muy estrechamente, a denunciar por redes los distintos intentos de desahucio de las comunidades autogestionadas en Canarias. Decenas de sindicatos de CGT han firmado comunicados contra estos desalojos. Muchos de ellos incluso han donado dinero para ayudar a que sus proyectos comunitarios salieran adelante o para sufragar los gastos judiciales de sus militantes en casos de represión. ¿De qué campaña hablan? Aquí lo que ha pasado es que hay un agresor machista y que la estructura confederal, en vez de expulsarlo cautelarmente, como dicta el sentido común, lo mantiene y le da responsabilidades en eventos feministas y le sigue permitiendo que asesore a mujeres en sus dependencias. No hay más. Si lo hubieran apartado de verdad, o al menos le hubieran quitado el Facebook de las manos, las compas del SIGC jamás se hubieran enterado de que seguía dentro y hoy no habría comunicado. Seguirían esperando a reunirse con el SP cuando viniera a Canarias, tal y como prometieron hace unos meses…

Sobre que el agresor ha denunciado por “difamación”, seguro; era condición sine qua non para mantener intactos sus privilegios y para que pudiera enviarse la circular. Sobre el recorrido que le auguramos a dicha denuncia, sobre a quién ha denunciado (no queremos hacer una porra, pero si apostamos por un nombre estamos convencidas de que ganamos) y sobre el proceso judicial que puede desarrollarse en torno a este asunto preferimos no pronunciarnos por ahora, pues no es plan de darles armas al “malo”. Baste con decir que ya estábamos preparadas.

En definitiva, y después de todo lo expuesto, no nos interesa interpelar al SP de CGT. Queremos hablar con sus afiliadas, con sus militantes de base, con la médula real del sindicato, con las feministas que siguen dentro, con las compañeras que han tirado la toalla y con las que aún no han renunciado. Hacia ustedes sólo tenemos solidaridad y afecto. No las culpamos ni hacemos responsables de lo mal que se ha gestionado este asunto. Sólo les pedimos comprensión y respeto para el valiente acto de las compañeras de la Comisión de la Mujer del Sindicato de Inquilinas de Gran Canaria. Lo fácil hubiera sido seguir esperando, meses, años, hasta que el caso se pudriera en el olvido. Lo fácil hubiera sido callarse y ahorrarse polémicas y descalificaciones. Si picaba mucho la conciencia, lo fácil hubiera sido mandar un mensaje anónimo por redes y correos y limitarse a difundirlo. Pero las compañeras prefirieron poder dormir tranquilas y estar orgullosas todas las mañanas al mirarse al espejo, por eso prefirieron apoyar a su afiliada, secundarla en sus necesidades, y denunciar públicamente sin miedo a las consecuencias. No vamos a juzgar a nadie porque no luche, pero sí pedimos respeto a las que se parten la cara por nosotras, por TODAS. Las compañeras están protegiéndonos a todas, también a quienes las critican…

Las compañeras decían en su comunicado que estallaría la tormenta y tenían razón. Bien, pues nosotras bailaremos con ellas bajo la lluvia.

FAGC

Hemos tapado las caras por cuenta propia. La publicación está en Facebook sin pixelado alguno. Como se ve la publicación es del 18 de marzo (recordamos que en enero el SIGC da la voz de alerta y pocas semanas después, supuestamente, se le «aparta»), sigue en el local, atendiendo mujeres y todo en nombre de esas dos organizaciones que «nada tienen que ver» que son CGT y «Apaga».