ACTUALIZACIÓN: Como sospechábamos, por lo impropio de la hora (15:30), hoy no se efectuó el desahucio. Todo ha sido una estratagema de la inmobiliaria (Conjucan Obras S.L., la propietaria del inmueble) para que la familia abandonara la vivienda “voluntariamente”. Sin embargo, el lanzamiento del inmueble (desahucio) se hacía efectivo el 28 de enero, dejándole a la familia (según le aseguró a la misma el procurador de la inmobiliaria) dos días de margen para sacar sus enseres personales. Esto supone que el desahucio con presencia policial puede producirse incluso mañana mismo (en cuanto lo sepamos lo haremos público y daremos toda la difusión posible por todos los medios a nuestro alcance). Este es un atropello que debemos evitar a cualquier costa.
Estamos hablando de una situación de emergencia: madre soltera, inmigrante, víctima de malos tratos, sin empleo y con una hija adolescente. Estamos hablando de que por una deuda de 3.600 euros piensan desahuciarlas de un inmueble que les fue alquilado lleno de humedades y desperfectos (como reconoció en nuestra presencia el propio propietario de la inmobiliaria) y que en su momento estuvo repleto de cucarachas y basura hasta que madre e hija lo limpiaron y habilitaron. Estamos hablando de un abuso constante, por parte de la inmobiliaria, que, aprovechándose de la desesperación de dicha familia, ha cambiado constantemente las condiciones del arrendamiento (quitando del precio del alquiler, por ejemplo, el coste del agua y la luz, cuando en un principio estaban incluidos). Estamos hablando del persistente avasallamiento al que los poderosos y adinerados tienen sometido a los que menos tienen, valiéndose de una ley que “atrapa a las moscas y deja pasar a los pájaros”, que se muestra inflexible y rígida con los desposeídos y frágil y maleable con los grandes propietarios.
Desde el Grupo de Respuesta Inmediata Contra los Desahucios hacemos saber que no vamos a permitir que tamaña injusticia se cometa impunemente. Hacemos un llamamiento a todos los colectivos, plataformas e individuos preocupados por la problemática de la vivienda, a todos aquellos y aquellas que están hartas de soportar arbitrariedades y mangoneos, a todas las personas a las que su conciencia les aguijonea para que se muevan, a estar preparados para paralizar, cuando sea menester, el DESAHUCIO que en breve se ejecutará en el número 119 (apartamento 22) de la calle La Naval.
Contra los Desahucios: ¡RESISTENCIA POPULAR!
Noticia Inicial: Sabemos que no hay tiempo para organizar prácticamente nada, pero gracias a lxs compañerxs de El Palomar (HSOA) nos acabamos de enterar (hace escasos segundos) de que va a producirse (hoy día 30 de enero) un desahucio a las 15:30 (dentro de pocos minutos) en la calle La Naval, n°119 apartamento 22. Las personas afectadas ya van a recibir cobijo (los propios compañerxs de El Palomar les ofrecen una de sus habitaciones libres [su renovada idea es retomar el espíritu que gestó el proyecto inicial y dedicar el inmueble principalmente a la acogida de familias desahuciadas] y a su vez el Grupo de Respuesta Inmediata [FAGC] ofrece igualmente tres de los inmuebles que actualmente tiene liberados), pero la idea es personarnos, cuantos más podamos mejor, para, aunque sea, mostrar nuestro apoyo a los afectados. Teniendo en cuenta que las plataformas dedicadas a la problemática de la vivienda rechazan por sistema implicarse en cualquier desahucio que no sea hipotecario, queremos recordar que esta familia va a ser desahuciada por el impago de un alquiler que ha sido estipulado por una inmobiliaria (desconocemos si en representación de un tercero). Sea como sea, recalcamos que mientras el rentista privado no sea una persona tan depauperada y tan necesitada del dinero del alquiler como la propia familia desahuciada, parar el desahucio de una persona que no puede pagar 900 euros de hipoteca no es menos justo ni urgente que parar el de una persona que, viéndose hostigada por un gran rentista sin escrúpulos (multipropietario) ni siquiera puede pagar 300 euros de alquiler.
En conclusión: No hay excusas.
¡Todos y Todas a La Naval!