Chus y Xavi dan por finalizada su Huelga de Hambre

Este jueves 30 de agosto la compañera Chus Vila y el compañero Xavi Omaña han decidido suspender su huelga de hambre debido a los objetivos que han alcanzado –como la concesión de un local– (sin intervención política de ninguna especie) y a los numerosos proyectos que han surgido durante su huelga de hambre y que desean, una vez recuperados, emprender.

Sinceramente, nos alegramos por el bienestar de lxs compañerxs y les enviamos desde aquí todo nuestro apoyo por su acertada decisión. Nos alegramos de verdad.

Es un acto muy honroso estar dispuesto a sacrificar la propia vida luchando por lo que uno cree, pero “morir por las ideas” (como en la irónica canción de Georges Brassens) puede ser innecesario cuando es el propio Sistema el que está dispuesto a matarte por ellas. En una coyuntura en la que el propio organigrama social es el que nos mata de hambre, habría que plantearse si ponérselo fácil, ahorrarles crímenes y hacerles el trabajo sucio esquilmándonos a nosotros mismos es una buena alternativa de lucha… Habría que replanteárselo. En los casos de necesidad extrema, que se producirán y reproducirán, hay que ir asimilando la opción de la expropiación. Si falta techo: okuparlo; si falta comida: tomarla. Pero claro, para hacer esto hace falta número, y es lógico que los individuos aislados, o con pocos apoyos, no vean otra forma de echarle un pulso al sistema que la huelga de hambre. Además, y como perfectamente ha explicado Chus Vila a través de sus declaraciones y comunicados, ya que uno se va a morir de hambre igualmente, mejor evidenciarlo, hacerlo público y transformarlo de acto silencioso en contestario. Apoyaremos, por tanto, a toda persona acuciada por la necesidad que opte por la vía de la huelga de hambre como último recurso reivindicativo, pero a la mayoría de compañerxs de la FAGC nos causa problemas de conciencia saber que estamos apoyando a alguien a que muera o a que quede gravemente mermado (cuando serían los de arriba los que deberían sentirse amenazados). En definitiva, somos más peligrosos vivos que muertos, intentemos, por tanto, y por difícil que nos lo pongan, mantenernos vivos y seguir siendo peligrosos. Ahora que se ha reconsiderado esta táctica, creemos que es el momento de hacer pública esta reflexión.
Gracias a Chus y Xavi por su valiente decisión y por su ejemplificante lección de lucha. Creo que nadie discrepará en que han tomado la decisión correcta. Y los que se sientan “tristes” y “decepcionados” porque preferían verlos morir, que vayan dando ejemplo y empiecen a tirarse ellos mismos por el Puente de Silva (o por aquel que sea más alto en su respectiva isla, municipio o provincia).

Un miembro de la FAGC a título individual, que ha intentado recoger el sentir de sus compañerxs.
 

Entrevista de Alasbarricadas.org a la FAGC

 
 
 

           – ¿Cómo surge la Federación de Anarquistas de Gran Canaria?

Surge de la confluencia de los intereses y las inquietudes de un grupo de gente que coincidieron en un mismo momento y un mismo lugar: el 15-M. La mayoría de nosotros llevaba ya bastante militancia a las espaldas (unos en CNT, otros en grupos de afinidad específicos, movimiento anti-militarista, etc.), pero fue en “la plaza” donde todos aquellos que creíamos que éramos los únicos en la isla nos dimos cuenta de que nos equivocábamos y empezamos a relacionarnos. Al principio, éramos simplemente un grupo que nos reuníamos por afinidad; después vimos la necesidad de empezar a actuar de forma coordinada y autónoma, ajena al 15-M (una de las premisas del grupo [por entonces nos llamaban “el bloque negro”] fue que en las asambleas de “el bloque” no se hablaba del 15-M, para no caer en manipulaciones ni dirigismos). Cuando se empezó a sumar gente de otros municipios, en grupos más o menos estables (desde formaciones espontáneas a organizaciones históricas), fue cuando se consideró oportuno la creación de una Federación. De ahí proviene la actual FAGC.
            – ¿Al ser una «federación de anarquistas» y no una «federación anarquista» se trata de una federación de individualidades? ¿Cuál es el proyecto detrás de la FAGC?
En realidad lo de “federación de anarquistas” en vez de “federación anarquista” surgió de forma más bien circunstancial. Es cierto que nuestra idea primera era dar a entender que se buscaba la participación de la mayoría de anarquistas, que en la isla permanecían mayoritariamente aislados. Sin embargo, cuando la gente hablaba (incluyendo algún medio burgués) de una u otra forma, no le dábamos demasiada importancia. Hoy día nosotros mismos usamos ambas formas, porque en el fondo nos resulta irrelevante.
En cuanto a cuál es el proyecto que hay detrás de la FAGC, es el mismo que el que hay delante: buscar la máxima coordinación de grupos e individualidades anarquistas a fin de poner en marcha proyectos, acciones y campañas de difusión que acerquen el mensaje anarquista a sus receptores naturales: los oprimidos.
Nuestro fin inmediato es el mismo que nuestro fin último, no importa el volumen de trabajo que haya entre ambos. Nuestro proyecto se llama Anarquía, y como estamos convencidos de que los medios no pueden diferir de los fines, intentamos construir el camino hacia ella tal y como recomendaba Bakunin: realizando en el presente los actos que se consideran propios del futuro.

             – ¿Tiene arraigo en toda la isla o es un proyecto más de Las Palmas?
Aunque en Las Palmas se concentra el mayor número de militantes, también hay militancia en Telde (la otra gran ciudad, en número de habitantes, de la isla), en el sur y ahora empieza también a haberla en el norte.
 
            – Ahora parece que la gente libertaria vuelve a hablar de organización. ¿Hay alguna iniciativa para coordinar o federar anarquistas de todas las islas?
La verdad es que ésa es nuestra intención. Ya uno de nuestros compañeros lanzó un escrito para intentar ir calentando el debate a ese respecto (“Por un objetivo común: Entente y Estrategia. Sobre la necesidad de coordinarse en el Movimiento Libertario”). Teniendo en cuenta que la situación ya empieza a estar madura y que hay núcleos anarquistas importantes (o de relativa importancia) en Tenerife, Lanzarote y Fuerteventura (y seguramente también tiene que haber actividad, desconocida por nosotros, en el resto de islas occidentales), queremos empezar a dar los primeros pasos para ir tendiendo los puentes de un encuentro inter-insular. Las II Jornadas Anarquistas que vamos a celebrar del 12 al 16 de septiembre pueden ser la excusa perfecta para  que algunos nos veamos las caras por primera vez y podamos empezar a diseñar la creación de una Federación o Coordinadora a nivel de todo el Archipiélago.
 

En las circunstancias actuales, realizar dicha coordinación no es una cuestión de conveniencia y deseo, sino de pura supervivencia. En septiembre va a empezar una guerra social (podríamos llamarla la batalla de otoño) como no se había visto desde hacía mucho tiempo; quienes no estén preparados serán barridos, y no solamente por la historia y los acontecimientos… Se avecina tormenta, y las fuerzas de la reacción coaligadas con los organismos de control social (que van desde la policía hasta los sindicatos amarillos) se preparan para asestarnos un golpe definitivo antes de que se nos ocurra preparar la ofensiva contra ellos. Quienes para entonces no se hayan pertrechado y organizado(aunque sea al estilo de la “Asociación de Egoístas” de Stirner) tienen que ser conscientes de que sólo se les dedicará, si tienen suerte, el ¡ay de los vencidos!

            – ¿Hay más colectivos libertarios en Gran Canaria? ¿Cuál es vuestra relación con ellos?
Hay dos o tres, que tengamos constancia. Hay un Centro Social Okupado, está el núcleo confederal de la CNT y algún que otro grupo autónomo. Por su parte, aunque la CGT no hace en la isla difusión de corte libertario, tenemos constancia de que algún que otro compañero ácrata está afiliado. En cuanto a nuestra relación: siempre que hemos podido hemos participado con los compañeros y compañeras en actos conjuntos, y la mayoría de ellos han estado relacionados de alguna manera con la FAGC, algunos han contribuido a su desarrollo y otros incluso pertenecen o han pertenecido a ella.
Ciertamente, no todos militamos de la misma manera –lo cual es positivo–, y eso hace que el nivel de participación en determinadas luchas abiertas no sea el mismo (lo hemos visto en los enfrentamientos con la policía del 1º de Mayo, en la jornada de solidaridad con la lucha minera del 18-J o en las movilizaciones del pasado 19 de julio). Pero el camino es largo, y los motivos para confluir demasiado pesados como para rehuirlos.

            – ¿En qué tipo de luchas ha estado implicada la FAGC como tal? ¿y a nivel individual?

Uf, la verdad es que la relación sería larga. Un año nos ha dado para mucho. Pero vamos a intentar hacer un resumen más o menos cronológico: nos hemos implicado, a nivel de acción directa, en el conflicto laboral de la empresa Santana Cazorla;  también en la okupación de casas abandonadas (con la finalidad de proporcionarle techo a personas sin hogar  [incluyendo a los miembros de movimientos sociales desalojados]); hemos iniciado una campaña de desenmascaramiento de los organismos paraestatales de desmovilización social (centrado principalmente en los sindicatos amarillos, pero también en otra clase de organismos –supuestamente sociales–), manteniendo una actitud crítica en todas las movilizaciones y llegando en una de ellas a quitarle la cabecera de la manifestación a los del “sindicato libre”; cuando un atentado patronal se ha cobrado la vida de un trabajador, nos hemos congregado –junto a la CNT– delante de la sede de los asesinos (CEOE, Cámara de Comercio, federaciones de constructores, etc.) y sus cómplices por omisión (CCOO y UGT), arrojando como resultado –al igual que en otras ocasiones– algún altercado; hemos participado en evitar todos aquellos desahucios de los que hemos tenido constancia; iniciamos una campaña de abstención masiva que tuvo buena acogida en la isla; participamos –y seguimos participando– en la liberación y expropiación de espacios agrícolas abandonados, como medio de manumisión de los más depauperados (la idea es destinar la mayoría de lo cosechado a personas y familias sin recursos hasta que ellas mismas puedan aguantar el peso de un sacho); participamos de forma permanente en la difusión de la Idea y la sensibilidad ácrata, sea a través de nuestro programa de radio (Voces Libertarias), de nuestra web, de nuestras Jornadas Anarquistas, de nuestros panfletos, trípticos y cartelería de elaboración propia; hemos mandado al “paro” a algún fascista (posiblemente confidente) infiltrado en los movimientos sociales; con motivo de la navidad iniciamos una campaña de apostasía; hemos constituido piquetes y efectuado numerosos cortes de carretera como objeto de múltiples reivindicaciones; con motivo de la huelga de consumo (enmarcada dentro de la Huelga General del 29 de Marzo) llegamos a “socializar” brevemente una guagua (en esa misma jornada convocamos un Bloque Crítico bastante numeroso); hemos luchado decididamente por redefinir el 1º de Mayo como un día de lucha obrera sin cuartel, a fin de poner un tocón que marque la lucha cotidiana de días venideros (los enfrentamientos con la policía en dicha fecha, en los que posteriormente se implicó la mayoría de manifestantes, demuestran que se está empezando a perder el miedo. De hecho, nadie recuerda que acontecimientos como esos hubieran sucedido antes en la isla); hemos secundado en varias ocasiones (traspasando satisfactoriamente la difícil frontera de convocar en solitario) las llamadas de solidaridad con los mineros (recibiendo duros y constantes ataques policiales); hemos iniciado una campaña anti-represiva y una específica de desprestigio –de “guerra de tinta”– contra los cuerpos de inseguridad del Estado; ahora mismo, junto a la huerta socializada, la radio, la perspectiva de okupaciónurbana, la realización de nuestras II Jornadas Anarquistas, defendernos del constante acoso policial y ver qué más se puede preparar para septiembre, nuestra prioridad es tratar de introducir nuestro mensaje en los barrios “desde dentro”, es decir, movilizar a los que no tenemos nada.  

 

A nivel individual algunos compañeros están muy comprometidos con el mundo laboral, otros con el movimiento estudiantil y sus luchas; los hay que siguen perteneciendo al 15-M, también a Stop Desahucios; como ya dijimos, algunos proceden del movimiento anti-militarista, alguno que otro del ecologista/anti-especista, lo cual marca sus preferencias. Al ser una Federación, cada individuo o grupo es autónomo de desarrollar sus propias dinámicas, y es así como se hace posible que un grupo de compañeros haya estado muy comprometido con una campaña contra Monsanto, mientras que otro, de reciente creación, llamado irónicamente FAGC YOU, se concentra en la labor callejera y en soliviantar los ánimos de los barrios contra las fuerzas represivas.
 
               – ¿Qué estrategia le propone la FAGC al movimiento libertario? ¿Habrá pasos intermedios? ¿Hay un «proyecto de país», un «programa» detrás?
Sentimos decepcionar a los compañeros más etapistas, pero la mayoría de nosotros estamos convencidos de que para propiciar un cambio real debemos aspirar a cambiar (con todo lo que significa este verbo) profundamente la realidad, tal y como para efectuar un movimiento hay que estar dispuestos a moverse.

Para realizar determinados pasos intermedios que acaben perfeccionando el sistema, parcheando sus fugas, haría falta (como explicaba Max Nettlau) “mucho poder” (poder que no queremos) o “mucha fuerza”, y si tuviéramos esta última lo lógico sería aplicarla de una forma muy distinta. Enredarnos en proponer nacionalizaciones o impuestos progresivos, cuando tener la fuerza suficiente para “imponerles” estas cosas a las clases dirigentes significa tenerla también para socializar y barrer sin preámbulos las clases sociales, es como insistir en ser los médicos del matrimonio Estado/Capital cuando deberíamos ser sus sepultureros. Si la solución está a tu alcance: aprovéchala. Si no, crea el camino para llegar a ella, porque pensar que en un marco de economía capitalista se puede evitar la compraventa de armas, la corrupción política (tautología) o se puede inocular ética en la banca, es más ingenuo y “utopista” que instaurar mañana mismo la Anarquía.

Ya lo decía Audre Lorde: “Las herramientas del amo nunca desmontan la casa del amo. Quizá nos permitan obtener una victoria pasajera siguiendo sus reglas del juego, pero nunca nos valdrán para efectuar un auténtico cambio”.
Puede que el “programa de máximos” no tenga muy buena prensa en nuestros medios más “serios”, pero ese programa es al que recurre el pueblo de forma espontánea en cuanto algo se fisura en el status quo. De la Comuna de París a nuestros días no ha dejado de ser así. Cuando en Argentina la economía quebró, la gente recurrió a la socialización de fábricas (sin jefes, con asambleas, etc.). Tanto allí como en Grecia o en el Estado español en la actualidad, la gente ha descubierto una forma de gestión directa de los problemas sociales y económicos ajena al poder: las Asambleas Populares. Lo que nosotros le proponemos a la sociedad es muy básico y ya lo hemos recogido en uno de nuestros textos (“¿Qué alternativa le ofrecemos los Anarquistas a la Sociedad?”): socializar medios de producción y bienes de consumo; garantizar el libre acceso al consumo; gestión directa de los trabajadores de su lugar de trabajo, y de los habitantes de su lugar de residencia; organización de lo sencillo a lo complejo a través de federaciones autónomas y soberanas; autonomía individual; etc. A esto es a lo que aspira una sociedad no tutelada o una a la que la desesperación le ha hecho agotar todas las demás alternativas. Por lógica éste es nuestro momento, pero que no nos engañen las condiciones objetivas; también lo ha sido en otras ocasiones y no hemos sabido aprovecharlo. No obstante, aprender a fracasar significa aprender a ganar.
El problema, y es ahí donde entra la cuestión de la estrategia, es que se cree que para llegar a un enclave como el descrito es necesario “adoctrinar” al “pueblo”, darles a conocer, de forma cuasi religiosa, la “palabra”, cuando la realidad es que ese llamado pueblo nunca hará propio nada que no provenga de su interior. Insistimos demasiado en “colonizar” ideológicamente, en evangelizar, en lanzar un mensaje “desde afuera”, exógeno, cuando la realidad es que uno sólo acepta lo que previamente conoce y le resulta familiar. Contrariamente a lo que se piensa, para llegar a ese “programa maximalista” lo que es necesario es implicarse en todas y cada una de las luchas sociales que se produzcan, y si son inminentemente parciales nuestra misión es radicalizarlas. Ya lo explicaba Malatesta: “Quedémonos siempre en medio de la masa popular y acostumbrémosla a tomarse aquellas libertades que con las buenas formas legales nunca le serían concedidas”.  La mayoría de nosotros (los anarquistas) creemos desgraciadamente que la idea es “convertir” al pueblo a nuestros intereses, cuando la realidad es que debemos empezar a preocuparnos por lo que le interesa verdaderamente al pueblo (que más que el futbol y la cultura de masas es, sobre todo en estas circunstancias, el pan y la sal). Como proponían los nihilistas rusos, la idea es “ir al pueblo” si quieres que él vaya luego hacia ti, y una vez dentro del pueblo, trabajando con el pueblo, siendo pueblo, el mensaje saldrá de sus mismas entrañas y ya no será una propuesta externa y peregrina, sino una idea propia.

                 – ¿Colaboráis con otros grupos no anarquistas a la hora de movilizaros?

Nosotros tenemos una premisa muy simple: quien quiera luchar con nosotros que lo haga en las barricadas, y no en una mesa redonda. Nos negamos por sistema a mantener reuniones formales o a participar en asambleas en las que se diriman cuestiones ideológicas con grupos no anarquistas. Ni nosotros aspiramos a convencerlos a fuerza de insistencia ni ellos pueden intentar hacerlo con nosotros. Cuando alguien nos ha solicitado alguna de estas reuniones siempre hemos contestado: “¿queréis coordinaros? Pues entonces demostradlo en la “lucha callejera”, porque la única unidad posible es la que se demuestra en la barricada”. Sólo ofrecemos y aceptamos trabajo, y es en función de éste que nos relacionamos.
Pondremos un ejemplo. En el último 1º de Mayo le propusimos a varios grupos celebrar una asamblea popular como forma de boicot a los cansinos mítines sindicales. Tanto la CGT como Azarug, y un par de compañeros de la CNT, confirmaron que participarían. Cuando llegó el momento y se vislumbró una fuerte presencia policial, los miembros de la CGT desertaron y se fueron a su local mientras que los de Azarug siguieron adelante (grupo ante el que manteníamos todas nuestras reservas porque, aunque militan algunos libertarios en ella, es claramente una organización en la que preponderantemente participan nacionalistas). De igual forma, cuando el 11-J se propuso un corte de calle a determinados grupos, sólo lo secundaron los aludidos de Azarug más los miembros de Estudiantes Pre-parados, mientras que los del PCPC (con la honrosa excepción de algún militante aislado y cabreado con su partido) se fueron corriendo con la excusa de celebrar un acto que al final nunca realizaron. En varias ocasiones comprometidas, de enfrentamiento callejero directo o de urgencia solidaria, compañeros anarcosindicalistas muy cercanos a nosotros se han inhibido de participar, mientras que otra gente desconocida, de “pendón” distinto al nuestro, se ha mojado (aprovechamos el momento para aclarar que si los miembros de la CGT de Las Palmas se comportaron en 1º de Mayo como hemos descrito, sus homólogos de Tenerife hicieron por lo menos un comunicado solidarizándose con nosotros después de la represión del 18-J. Sin acritud, pero creemos que es la única organización autodenominada libertaria, de todas las del Archipiélago, que lo ha hecho de forma pública. Pero ya lo decía Armand: “solidaridad forzada no merece tal nombre”).
En definitiva, no son las ideas preconcebidas ni los prejuicios los que nos marcan con quién trabajar o quién no, es el propio trabajo. La experiencia nos ha demostrado que una persona puede llamarse libertaria y ser muy inactiva o comportarse de forma autoritaria y conservadora; mientras que una que desconoce dicha etiqueta o que se da otra distinta puede comportarse de forma combativa, revolucionaria y anárquica. 
            – ¿Qué luchas actuales consideráis más interesantes o inspiradoras en el panorama canario?
Hay muchas luchas actualmente consideradas endémicas del Archipiélago, como puede ser la lucha contra las prospecciones petrolíferas, la degradación constante y reiterada del frágil ecosistema del Archipiélago con fines especuladores (como bien decís en vuestra portada: “el fuego es político”) y que –después de Extremadura– Canarias es la región del Estado español más empobrecida y con más desempleo (además de ser una de las que tiene el mayor índice de desahucios), algo que afecta con especial virulencia a la población inmigrante. Sin embargo, si se mira bien, lo que pasa aquí es una demostración similar, aunque exponencialmente superior, de lo que está pasando en todo el mundo o de lo que les está a punto de pasar. En todas partes se vende “pan para hoy y hambre para mañana” destruyendo despiadadamente el entorno, en toda partes la pobreza empieza a convertirse en pandemia. Las luchas conservacionistas, la batalla contra la riqueza –más que contra la pobreza– y los desahucios pueden fusionarse en una lucha integral de recuperación y expropiación masiva de terrenos, de sus frutos y de viviendas. Por tanto, las luchas de Canarias, como las de cualquier región bajo un régimen capitalista, reportan con respecto a las del resto del Estado más diferencias de grado que de singularidad. 
            – Desde aquí hemos visto que habéis sufrido la represión del estado durante las luchas de este año. ¿Nos podéis hacer un resumen de los casos?
Por supuesto:
El 29 de Marzo (día de la Huelga General) tres compañeros son denunciados (una de ellos también agredida), enjuiciados y multados (uno de ellos de forma reiterada por los mismos hechos, con más de 350 euros). Ese día se cortan dos calles en puntos distintos de la ciudad (uno durante un piquete matutino y otro saliéndonos del redil –con cerca más de 100 personas– en la manifestación de la tarde). Se falsean las denuncias, se miente sobre los hechos y se inventan una serie de cargos sin pies ni cabeza (falseando incluso el momento y el lugar de las identificaciones, pues se valieron de las identificaciones de la mañana para denunciar lo acontecido por la noche). Así actúa la policía autónoma. Sin embargo, los demás no les van a la zaga.
El 1º de Mayo, a la llamada de CCOO (que ya nos había echado a su cuerpo de seguridad encima –con el que mantuvimos un duro enfrentamiento– para sofocar nuestras críticas) la policía (UIP) carga contra nosotros e intenta detener a una compañera. Los golpes eran intencionadamente letales: a la cara, a la columna, al pecho, a la nuca… El resultado fueron tres poli-contusionados, un compañero con la nariz totalmente rota y otro hospitalizado durante más de una semana y media a causa de los golpes en el tórax. Debido a la intervención de la mayoría de manifestantes, milagrosamente no hubo detenidos.
 

Por último, el 18 de julio, con motivo de la jornada de solidaridad con los mineros, la policía (de todos los cuerpos, pero especialmente nacionales) espera a que concluya el corte de calle que acabamos de realizar, para seguirnos hasta un popular parque. Allí detienen a un compañero (al que finalmente, al ser menor, dejan libre), organizan una carga policial expeditiva y detienen a dos compañeros más a los que se llevan a comisaría hasta pasarlos a disposición judicial al día siguiente y que actualmente están a la espera de juicio, pidiéndoseles penas de cárcel, por delitos como resistencia, atentado contra la autoridad y agresión.

Todo esto siempre trufado de un acoso constante y de identificaciones arbitrarias en cualquier lugar y hora del día, cosa que sigue hasta la fecha.
En todos estos casos los compañeros represaliados son anarquistas y casi todos miembros de la FAGC.

                – ¿Tiene posibilidades el mensaje libertario de salir del ghetto?
La mejor forma de salir del llamado ghetto endogámico, ombliguista, que hace del Anarquismo la principal –cuando no única– preocupación del Anarquismo, es metiéndose en el otro ghetto: el social, el de los barrios. Es necesario desplegar una actividad popular, a pie de calle, no para nuestros medios ni para la satisfacción de nuestros afines, sino para repercutir de la forma más decisiva posible en la vida de la gente. Hay que quitarse de encima la tontería de actuar de cara a la aprobación o captación del limitado número de adherentes que se mueve en nuestros medios; hay que enterrar las luchas intestinas por ver quién se queda con la “cuota de mercado” que componen nuestros eventuales “compradores”; desterrar esa insana necesidad por ver quién convence a más convencidos. En los medios libertarios a veces se gasta más papel en lanzar invectivas contra el Solitario, la Célula Olga, el Sindicalismo anarquista, el Individualismo, el Insurreccionalismo, el Veganismo, el 36 o las últimas palabras de Durruti, que el que se gasta en atacar al poder establecido. Hay que acabar con la estúpida competencia interna que nos obliga a movernos sólo para contrarrestar la actividad de “los otros”. Iniciar una lucha social en todos los niveles de nuestra actividad, desde abajo, desde lo más abajo, tomando como referencia las exigencias más básicas (pan, techo, libertad, etc.) y las más concretas (atacar tal o cual institución, construir tal o cual alternativa) es la vacuna más eficaz contra el ensimismamiento.
En definitiva, que mientras todos se afanan por salir del ghetto ideológico, nosotros queremos esforzarnos por volver a meternos en el de hormigón, barriadas y cemento.
    
            – ¿Cómo se consigue ganar una base social estable?
Creemos que dos cosas son imprescindibles: por un lado presencia contante en la calle, que la gente nos reconozca, que aunque tengan prejuicios negativos sobre el Anarquismo la capacidad de trabajo de los anarquistas les hagan reconsiderar sus planteamientos iniciales; por el otro, inmersión en las reivindicaciones más populares y desesperadas, participar de las cuestiones más acuciantes, de las inquietudes más primarias de la población desde dentro, y no con intrusismos y la táctica del paracaidista que trata de conquistar territorio desconocido.
Muchas veces solemos hacer reivindicaciones, como anarquistas, en clave de clase media acomodada. Nos suelen interesar cuestiones que a una población cada vez más empobrecida les parecen de ciencia ficción. Para gente a la que le escasea la comida y le peligra el techo,  a la que un trabajo estable y asegurado es una entelequia, a la que les suena a burla hablarles de mandar a sus hijos a la universidad, hay que elaborar un discurso que no insulte su inteligencia y su situación vital, sin paternalismos ni extrañamientos. Hablarle de la calidad de los alimentos ecológicos a alguien que rebusca en las basuras es una broma de mal gusto. Tal y como intentar insertar un discurso netamente obrerista en ambientes donde la mayoría de los vecinos desconocen el trabajo remunerado formal y viven de la economía sumergida, es inoperante.
La idea es desarrollar una actividad integral, que no sólo se dirija a obreros y estudiantes, sino a los extractos más deprimidos de la población. Expropiar un terreno cultivable, quitárselo a su propietario legal, sin la intención de involucrar a la comunidad, sin la intención de restituirle a la comunidad ni el terreno ni sus frutos, no es “socializar” un terreno, es constituir al colectivo que ocupa en su nuevo propietario. Si se okupa una casa, y ésta no tiene ningún tipo de finalidad social, ni en clave de vivienda ni en clave de realizar actividades que reviertan en beneficio del entorno en el que está inserta, es imposible adquirir y desarrollar una base social favorable y regular. La vía de la expropiación de terrenos, inmuebles urbanos y alimentos es una vía a la que nosotros los anarquistas, sin los prejuicios burgueses que otros tienen sobre la legalidad, nos deberíamos dedicar con preferencia. No se puede esperar nada de nadie si tú antes no ofreces nada.     

 

            – ¿Cómo véis el panorama anarquista estatal actual? ¿qué carencias tiene?
El panorama anarquista actual, sin caer en optimismos excesivos, está en auge. Los acontecimientos, sobre el gobierno, sobre el capitalismo, sobre los bancos, sobre la ley, la policía y la propiedad privada, sobre las formas de organizarse y decidir alternativas al poder, nos están dando la razón. El crecimiento es lento pero constante. La gente busca una opción al margen de lo establecido porque todos, sindicatos oficiales, partidos, asociaciones reformistas, etc., son vías muertas y agotadas. Son los actos los que definen a un Movimiento y a una organización, no sus siglas ni las afirmaciones sobre cuál es su ideología. Todo colectivo y toda corriente de pensamiento son lo que sean sus miembros, y éstos a su vez demuestran lo que son a través de la calidad de sus actos. Se ha demostrado, en muchos sectores y ambientes diferentes, que nuestras ideas, estrategias y tácticas básicas (del Asamblearismo a la Acción Directa) eran válidas. Ahora nos toca seguir demostrando que las acciones que realicemos en base a esas premisas también lo son.
En cuanto a las carencias, puede que haya una inconveniente polaridad que nos acaba conduciendo a lo mismo: la inactividad. Por un lado persiste en nuestros medios cierta “moral burguesa” que nos lleva a condenar o escandalizarnos de cualquier actividad no reglada. El reformismo en su forma más dura, gasta más tiempo en ver qué de malo han hecho los otros, en ofrecer supuestas “alternativas serias” que no transcienden de lo teórico que en proporcionar verdaderas alternativas prácticas. Queriendo llevar al Anarquismo al parnaso de las ideas respetables, lo arrastran al infierno de las pasivas, inactivas, inmovilistas y contemporizadoras ideas-lastre. Por otro lado, existe la tendencia a inhibirse de cualquier actividad hasta que, según parece, se dé el momento en que todos los activistas participantes sean “anarquistas conscientes” y todos los actos se ajusten a la actividad sectaria de una vanguardia de salón o de torre de marfil. Se exige que todo responda a determinadas premisas porque hasta que todo no responda punto por punto a las mismas, se tiene la excusa para no hacer nada. No nos damos cuenta de que la Revolución, si se da, tendrá que darse necesariamente con personas no sólo no perfectas, sino cargadas de mil prejuicios y defectos e incluso refractarias al Anarquismo. Y siempre será mejor demostrarles que se equivocan en las barricadas que darles lecciones a través de internet.
Superar esta dualidad (en realidad dos caras de una misma moneda), transcender de la crítica por la crítica que nos hace sabotear lo que no nos gusta de los otros en vez de trabajar, como respuesta, en la línea contraria, es lo que nos impide lanzar un mensaje multicromático, pero coordinado y cohesionado en lo fundamental: la necesidad de la Anarquía como medio y como fin.
No nos queda más que daros las gracias por este espacio, y por vuestra labor.
 

Preparémonos para La Batalla de Otoño

            Los momentos históricos se miden por las acciones de las personas a las que les ha tocado vivirlos. Esto es por lo menos lo que pasa cuando se consigue transcender de la historia-propaganda y se llega a la historia real, la historia marginal (en los márgenes). Y hay concretos momentos históricos en los que la historia de los márgenes adquiere tanto peso que aun la historia oficial no puede ocultarla, momentos de confluencia. Pues bien, éste es uno de esos momentos.
            Asistimos a la descomposición de un sistema que ya nació siendo decadente. El Sistema, la civilización del peculio, ha muerto; pero aún no está enterrado. Murió en 1929 en Nueva York, en el 2000 en Argentina, y seguimos construyendo nuestras vidas alrededor de dicho cadáver. La muerte no es suficiente; los microorganismos siguen colonizando un cuerpo años y años después de su muerte (aquí existe la salvedad de que es el cadáver el que nos coloniza a nosotros). Es necesario incinerarlo y aventar sus cenizas.

            Puede que alguien pregunte: “¿por qué íbamos a tener que hacer eso?”. Muy sencillo: porque el sistema capitalista nos está matando. Posiblemente el capitalismo se haya cobrado actualmente más víctimas silenciosas que ningún otro sistema (ninguno ha durado tanto, ninguno ha conseguido con tanta solvencia hacer al muerto de hambre responsable de su defunción y al esclavo apologista de su esclavitud). Y la mejor forma de reducir este sistema a cenizas es socavando sus bases desde la raíz.
            El sistema ha decretado que los parados de larga duración han de ser pastos del hambre o de la caridad. Pues bien, ya se ha iniciado una vía de recuperación social que en estos momentos debería ser una prioridad para toda suerte de activismo porque pasará a ser, si no lo es ya, la prioridad de todo desempleado y de todo excluido: los burgueses le llaman pillaje, nosotros, expropiar donde sobra para repartir donde falta. Hablamos de la redistribución directa de la riqueza, de la toma del pan y la sal, de la expropiación de tierras incultivadas y supermercados.
            Las organizaciones libertarias, y especialmente los sindicatos, deben replantearse lo que pasa cuando una organización legalista, también un sindicato, les empieza a adelantar, en aras de la necesidad de sus afiliados, por la izquierda. El SAT se ve obligado a usar, ante las circunstancias, una táctica anarquista: el no respeto a la legalidad o ilegalismo. Nos es lógico que los padres del invento no les imiten. Congratula ver a muchos sindicatos posicionándose a favor del SAT de forma activa y marchando con ellos. Otros aún creen que la vía de la resolución de conflictos laborales (en una coyuntura en la que el trabajo empieza a ser considerada una “mercancía de lujo”; paradójicamente, inaccesible para el que la vende, no para el que la compra), la competencia directa con CCOO y UGT, y el discurso netamente obrerista –en detrimento del social– son el único camino, y, “como organización de masas”, aspiran a que los actos ilegales los realicen otros porque no está bien que los sindicatos se metan en esas cosas. Pues bien, un sindicato que cree en la constitución de leyes, que cuenta en sus filas con legalistas consumados, diputados y ex diputados, les ha demostrado que no. Las circunstancias obligan, y obligarán a todos, a abrazar la ilegalidad. Alcanzar ese sindicalismo integral del que hablaba Luis Andrés Edo empieza a ser cuestión de supervivencia.   
            El sistema también ha decretado (a través de uno de sus gobiernos títere, poco importa que sea PP o PSOE) que los ancianos sin recursos deben dejar de acceder a medicamentos tan esenciales como los que palian ciertos efectos del alzhéimer. Aquellos a los que supuestamente les importa la incierta vida de un embrión, no les importa cribar ancianos a golpe de guadaña. En la actual coyuntura: Hobbes es ministro de interior y Malthus de economía. Pues bien, yo propongo: si se expropia suelo y supermercados, ¿por qué no expropiar farmacias? Toma lo que necesites allá donde lo encuentres.
            También se decreta que a los diez días de impago del alquiler, se ejecuta el “desahucio exprés”. En definitiva: “todo el poder para el propietariado”. Viendo que toda la estructura del sistema está establecida para proteger la propiedad privada, para garantizar su supremacía como “derecho”, por encima del derecho a la vida; viendo que todas las medidas gubernamentales son una pura provocación, un ataque constante e ininterrumpido contra la paciencia de los que menos tienen: ¿qué nos impide organizarnos a este respecto (y no me refiero sólo a organizarnos con la loable intención de parar desahucios)? Los anarquistas hemos defendidos históricamente toda clase de huelgas: evidentemente las laborales, también las políticas (la abstención electoral es eso en definitiva), ¿por qué no recuperamos las huelgas de alquileres que ya se pusieron en práctica a principio del s. XX?   Refiriéndonos a un caso cercano (para Canarias) en Tenerife en 1933 se puso en marcha una combativa huelga de inquilinos. Cuando se desahuciaba a un vecino, no sólo se intentaba previamente parar dicho desahucio. Sabiendo que en un enclave de miseria perpetua era cuestión de tiempo que tú mismo no pudieras pagar el próximo alquiler (cosa que también pasa ahora), los vecinos se organizaban y declaraban la Huelga de Alquileres de toda una finca o de todo un barrio. Se negaban a pagar y cuando iban a ejecutarse los desahucios o embargos se constituían grupos de respuesta que rompían los sellos gubernamentales, abrían las puertas y volvían a colocar los enseres de las familias desalojadas. Si había camiones dispuestos a llevarse dicho mobiliario, los conductores de los mismos eran tratados como esquiroles, y se cortaban las carreteras o se saboteaban directamente los automóviles. Es una alternativa que debería empezar a barajarse, junto con implementar la ocupación masiva y concertada de viviendas y edificios abandonados.
            Por otra parte, ahora la vida de los inmigrantes pasa a ser, más que nunca, un dígito que se puede borrar si con ello se consigue que figuradamente cuadren las cuentas. Los inmigrantes que ya han pagado su derecho a la sanidad (tener que pagar por un derecho, triste realidad) con su trabajo (de forma directa a través de sus retenciones del IRPF) o con su consumo (de forma indirecta a través de impuestos como el IVA), pierden ahora dicho derecho a la asistencia médica regular porque en época de crisis son, y la historia no me dejará mentir, un chivo expiatorio perfecto. Además de fomentar el racismo y la xenofobia; de obviar con esta caza de brujas que también los mayores de 18 y menores de 26 años (por muy orgullosos que estén de ser “españoles”) que no hayan trabajado nunca (digamos, tal y como están las cosas, que el 90% de la juventud) también pierden el derecho a la sanidad (la cobertura de sus padres); de conseguir que algún ingenuo se crea que le recortan los medicamentos a los ancianos, no por la mala gestión, el despilfarro gubernamental y mantener el poder adquisitivo de los más ricos (incluyendo farmacéuticas), sino porque los extranjeros insisten en seguir viviendo; se consigue, con todo esto, continuar criminalizando a los más oprimidos y con ello lograr que estén dispuestos a que se les oprima todavía más por mucho menos que antes.
            En este enclave de ofensiva directa contra los inmigrantes es necesario que se organicen, y no como una asociación legalista que intenta por todos los medios ser un interlocutor válido con el poder. Los hambrientos sólo triunfan si se constituyen en milicia, no en lobby. Puede que esta organización se dé de forma espontánea, como en los arrabales de París y Londres, pero lo ideal es poner unos primeros mimbres que eviten la parcialización de las luchas y su posterior aislamiento (algo como lo que se intenta en Lavapiés).
            Y esto no es sólo válido para los inmigrantes; es imprescindible para todos. Muchas veces hemos contemplado en retrospectiva determinados momentos históricos terribles (por ejemplo el auge del Nazismo en Alemania) y nos hemos preguntado “por qué nadie hizo nada”. No es cierto que no se hiciera nada, siempre hubo actos de rebeldía individual y acciones esporádicas; sin embargo, fueron, a todas luces, insuficientes. Ahora nos encontramos en la misma tesitura histórica. Nos encontramos ante el auge de un nuevo Fascismo (sobre todo en el sur de Europa o en el Norte de África), ante una ofensiva sin precedentes contra los más pobres. Se les mata de hambre, se les expulsa de sus casas, se les persigue, se les acorrala y reprime, y aunque se hacen muchas y buenas cosas en contra de este Sistema, por ahora son insuficientes. No podemos permitir que dentro de unos años, cuando alguien mire nuestro tiempo en retrospectiva, diga: “¿por qué nadie hizo nada?”.
            Para hacerlo hace falta estar preparados y coordinados. Stirner, el individualista por excelencia, nos advertía de que no hay nada que el Sistema tema más que el establecimiento de relaciones sinceras entre individuos oprimidos, así nos lo explicaba poniendo como ejemplo una prisión:
            “La prisión consiente en que hagamos un trabajo en común, nos mira complacida manejar juntos una máquina o tomar parte en cualquier tarea. Pero si Yo olvido que soy un prisionero y anudo relaciones contigo, igualmente olvidado de tu suerte, ved que eso pone la prisión en peligro: no solamente no puede crear ella semejantes relaciones, sino que no puede siquiera tolerarlas. […]   La menor tentativa de ese género es punible, como lo es toda rebelión contra una de las sacrosantidades a que el hombre debe entregarse atado de pies y manos. […] Toda asociación entre individuos nacida a la sombra de la prisión, lleva en sí el germen peligroso de un complot, y esta semilla de rebelión puede, si las circunstancias son favorables, germinar y dar sus frutos” (El Único y su Propiedad, 1844).
 
            Actualmente también vivimos en una enorme prisión, y es necesario afianzar lazos, establecer relaciones de cooperación si queremos romper sus muros. En un primer estadio se hace imprescindible coordinarnos entre quienes tenemos el mayor número de cosas en común. Es necesario conocernos, cohesionarnos y que los anarquistas empecemos a desempeñar acciones coordinadas. Después, quien quiera “pegar tiros en la barricada”, quien venga para eso y no para adoctrinarnos, inmovilizarnos o amaestrarnos, bienvenido sea, siempre y cuando estén dispuestos a elegir entre la piedra y el carné a la primera. Nuestro campo de acción revolucionario no es otro que el pueblo, y en este elemento informe e indescifrable habrá de todo, y con ese “todo” (con sus prejuicios, taras y defectos) es con lo que se hará la Revolución; esperar a que seamos individuos perfectos para levantar la primera barricada supone concederle al enemigo toda la ventaja. Nuestra misión no es otra que tratar de radicalizar el mensaje e intentar abrir un horizonte más amplio y profundo a las aspiraciones populares. Tratar de que los anarquistas sean mayoría es un absurdo; no moverse cuando esto se comprende, es rendirse. Encontrémonos primero, evaluemos nuestras fuerzas y nuestra capacidad de incidir socialmente. Aspirar a conseguir un enclave en el que todos pensemos lo mismo, hablando en clave libertaria, sería tan horrible como aspirar a la uniformidad. La validez del planteamiento Ácrata es que es un planteamiento que pueden adoptar aún los que no se consideran ni nunca se han considerado anarquistas. El SAT, las plataformas de oposición a los desahucios, la permanencia de asambleas horizontales y carentes de líderes, o incluso la existencia de mineros “incontrolados” lo están demostrando.
            Ahora que nos matan a miles, que golpean a los sectores de la sociedad más indefensos o explotados (ancianos, inmigrantes, niños [según las propias organizaciones oficiales, los niños son una gran parte de los que viven por debajo del umbral de la pobreza. Pero vivan los embriones…]), que se considera a la mujeres meras fabricantes de repuestos humanos (simples “gallinas ponedoras” que deben enajenarse de sus cuerpos y de lo que acontece en sus entrañas), que nos arrebatan la salud, que con su subida de tasas criban aún más la enseñanza superior (¿por qué no? ya en sus granjas humanas, llamadas escuelas, se aprende todo lo necesario, ¿para qué aspirar a más?), ahora que nos dejan sin techo, mientras ellos son cada vez más ricos, es hora de empezar a perder el respeto a la ley con la misma celeridad con la que hemos perdido todo medio de subsistir, es hora de empezar a organizar la contraofensiva, es hora de empezar a prepararnos para La Batalla de Otoño.  
 
 
Fdo.: El Hombre Guillotina

II Jornadas Anarquistas (FAGC)

La Federación Anarquista de Gran Canaria (F.A.G.C.) organiza las «II Jornadas Anarquistas», a celebrar entre los días 12 y 16 de septiembre de 2012, a las 18 horas, en la calle Obispo Rabadán nº 22 de Las Palmas de Gran Canaria.
El programa de dichas jornadas es el siguiente:
Día 12: Anarquismo

  • ¿Qué es el anarquismo?
  • La Anarquía a través de los tiempos (resumida)
  • La criminalización del anarquismo
Día 13: Libera la Tierra

  • Formas de cultivo tradicional
  • Método Fukuoka
  • Disyuntivas comunitarias (colectivismo vs comunismo)
  • Película La Cecilia
Día 14: Debate: ¿Es posible la coordinación en el Movimiento Libertario?
Día 15: Talleres prácticos

  • Taller Hazlo tú Mismo (plantas medicinales, autosuficiencia, etc.)
Día 16: Talleres prácticos defensivos frente al terrorismo del estado

  • Fabricación de máscara anti-gas casera
  • Detección de un móvil «pinchado»
  • Tácticas defensivas ante la represión violenta de manifestaciones
El objetivo principal de las Jornadas, aparte de la divulgación (primer día) y de alternativas y talleres prácticos, es el debate del viernes 14 sobre la posibilidad y voluntad real de coordinarnos todas las personas y los colectivos que nos consideramos libertarios, frente a la ofensiva brutal de nuestros enemigos. Se trataría de que pudiera haber, dentro del anticapitalismo y los movimientos sociales, unas voces y unas alternativas libertarias cada vez más fuertes y coordinadas.
F.A.G.C.

20 de agosto – Solidaridad con Chus y Xavi

ACTUALIZACIÓN: Video de la concentración de la CNT de Lanzarote: «Chus y Xavi no estais solos»



Crónica de Arrecife (Lanzarote)

Saludos a todas y todos
Estamos aquí hoy concentradxs, como compañerxs de Chus y Xavi, delante de la Delegación del Gobierno de Arrecife de Lanzarote, y el motivo es mostrar publicamente nuestro apoyo a Chus Vila y a Xavi Omaña, que se encuentran en huelga de hambre desde el pasado 7 de agosto, frente a la Delegación del Gobierno en Puerto del Rosario, Fuerteventura. Al igual que nosotrxs, se están concentrando, en este mismo momento y en idéntico lugar, compañerxs de las FAGC (federación de Anarquistas de Gran Canaria) en Las Palmas; ellos han estado dispuestos incondicionalmente a la difusión y a la movilización, así como a la hora de mostrar su apoyo a la lucha de Chus y Xavi, y nosotrxs queremos agradecer su esfuerzo sincero, así como a las diferentes organizaciones e individualidades que han apoyado tambien.
Ante la habitual omisión y manipulación por parte de los medios de comunicación oficiales, de hechos como la dura situación en la que se encuentran nuestrxs compañerxs, salimos a la calle y nos situamos delante de la Delegación del Gobierno, para informar a la población, denunciar los hechos y demandar responsabilidades y soluciones.

Pasamos a leer el comunicado textual de la compañera, hecho público al comenzar su acción de protesta: (http://www.anarquistasgc.net/2012/08/cruda-declaracion-de-una-companera-en.html)

Dos días después, el día 9 de agosto, Xavi emitía un comunicado similar y comenzaba igualmente junto a Chus su huelga de hambre.
Debemos de decir, que en los 14 días que se prolonga ya esta huelga, ningún político se ha acercado a Chus y a Xavi para interesarse por su estado de salud ni por por sus reivindicaciones.
Hacemos público una vez más nuestro rechazo más absoluto, a las medidas de los  gobiernos que inducen a tomar decisones de protesta como estas, y conducen, como dice María Jesús, asituaciones de «desamparo de la población»; vemos como se nos roba y empobrece, desde el enriquecimiento, siempre más, de las clases privilegíadas; se  disminuyen de forma humillante nuestrxs derechos en necesidades tan básicas como sanidad, vivienda, educación, nuestrxs mayores, derechos de los inmigrantes..etc, ante nuestra indefensión.
Al mismo tiempo que esto sucede en Fuerteventura, también en otrxs puntos continentales hay personas luchando en huelga de hambre, padres con susfamilias, como Jorge en Oviedo, 60 días sin alimento en la plaza de la Escandalera, o lxs compañerxs en huelga de hambre en Madrid.; para todos ellxs y los que seencuentren en su misma situación, va nuestro apoyo, compartimos su sufrimiento.
Exigimos de la administración de Fuerteventura, soluciones concretas para nuestrxs compañerxs y para lxs que se encuentran en idéntica situación o peor, en Fuerteventura, en todas las islas, en todo el país y en todo el mundo..
Exigimos a lxs políticos que dejen de robar y alienar a las personas con sus leyes.
Pero en definitiva,  exigimos de los gobiernos, que desaparezcan.
Seguiremos estando ahí, apoyando a nuestrxs compañerxs hasta la resoluciónsatisfactotia de su huelga y emprenderemos cuantas acciones sean necesarias.
Gracias a todxs los compañerxs por la asistencia y la solidaridad.
Chus y Xavi, Fuerteventura, no estais solos
Salud y Anarquía
Compañeros de CNT en Lanzarote
Arrecife, 20 de Agosto de 2012

Crónica de Las Palmas de G.C.

Más de una quincena de personas nos dimos cita a las 12 del mediodía delante de la Delegación del Gobierno en Las Palmas de Gran Canaria. A la convocatoria lanzada por la CNT de Lanzarote, secundada en un primer momento solamente por la FAGC, se unió finalmente el Núcleo Confederal de CNT en Las Palmas (lo cual celebramos y les agradecemos desde aquí su participación) y varias individualidades (ídem). La intención del acto para la FAGC era clara: más allá de cualquier actividad proselitista, lo único importante era darle difusión al caso de Chus Vila y Xavi Omaña (en Huelga de Hambre indefinida), y mostrarles desde aquí toda nuestra solidaridad. Mostrarles que, como decía una de nuestras pancartas: “No están solos”. Esperamos, sinceramente, haberlo conseguido.

Agenda de concentraciones simultáneas el 20 de agosto en apoyo de Chus y Xavi

Agenda de concentraciones celebradas simultáneamente en Canarias el 20 de agosto a las 12:00 del mediodía delante de las respectivas Subdelegaciones del Gobierno de cada isla.
Concentraciones en apoyo de las Huelgas de Hambre que la compañera Chus y el compañero Xavi están manteniendo para reivindicar el cambio de su situación y la de todas y todos los parados, desahuciados, sin techo y hambrientos forzados que cada día con más celeridad y virulencia está fabricando el Sistema.
 
Concentración en Lanzarote:
Hora: 12:00 p.m.
Lugar: Delegación del Gobierno, c/ Blas Cabrera Felipe, nº 6. Arrecife.
Concentración en Gran Canaria:
Hora: 12:00 p.m.
Lugar: Delegación del Gobierno, Plaza de la Feria, nº 24. Las Palmas de G.C.

ACTUALIZACIÓN: El grupo de apoyo a las personas en huelga de hambre –Chus Vila y Xabier Ocaña– convoca una Asamblea Informativa (en Fuerteventura) el próximo 14 de agosto a las 20:00 (p.m.) frente a la Subdelegación del Gobierno en Puerto del Rosario (c/ Primero de Mayo, frente la Plaza de la Iglesia).

El objetivo es colectivizar y ampliar la lucha, la visualización –como personas físicas– de las cifras de la exclusión, la crítica a las denominadas políticas de empleo/políticas sociales, y la demanda y creación de alternativas a la actual situación.

Una traición que dura una vida, no es una traición

Por el Acratosaurio Rex (rey exiliado de los lagartos pensantes)

(fuente: alasbarricadas.org)

Hace unos días se me quejaba un minero. Había salido del encierro de un pozo, un poco amargado. No había cubierto sus expectativas, el Gobierno no había negociado, la patronal estaba donde estaba, y los sindicatos, que en este caso son CCOO y UGT, les habían traicionado…

Y bueno… Pues… ¿Y qué? La estrategia del Gobierno es la esperable: aguantar, alargar los conflictos, circunscribirlos, aislarlos y dejar que mueran solitos de inanición. Hoy los mineros, mañana RENFE y ayer el 15-M… Todo devorado. La estrategia de las dos centrales es la de la concertación: sentarse ante una mesa con los rufianes del gobierno y de la patronal, repartirse las prebendas que les toquen a cada cual, dar lo que le corresponda a los currelas en indemnizaciones y prejubilaciones, hacerse la foto en la prensa, y aquí no ha pasado nada. Eso es tan así, como que los buitres comen carroña.

Quejarse de que los sindicatos traicionan, es como quejarse de que te ponen la cornamenta desde el día de tu boda, todas las semanas varias veces, cuarenta años después, y con fotografías en el face. Puedes quedarte con tu pareja, por supuesto, puedes quejarte, pero no te está traicionando.

Así que si vas con UGT y CCOO, lo que tienes que hacer, por tanto, es estar preparado para ese momento traidor disponiendo tu propio plan de actuaciones y luchas. No te quejes, que es en vano. UGT y CCOO no pueden traicionarte, porque estás avisado.

Hay quien plantea la creación, desarrollo y extensión de un nuevo sindicato alternativo no traicionero. Y yo digo que es muy mala idea. Sindicatos hay doscientos. Uno más no va a cambiar nada, al contrario, llegado el momento, ¡zas!, la traición al canto. Cualquier sindicato, alternativo o traicionero, que entre en la dinámica de funcionamiento actual, acaba actuando como los otros dos. ¿Y eso por qué?

Imagina que vas a una verbena, presumiendo que vas a bailar el pasodoble mejor que nadie. De acuerdo. Pero tienes que cumplir las reglas. Tienes que evolucionar con tus giros y piruetas en una dirección, sin empujar a los demás, realizando la coreografía y llevando el ritmo. Y al hacer eso, estarás no solo cumpliendo con las reglas, sino dándoles más valor, ya que tú mismo las aceptas y participas de ellas. En resumen, todos acabáis haciendo lo mismo. Unos como espectadores pasivos, y otros danzando.

Ahora bien, puedes llegar al baile e incumplir las reglas: vas a contra mano, empujas, lanzas alaridos… Inmediatamente la gente se incomoda, llaman a seguridad y te arrojan al pilón a patadas. Quien no cumple con las reglas, no baila en la fiesta.

Por eso, lo normal, en quien no traiciona, es estar fuera de la pista. ¿Y bailar desde afuera? Ya, el problema es que todos los que tienen que hacer el cambio, están en la verbena. Lo que es de uno es de todos, lo que es de todos es de nadie, lo que es de nadie es de uno.

Por qué he robado

                                            Por qué he robado

                                                                        Por

                                         Alexandre Marius Jacob

           (Declaración de Jacob ante el Tribunal de Amiens, 1905)

                

(Ahora que se cuestiona la táctica ilegalista, especialmente debido a la expropiación de alimentos del SAT, nosotros, firmes defensores de esta línea de actuación, ofrecemos este interesante documento del expropiador ilegalista Alexandre Marius Jacob [1879-1954], anarquista de acción que con el grupo “Los Trabajadores de la Noche” se dedicó a restituirle a la sociedad lo que los ricos le habían arrebatado [llegó a expropiar 400.000 francos, repartidos escrupulosamente entre los necesitados]. Después de 20 años preso  en la Isla del Diablo, de luchar en la Guerra Civil española en el 36, y de constituirse en un icono de la cultura de masas gracias el personaje –inspirado en él– de Arsene Lupin, Jacob se quitó la vida pues había decidido morir como había vivido: por su propia mano).

Señores:

Ahora sabéis quien soy: un rebelde que vive del producto de sus robos. Aun más: he incendiado hoteles y he defendido mi libertad contra la agresión de los agentes del poder. He puesto al descubierto toda mi existencia de lucha; la someto, como un problema, a vuestras inteligencias. No reconociendo a nadie el derecho a juzgarme, no imploro ni perdón ni indulgencia. Nada solicito a quienes odio y desprecio. ¡Sois los más fuertes! Disponed de mí de la manera que lo entendáis, mandarme al presidio o al patíbulo, ¡poco me importa! Pero antes de separarnos, dejarme deciros unas últimas palabras.

Ya que me reprocháis sobre todo ser un ladrón, es útil definir lo que es el robo.

Para mí, el robo es la necesidad que siente cualquier hombre de coger aquello que necesita. Esta necesidad se manifiesta en cualquier cosa: desde los astros que nacen y mueren igual que los seres, hasta el insecto que se mueve por el espacio, tan pequeño, tan ínfimo que nuestros ojos pueden apenas distinguirlo. La vida no es sino robos y masacres. Las plantas, los animales se devoran entre ellos para subsistir. Uno no nace sino para servir de pasto al otro; a pesar del grado de civilización, de perfeccionabilidad, el hombre no se sustrae a esta ley si no es bajo pena de muerte. Mata las plantas y los animales para alimentarse de ellos. Rey de los animales, es insaciable.

Aparte de los objetos alimenticios que le aseguran la vida, el hombre se alimenta de aire, de agua y de luz. Ahora bien ¿se ha visto alguna vez a dos hombres disputarse, degollarse por estos alimentos? No que yo sepa. Sin embargo son los alimentos más preciosos sin los cuales un hombre no puede vivir. Podemos estar varios días sin absorber substancias por las que nos hacemos esclavos. ¿Podemos hacer igual con el aire? Ni siquiera un cuarto de hora. El agua forma las tres cuartas partes de nuestro organismo y nos es indispensable para mantener la elasticidad de nuestros tejidos. Sin el calor, sin el sol, la vida sería imposible.

Luego, cualquiera coge, roba estos alimentos. ¿Se hace de ello un crimen, un delito? ¡Cierto que no! ¿Por qué se reserva el resto? Porque comporta un gasto de energía, una suma de trabajo. Pero el trabajo es lo propio de una sociedad, es decir la asociación de todos los individuos para alcanzar, con poco esfuerzo, el máximo de felicidad. ¿Es ésta la imagen de lo que hay? ¿Se basan vuestras instituciones en una organización de este tipo? La verdad demuestra lo contrario. Cuanto más trabaja un hombre, menos gana; cuanto menos produce, más beneficio obtiene. El mérito no se tiene pues en consideración. Sólo los audaces se hacen con el poder y corren a legalizar sus rapiñas. De arriba a abajo de la escala social no hay más que bellaquería de una parte e idiotez de la otra. ¿ Cómo queríais que, lleno de estas verdades, respetara tal estado de cosas?

Un comerciante de alcohol o un dueño de burdel se enriquecen, mientras que un hombre de genio va a morir de miseria en un camastro de hospital. El panadero que amasa el pan lo tiene en falta; el zapatero que confecciona miles de zapatos enseña sus dedos del pie; el tejedor que fabrica montones de ropa no tiene con que cubrirse; el albañil que construye castillos y palacios carece de aire en su infecto cuartucho. Aquellos que producen todas las cosas, nada tienen, y los que nada producen lo tienen todo.

Tal estado de cosas no puede sino producir el antagonismo entre las clases trabajadoras y la clase poseedora, es decir holgazana. Surge la lucha y el odio golpea.

Llamáis a un hombre «ladrón y bandido», le aplicáis el rigor de la ley sin preguntaros si él puede ser otra cosa. ¿Se ha visto alguna vez a un rentista hacerse ratero? Confieso no conocer a ninguno. Pero yo que no soy ni rentista ni propietario, que no soy más que un hombre que sólo tiene sus brazos y su celebro para asegurar su conservación, he tenido que comportarme de otro modo. La sociedad no me concedía más que tres clases de existencia: el trabajo, la mendicidad o el robo. El trabajo, lejos de repugnarme, me agrada, el hombre no puede estar sin trabajar, sus músculos, su cerebro poseen una cantidad de energía para gastar. Lo que me ha resignado es tener que sudar sangre y agua por la limosna de un salario, crear riquezas de las cuales seré frustrado. En una palabra, me ha repugnado darme a la prostitución del trabajo. La mendicidad es el envilecimiento, la negación de cualquier dignidad. Cualquier hombre tiene derecho al banquete de la vida.

El derecho de vivir no se mendiga, se toma.

El robo es la restitución, la recuperación de la posesión. En vez de encerrarme en una fábrica, como en un presidio, en vez de mendigar aquello a lo que tenía derecho, preferí sublevarme y combatir cara a cara a mis enemigos haciendo la guerra a los ricos, atacando sus bienes. Ciertamente, veo que hubierais preferido que me sometiera a vuestras leyes; que, obrero dócil, hubiese creado riquezas a cambio de un salario irrisorio y, una vez el cuerpo ya usado y el cerebro embrutecido, hubiese ido a reventar en un rincón de la calle. Entonces no me llamaríais «bandido cínico», sino «obrero honesto», Con halago me hubierais incluso impuesto la medalla del trabajo. Los curas prometen el paraíso a sus embaucados; vosotros sois menos abstractos, les ofrecéis papel mojado.

Os agradezco tanta bondad, tanta gratitud, señores. Prefiero ser un cínico consciente de mis derechos que un autómata, que una cariátide.

Desde que tuve conciencia me dediqué al robo sin ningún escrúpulo. No entro en vuestra pretendida moral que predica el respeto a la propiedad como una virtud mientras que en realidad no hay peores ladrones que los propietarios.

Podéis estar satisfechos de que este prejuicio haya calado en el pueblo ya que es vuestro mejor gendarme. Conociendo la impotencia de la ley y de la fuerza, habéis hecho de él el más sólido de vuestros protectores. Pero parad atención; todo tiene un tiempo. Todo lo que se construye por la astucia y la fuerza, la astucia y la fuerza pueden destruirlo.

El pueblo evoluciona cada día. Mirad que todos los muertos de hambre, todos los miserables, en una palabra, todas vuestras víctimas, instruidos por estas verdades, conscientes de sus derechos, armados con palancas, no vayan a asaltar vuestros domicilios para retomar las riquezas que ellos han creado y que vosotros les habéis robado. ¿Creéis que serían más desgraciados? Creo que todo lo contrario. Si se lo piensan bien preferirán correr cualquier riesgo antes que engordaros gimiendo en la miseria. ¡La cárcel, el presidio, el patíbulo! diréis. Pero qué son estas perspectivas comparadas con una vida embrutecida, llena de sufrimientos. El minero que gana su pan en las entrañas de la tierra, sin ver jamás lucir el sol, puede morir de un momento a otro víctima de una explosión de grisú; el pizarrero que deambula por los tejados puede caer y hacerse mil pedazos; el marinero conoce el día de su partida pero ignora si volverá a puerto. Un buen número de obreros cogen enfermedades fatales durante el ejercicio de su oficio, se agotan, se matan para crear para vosotros; y hasta los gendarmes, los policías, que por un hueso que les dais a roer, encuentran la muerte en la lucha que emprenden contra vuestros enemigos.

Obstinados en vuestro estrecho egoísmo permanecéis escépticos ante esta visión, ¿no es así? El pueblo tiene miedo, parecéis decir. Lo gobernamos con el miedo de la represión; si grita lo metemos en prisión; si se mueve, lo deportamos al presidio; si sigue, lo guillotinamos. Mal cálculo, señores, creerme. Las penas que infligiréis no son un buen remedio contra los actos de sublevación. La represión, lejos de ser un remedio, un paliativo, no es sino una agravación del mal.

Las medidas correctivas no pueden más que sembrar el odio y la venganza. Es un ciclo fatal. Desde que hacéis rodar cabezas, desde que llenáis cárceles y presidios, ¿habéis impedido que se manifestara el odio? ¡Responded! Los hechos demuestran vuestra impotencia. Por mi parte sabía que mi conducta no podía tener otra salida que el presidio o el patíbulo. Y podéis ver que esto no me ha impedido actuar. Si opté por el robo no fue por una cuestión de ganancias sino por una cuestión de principios, de derecho. Preferí conservar mi libertad, mi independencia, mi dignidad de hombre, que hacerme artesano de la fortuna de un amo. En términos más crudos y sin eufemismo alguno he preferido robar antes que ser robado.

También yo repruebo el hecho por el cual un hombre se apropia violentamente y con astucia del fruto del trabajo ajeno. Pero es precisamente por esto que he hecho la guerra a los ricos, ladrones de los bienes de los pobres. También yo quisiera vivir en una sociedad en la que el robo fuera desterrado. No apruebo y no he usado el robo sino como medio de rebelión para combatir el más inicuo de todos los robos: la propiedad individual

Para destruir un efecto hace falta destruir su causa. Si hay robo es porque hay abundancia de una parte y escasez de otra: es porque todo no pertenece más que a unos pocos. La lucha no acabará hasta que todos los hombres pongan en común sus alegrías y sus penas, sus trabajos y sus riquezas; hasta que todas las cosas pertenezcan a todos.

Anarquista revolucionario he hecho una revolución.

Venga la Anarquía.

Cruda declaración de una compañera en Huelga de Hambre

Publicamos este desgarrador comunicado de una compañera que prefiere morir de hambre que morir de resignación.
MARÍA JESUS VILA CALVIÑO, CON DNI.32800127B, RESIDENTE EN LA ISLA DE FUERTEVENTURA DECLARO:
ME DECLARO EN HUELGA DE HAMBRE EN PLENO USO DE MIS FACULTADES MENTALES, EN BUEN ESTADO DE SALUD Y SIN TENER ASOCIADA NINGUNA CONDICIÓN ORGÁNICA QUE PUEDA CAUSAR MI MUERTE DURANTE LOS SIGUIENTES TRES O CUATRO MESES, POR LO QUE RESPONSABILIZO AL GOBIERNO NACIONAL, AUTONÓMICO Y LOCAL, DE MI MUERTE Y DE CUANTAS CONSECUENCIAS SE DERIVEN DE ESTA ACTITUD QUE ASUMO LUEGO DE AGOTAR ABSOLUTAMENTE TODOS LOS RECURSOS CIVILIZADOS QUE COMO CIUDADANO COMÚN TUVE A MI ALCANCE. ESTA ES UNA DECISIÓN QUE ASUMO EJERCIENDO LA SOBERANÍA QUE EN LO INDIVIDUAL TENGO SOBRE MI VIDA, COMO PERSONA ADULTA Y CONSCIENTE DEL PASO QUE DOY, POR LO QUE NO SE PODRÁ ACUSAR A TERCERAS PERSONAS DE INSTARME DE NINGÚN MODO A ASUMIR ESTA CONDUCTA.
LA HUELGA DE HAMBRE LA REALIZARÉ FÍSICAMENTE EN LA CALLE 1º DE MAYO, FRENTE A LA DELEGACIÓN DE GOBIERNO, MUNICIPIO DE PUERTO DEL ROSARIO, EN FUERTEVENTURA, INFORMARÉ PERSONALMENTE MOTIVOS:
LOS MOTIVOS QUE ME LLEVAN A REALIZAR ESTA ACCIÓN, NO SON OTROS QUE LOS OBVIOS DE LA ACTITUD DEL GOBIERNO DE ESTE PAIS, AL PERMITIR QUE CASÍ 6.000.000 DE PERSONAS NOS HALLEMOS SIN TRABAJO Y SIN ESPECTATIVAS DE CONSEGUIRLO, QUE 512 FAMILIAS SOMOS DESAUCIADAS DE NUESTRA CASA DIARIAMENTE POR NO PODER PAGAR, ANTE ESTAS SITUACIONES EL DESAMPARO DE LA POBLACIÓN ES MANIFIESTO.
ESTANDO YO, EN ESAS SITUACIONES, SIN OPCIONES, NI ALTERNATIVAS, Y ENCONTRÁNDOME EN ESTADO DE INDEFENSIÓN Y DESAMPARO, ME VEO EN LA TESITURA DE EMPREDER LA ACCIÓN ANTES MENCIONADA, COMO MEDIDA DE PRESIÓN PARA EL CAMBIO RADICAL DE LA POLITICA SOCIAL DE ESTE GOBIERNO, QUE TODAVÍA NO HA ENTENDIDO QUE ESAS CIFRAS QUE MENCIONO ARRIBA, SOMOS PERSONAS. SÍ NOS DEJAN MORIR DE HAMBRE TIRADOS/AS EN LA CALLE, QUE NOS VEAN.
ES MI DESEO, CON ESTA ACCIÓN El SENSIBILIZAR A LA OPINIÓN PUBLICA SOBRE ESTE PUNTO, HACIENDO ESPECIAL MENCIÓN EN EL HECHO DE QUE ESTAS CIFRAS SE TRADUCEN EN PERSONAS FISICAS, COMO YO, SIENDO CONSCIENTE QUE LAS CIFRAS NO SON TAN CLARAS, COMO LAS ACCIONES INDIVIDUALES Y/O COLECTIVAS.
CONCLUSIÓN:
EL TÉRMINO DE ESTA HUELGA DE HAMBRE VENDRA DETERMINADO, POR LA SOLUCIÓN DEL CONFLICTO O EL FALLECIMIENTO DE LA QUE SUSCRIBE
En Puerto de Rosario , 7 de Agosto de 2012

Expropiación de alimentos en Andalucia

(Información extraída de los medios burgueses)

Unos 200 militantes del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) han entrado en un supermercado de Écija (Sevilla) para llevarse alimentos de primera necesidad destinados a un comedor social de Sevilla. Según miembros del sindicato jornalero, la acción es «una expropiación forzosa», y durante su desarrollo se han producido incidentes entre miembros del SAT y empleados del supermercado Mercadona.

Una treintena de miembros del sindicato han entrado poco antes del mediodía en el supermercado y han llenado diez carros de la compra con alimentos de primera necesidad como aceite, azúcar, arroz, pasta, leche, galletas y legumbres. Cuando intentaron salir sin pasar por caja se ha producido un forcejeo entre los sindicalistas y los empleados del establecimiento, que no ha ido a más por la intervención de la Policía y de dirigentes del SAT.

Los sindicalistas han podido sacar nueve de los diez carros cargados de alimentos, que han transportado en una furgoneta a un banco de alimentos en Sevilla […].


Los responsables jurídicos de Mercadona han anunciado que van a denunciar la sustracción de esos nueve carros con productos del supermercado, por la sustracción de alimentos y por las agresiones leves que, según aseguran, se produjeron por parte de los sindicalistas […].

Una acción similar se ha desarrollado en Arcos de la Frontera, en este caso en un supermercado de la empresa Carrefour, con un final distinto. A las once de la mañana más de 200 desempleados agrícolas y representantes del SAT han entrado en la gran superficie con la intención de llevarse más de 20 carros cargados de alimentos sin pagar.

“El hombre libre no es aquel que se preocupa por saber dentro de qué límites legales puede actuar, sino el que se coloca fuera de las leyes, por liberales que puedan ser éstas, con la esperanza de destruirlas”. Fernand Pelloutier

Y para todos aquellos que, llamándose revolucionarios, repudien esta táctica, lanzamos, como ya hizo Mauricius (anarquista individualista francés de la Belle Époque), la siguiente pregunta: ¿Y qué es acaso la Revolución más que un acto de ilegalismo en masa?