Desde la Alcaldía de Santa María de Guía se le ha dicho a distintos medios de comunicación que se ha ayudado a los vecinos de la Comunidad «La Esperanza» «en todo momento». La realidad es que se han proporcionado ayudas parciales, alimentarias, a unas cuantas familias (parches que no tocan la raíz del problema), inhibiéndose y desentendiéndose de los problemas colectivos y globales de la Comunidad como es el de la prioritaria cuestión del suministro del agua. Para que nadie pueda decir que «se desconocía el particular», aquí ofrecemos el documento que una comitiva de la Comunidad hizo llegar al alcalde Pedro Rodríguez, hace prácticamente un año, y que fue aprobado en asamblea comunitaria. La respuesta: silencio administrativo y que asumiéramos nuestra “condición de okupas”.
En esa época ni siquiera se había bautizado a la Comunidad, aún la propietaria interfería en el proceso de autogestión del inmueble, y también habían menos vecinos y se gastaba menos agua (ahora consumimos más de una cuba diaria). Actualmente el consumo se ha duplicado y nuestro esfuerzo económico también. Como puede constatarse en el escrito, los vecinos no hacen más que reclamar un derecho que supuestamente sus propias leyes y estatutos, estatales y locales, recogen.
Por razones obvias, borramos el nombre de la propietaria.
Solicitud de abastecimiento de agua.
Al Alcalde de Santa María de Guía, a la Concejalía de Asuntos Sociales y a quien corresponda:
Los vecinos de los bloques socializados que se encuentran en la Carretera General del Norte, kilómetro24, de Santa María de Guía
Exponen:
Que después de entrar y persistir en dichos bloques con permiso de la propietaria, Doña _____, y después de estar pagando entre todos los vecinos las facturas remitidas por la compañía suministradora del agua, se produjo el impago de un número desconocido de estas facturas porque la mencionada Doña _____, que era quien recogía y administraba las cuotas, no satisfizo, sin conocimiento de los vecinos, dichas mensualidades. A consecuencia de esto se les retira el contador y tienen que abastecerse con cubas. A lo inasumible del coste de dichas cubas (una media de una cada tres días, costando cada cuba 100 euros exactos) se suma el agravante de haber tenido que establecer un racionamiento riguroso del agua. Recordamos que en esta comunidad viven un número de niños no inferior al medio centenar, y que las necesidades sanitarias e higiénicas inherentes a todo ser humano, son especialmente acuciantes en lo que atañe a la infancia.
A razón de ello
Solicitan:
Que el Ayuntamiento inicie negociaciones (que los vecinos han intentado establecer de forma infructuosa) con la compañía suministradora del agua para que el suministro les sea devuelto. Que haga saber a dicha compañía que existe la total voluntad por parte de los vecinos de retribuir las facturas impagadas y costear un nuevo contador. Que mientras tanto solicitan a quien corresponda que les facilite alguna forma de abastecimiento de agua por el que están dispuestos a pagar un precio razonable.
Están convencidos de que sus demandas se ajustan a derecho porque, siendo los aludidos vecinos del municipio de Santa María de Guía desde hace más de un año y teniendo a sus hijos escolarizados en distintos centros del municipio, en virtud de lo recogido por el propio Reglamento del Servicio Público de Agua en el término municipal de Santa María Guía en su Artículo 2, “el servicio de abastecimiento de agua es de carácter público, por lo que tendrán derecho a su utilización cuantas personas lo deseen, sin otra limitación que las condiciones y obligaciones que señala dicho Reglamento y la legislación vigente en la materia”.
Por otra parte y según el Artículo 43.1 de la Constitución Española sobre “el derecho a la protección de la salud” y la Resolución 64/292 de la Organización de Naciones Unidas sobre “el derecho humano al agua y al saneamiento”, a los vecinos les acoge el principio fundamental de que ningún ser humano puede ser privado de acceso a un recurso tan imprescindible para la vida como es el agua.
Atentamente, los vecinos.
En Santa María de Guía a 6 de junio del 2014.