El pasado 21 de diciembre (2016) una clase del grado de Educación Social de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria se impartió en «La Esperanza». Fue un acontecimiento memorable. Los alumnos que van a ser trabajadores sociales pudieron mirar sin prejuicios a las personas reales que componen este proyecto. Pudieron comprobar en primera persona (algunos eran de Guía) cuál era la verdadera situación del inmueble y despejar muchas ideas preconcebidas sobre «los okupas» («sorprende -decían- cómo cada persona que pasa nos da los buenos días, lo que no pasa ni en comunidades no okupadas»). La intervención del compañero Ruymán abrió una interesante reflexión: «Su labor va a ser gestionar la pobreza, tutelarla, generar dependencia. ¿Por que no ensayar experiencias como esta y promover la autogestión y reforzar la autonomía? Porque eso supondría una amenaza para el Sistema». Los alumnos reflexionaron sobre los límites de su futuro oficio, sobre lo mal distribuídos que están los recursos y sobre las dificultades burocráticas. Aunque concluyeron que solos iban a poder cambiar muy poco, sí coincidieron en que uniendose y confluyendo podrían presionar y denunciar esa dinámica. Los vecinos por su parte (como Azu o Guillermo) contaron sus experiencias personales y cómo en muchas ocasiones han recibido desprecio de las instituciones y de los propios funcionarios. Al final, después de dar una vuelta por los 4 bloques y la huerta, se produjo mucha empatía entre todos, una sinergia muy bonita entre profesor, alumnos, vecinos y miembros de la FAGC. Una experiencia inédita y rica para todos.