16 personas, 10 de ellos menores, han iniciado este proyecto habitacional de autogestión y dignificación. Cuentan con todo el apoyo y la asesoría del Sindicato de Inquilinas de Gran Canaria.
En un archipiélago con 135.000 inmuebles vacíos, con 735 desahucios por trimestre, con el segundo salario más bajo del Estado y la segunda provincia (Las Palmas) con la mayor subida del alquiler, no nos quedan más opciones para garantizarle un techo a nuestros hijos que las que nosotros, el pueblo trabajador, nos proporcionemos por nuestros propios medios.
Esta lucha por la vivienda no implica solo defenderse y reclamar. Es necesario construir y crear.