El SIGC lanza su label sindical

Label es una voz inglesa y significa etiqueta, sello o marca. El label sindical es una herramienta de presión obrera que los sindicatos revolucionarios llevan practicando desde hace más de un siglo. La CGT de Francia (en su primera etapa, cuando era impulsada por anarcosindicalistas como Emile Pouget), la IWW de Norteamérica o la CNT en el Estado español adoptaron de forma eficiente y durante distintas etapas este método de acción directa (resolver los problemas laborales a través de la propia intervención obrera, sin intermediarios).

José Prat definía así el label en 1909 en su obra Burguesía y proletariado:

“[…] La imposición del label, la marca sindical, en los productos de aquellos industriales que trabajan habiendo aceptado de común acuerdo con sus obreros las tarifas de horario y jornal, permitiría que el público-consumidor obrero pudiese boicotear los productos de aquellos otros industriales recalcitrantes. En los Estados Unidos el público boicotea los productos que no llevan la marca sindical y aquellos establecimientos públicos cuya dependencia no está asociada […]”.

Por su parte Rudolf Rocker lo definía así en su clásico tratado Anarcosindicalismo (Teoría y práctica) de 1938: “El label sindical es un medio para facilitar el boicot, pues da al comprador la contraseña que le permite distinguir los géneros que desea de los que quisieran darle de otro origen”.

Rescatando esta idea y sobre todo esta práctica, el Sindicato de Inquilinas de Gran Canaria lanza su propio label sindical. La mayoría de sellos sindicales son de carácter positivo (por ejemplo: “este producto se ha elaborado respetando los derechos laborales”) y el boicot se produce, por tanto, de forma indirecta. Aunque no descartamos elaborar en un futuro un label en esta línea, por ahora la situación del alquiler en Gran Canaria es tan alarmante que debemos centrarnos en señalar directamente a aquellos arrendadores, sobre todo cuando son multirentistas y personas jurídicas, que no respetan los derechos de los inquilinos.

Tenemos la mayor subida del precio del alquiler de todo el Estado con una de las medias salariales más bajas. Cada vez más barrios están siendo sometidos a un proceso de gentrificación aplastante gracias a la proliferación de viviendas vacacionales en suelo residencial. La clase obrera canaria, una de las más empobrecidas y desempleadas de toda la Europa política, tiene por tanto cada vez más complicado acceder a una vivienda digna. La precarización del techo está propiciando el abuso sistemático de la clase propietaria, imponiendo unos precios desproporcionados, fianzas de hasta 5 meses, contratos draconianos directamente en los límites de la legalidad o incluso imponiendo irregularidades por la vía de los hechos consumados (como desentenderse del saneamiento y mantenimiento de la vivienda o impedir al arrendatario el acceso a los suministros básicos). Es por todo esto que el SIGC lanza su label sindical con la intención de señalar a todos esos rentistas, principalmente entidades financieras, gestores externos y agentes especuladores, que no respeten los derechos arrendatarios. Toda empresa o inmueble que pisotee los derechos de las inquilinas de forma acreditada será denunciada públicamente con la colocación de nuestro label, de forma virtual y física, y no dejaremos de recomendar que no se alquile el inmueble marcado hasta que se acepten nuestras demandas y los derechos elementales de la clase inquilina sean respetados.

Debemos organizarnos y no parar de acumular fuerzas o cada vez nuestras condiciones serán más precarias, nos expulsarán de nuestros barrios y nuestras casas y empezaremos a acostumbrarnos a habitar infraviviendas con la misma “normalidad” con la que aceptamos jubilarnos cada vez más tarde y cobrar cada vez más poco. Somos el último baluarte, así que únete a tu sindicato de inquilinas más cercano, infórmate de tus derechos, haz piña con tus vecinas y lucha por una vida digna que sólo será posible cuando nuestras viviendas también sean dignas.

SIGC