“Si se me preguntara: ¿Qué podría hacerse para mejorar el régimen penitenciario?, ¡Nada! –respondería– porque no es posible mejorar una prisión” (P.A. Kropotkin, Las Prisiones, 1887).
No se puede reformar una institución que debería ser destruida. No se puede humanizar la tortura, como no se puede racionalizar la guerra sin perfeccionarla. El Sistema que genera necesidad castiga el robo; los Estados que apuntan con sus misiles persiguen la violencia; una Sociedad machista y patriarcal se inhibe de los uxoricidios; una Civilización que habla de “libertad, igualdad y fraternidad” cierra a cerrojo sus fronteras y sepulta seres humanos en la fosa del Atlántico; un mundo que condena el terrorismo usa para “protegerse” a una banda armada (policía) que tortura, secuestra, viola y hace desaparecer detenidos; un sistema de valores fundamentado en el “no matarás” usa como garante de sí mismo el “matarás en defensa del órden público, de la Patria, de la Religión o de la Propiedad”.
Una sociedad que guerrea, que mata de hambre o de exclusión, que enloquece y explota económica, sexual o racialmente a sus miembros, carece de legitimidad para aplicar castigo alguno a quienes nos atrevemos a vulnerar sus normas. Como decía Albert Camus (El Hombre Rebelde, 1951): “¡Abrid las cárceles o de lo contrario suministrad la prueba, imposible, de vuestra propia virtud!”.
¡Libertad para Noelia!
¡Libertad para todos aquellxs que la Sociedad prefiere enjaular que comprender, ayudar y afrontar!
Más información sobre la situación de Noelia en: http://carceligualtortura.blogspot.com.es/
Si queréis escribirle podéis hacerlo a:
Noelia Cotelo Riveiro
CP Brieva
Ctra Vicolozano; 05194
Brieva (Ávila)
Y recordemos que si estar preso es de por sí una experiencia terroríficamente traumática, el Estado conoce los mecanismos para agravar aún más está situación cuando se es mujer.