La vivienda es un bien de primera necesidad, por lo que su situación afecta al grueso de la población. Tenemos cientos de miles de casas vacías en manos de entidades financieras, un número de desahucios inasumible y muchas familias actualmente sin techo que se suman a los individuos que llevan décadas en la indigencia. Las personas afectadas por esta situación son las más pobres entre los pobres, víctimas de una pobreza endémica, y también los miembros de la llamada clase obrera relegados al paro y la intemperie.
¿Cómo articular una respuesta a esta situación de emergencia que pueda derivar en un proyecto revolucionario?
1. Debe tratar de aglutinarse a todos los compañeros interesados en intervenir en esta lucha.
2. Convocar en barrios populares asambleas públicas de desahuciados y afectados donde expongan sus demandas y compartan información sobre inmuebles vacíos por la zona. Se puede contar con la colaboración, de ser necesario, de asociaciones de vecinos o colectivos barriales.
3. Designar un grupo de trabajo (oficina de vivienda y realojo) que con esa información, más la obtenida en internet o en sondeos por el barrio, realice un estadillo de viviendas vacías por la zona propiedad de bancos, inmobiliarias o multi-rentistas (estratégicamente es preferible decantarse por los embargos bancarios). Cotejar la información dudosa en el registro de la propiedad solicitando notas simples.
4. Desarrollar un mapa de trabajo donde se localicen todas las viviendas susceptibles de ser ocupadas en ese barrio en cuestión o, si se cuenta con el número adecuado, en una localidad entera.
5. Designar y organizar grupos de intervención, compuestos de militantes y afectados, que se encarguen de ocupar las viviendas el día y el momento señalados. Formarse previamente para la ocasión. Estudiar la forma de entrar en cada vivienda.
6. La oficina de vivienda, también preferiblemente compuesta de militantes y afectados, debe elaborar una lista de demandantes de vivienda y, usando el estadillo previamente diseñado, asignar racional y proporcionalmente cada inmueble a cada demandante o grupo de demandantes, en función del número de miembros y las necesidades especiales de cada uno. Cada demandante (salvo excepciones justificadas) participará en la ocupación de su propia vivienda.
7. Organizar una comisión económica o tesorería encargada de recabar los fondos necesarios.
8. Organizar una comisión judicial encargada de defender y dar respuesta a la posible reacción gubernamental.
9. Elaborar un comunicado que aclare que los vecinos de la zona en cuestión se declaran soberanos para gestionar por sí mismos la problemática de la vivienda ante la rapiña de los bancos y la connivencia e ineptitud de las autoridades. Manifestar que se pasan a expropiar los inmuebles embargados por los bancos y que se ponen a disposición social (socialización).
10. Proceder a la ocupación masiva.
11. Convocar una rueda de prensa dando a conocer el comunicado y planteando la situación como un desafío declarado a las instituciones y una forma de gestión popular directa de un recurso público.
12. Tratar de extender el ejemplo más allá de dicha localidad hasta que se alcance un estatus en el que se pueda hablar de que una parte considerable de las viviendas abandonadas en manos de los bancos han sido colectivizadas.