«Deseo por igual ser un buen vecino y un mal ciudadano» (Thoureau).
1. Se intentará por todos los medios no llamar la atención de la policía ni incomodar a los vecinos cercanos con actitudes insolidarias.
2. Nada de venta de drogas en la zona. El consumo de cualquier estupefaciente no debe darse nunca en zonas comunes.
3. Nada de escándalos o trifulcas. Evitar el consumo excesivo de alcohol.
4. Evitar por todos los medios agredir a otro vecino.
5. No recurrir a ninguna forma de violencia ni dentro del inmueble ni en zonas aledañas. Cualquier muestra de violencia doméstica, contra la pareja o menores, supone la ruptura fulminante de cualquier contacto con la FAGC o la OEP.
6. Nada de robos en el vecindario.
7. Nunca recurrir a la policía o a las denuncias para resolver un conflicto.
8. Cualquier actividad comprometida con la que uno se gane la vida realizarla fuera del inmueble.
9. No destrozar el inmueble ni desvalijarlo. Arreglarlo y dejarlo mejor que como se encontró.
10. Nada de absentismo. Si se okupa una casa es para habitarla, no para mantenerla de segunda vivienda ni acaparar.
11. Nada de alquilar el inmueble okupado. Nada de lucrarse o especular con él.
12. Los okupas son mirados con lupa. Tratar de integrarse en la vida del barrio y ayudar a los vecinos y vecinas en todo lo posible. Si es imposible, al menos pasar desapercibidos.