El pasado viernes día 14 de diciembre el director de responsabilidad social y corporativa de la SAREB, Gaspar González Palenzuela, anunció en directo en el programa de RTVC “Buenas tardes Canarias” que la SAREB empezaba las negociaciones con el Ayuntamiento de Telde y con el Gobierno de Canarias para buscar “una solución” a las familias de la Comunidad “La Ilusión”. Anunció también públicamente que mientras se desarrollaban esas negociaciones habían comunicado al Juzgado nº 2 de lo Mercantil de Las Palmas de Gran Canaria que detuvieran el proceso de desahucio. Varios medios de comunicación recibieron la misma información y así la difundieron (La Vanguardia, El Diario.es)
La SAREB había aceptado las demandas iniciales de las vecinas que el Sindicato de Inquilinas de Gran Canaria le había trasladado dos días antes por correo electrónico: empezar las negociaciones con las instituciones públicas y paralizar el desahucio.
El martes pasado (día 18 de diciembre) se produjo también una reunión con la alcaldesa de Telde, Carmen Hernández, en la que tres delegadas de “La Ilusión” y dos delegadas del SIGC, exponían sus demandas entre las que se encontraban presionar a la SAREB para que aceptara la cesión en uso del inmueble, un posicionamiento público contra el desahucio y otras cuestiones de régimen interno del edificio. Ninguna de estas demandas fue rechazada. Pocas horas después, el Ayuntamiento celebraría una reunión con responsables del área de vivienda del Gobierno de Canarias en la que, supuestamente, le trasladaría dichas demandas. El encuentro también quedó recogido por la prensa (La Provincia, El Día).
Todo esto podría entenderse como una pequeña victoria. Un alto cargo de la SAREB se ha visto obligado a hacer declaraciones públicas (algo muy inusual) y ha anunciado que el desahucio queda paralizado hasta que se llegue a un acuerdo con las instituciones. Las instituciones han declarado que “bajo ningún concepto, estas doce familias se van a quedar en la calle, por lo tanto, les enviamos un mensaje de tranquilidad porque hay una solución para esta situación”. Podríamos decir que en 10 días hemos conseguido detener un desahucio masivo; que en menos de dos semanas hemos hecho un trabajo legal apabullante, redactando escritos para cada vecino con alegaciones que sobrepasan las 8 páginas; que en menos de medio mes hemos conseguido movilizar a la opinión pública y conquistar la hegemonía del relato en los medios de comunicación. Las vecinas de “La Ilusión” han dado la cara en cada situación, ante cualquier foco, comiéndose los micros mejor que ningún profesional de la información, y lanzando su corazón como un arma contra el capitalismo especulador. Hemos conseguido además un perfecto equilibrio estratégico, donde la FAGC se ha encargado de la labores de presión y hostigamiento político y social y el SIGC se ha encargado de la parte constructiva y negociadora. La piqueta y la palabra.
Todo esto, repetimos, podría interpretarse como un pequeño éxito. Pero no. La paralización temporal de un desahucio es sólo una tregua. Aunque nuestras demandas estén encima de la mesa por ahora no tenemos más garantías que las palabras. Nada nos asegura que la situación se revierta, que las instituciones olviden los acuerdos contraídos y la SAREB siga adelante con el desahucio cuando pasen las elecciones de mayo de 2019. Nos toca seguir alerta y no bajar la guardia. Sí, estamos mucho mejor que a comienzos de diciembre, hemos vencido el miedo, hemos derrotado al pánico, hemos puesto de rodillas temporalmente a esa ideología que prima la propiedad privada por encima de la vida, pero nuestra mentalidad es y seguirá siendo la que manifestaron nuestras vecinas cuando la SAREB anunció la paralización del desahucio: “lo creeremos cuando lo veamos, porque las palabras se las lleva el viento”.
Estamos obligadas a seguir adelante hasta la victoria definitiva. Porque los dieciséis niños que dependen del resultado de nuestra lucha no pueden permitirse una derrota.