Este 29 de Abril: Punto de Encuentro Solidario


¡Por el Libre Acceso al Consumo!

La Federación de Anarquistas en Gran Canaria organiza el próximo 29 de Abril, en el céntrico Parque de San Telmo (en Las Palmas de Gran Canaria, justo en la salida de la estación de guaguas de El Hoyo), durante gran parte del día (de las 10 de la mañana a las 7 de la tarde), el primer Punto de Encuentro Solidario. Su objetivo es romper con la mecánica mercantilista y comercial de los mercadillos, con la injusticia de exigirle trueques e intercambios a un pueblo cada vez más desposeído. Nuestra intención es compartir una gran cantidad de ropa (y algunos enseres diversos) con los que poco o nada tienen, sin más premisa que la Comunista Libertaria: “Da lo que puedas, coge lo que necesites”. Sólo la Solidaridad y el Apoyo Mutuo podrán sacarnos de esta “Crisis”. Sólo la Acción Directa podrá derrocar a sus responsables.
  

Tabla de Consumo


Cuando se libera un inmueble se debe tener un especial cuidado, sobre todo en determinadas circunstancias, con el consumo eléctrico, a fin de no llamar la atención.
Para orientar a las personas realojadas, especialmente si tienen hijos menores u okupan por primera vez, hemos elaborado un baremo de consumo, en función del gasto y de la frecuencia de uso (cuando ha sido posible también de la utilidad, aunque esto no suele cumplirse con los electrodomésticos dedicados al ocio pues, en su mayoría, y aunque pudiera parecer lo contrario, consumen poco).
Hay que tener en cuenta que cada 1000 vatios equivale a 1 kilovatio y cada kilovatio por hora equivale a 15 céntimos de euro (de media).
Mientras el consumo de una casa okupada (con la luz “pinchada”) no asciende de los 400 euros no se considera que se haya incurrido en un delito leve (penas de multa) de defraudación de fluido eléctrico o análogos (art. 255 del C.P.).
La siguiente tabla de consumo se ha elaborado utilizando valores aproximados, que pueden variar en función del modelo del electrodoméstico y el tipo de uso.

 

Aparatos/Electrodomésticos
Consumo
Bombillas normales
40, 60, 75, 100 vatios
Bombillas de bajo consumo
9, 11, 15, 20 vatios
Nevera estándar
200-575 vatios
Radio
15 vatios
Minicadena
75 vatios
Televisión
150 vatios
Ordenador
200-250 vatios
Lavadora
1500-2000 vatios
                                       ZONA DE ALTO CONSUMO
Termo
4000 vatios
Plancha
1200 vatios
Microondas
1200 vatios
Aspiradora
1200 vatios
Secador
1200 vatios
Vitrocerámica
5000 vatios
Secadora
6000 vatios

Informamos


¿Qué se está moviendo en Gran Canaria?
En la última semana y media la Federación de Anarquistas de Gran Canaria ha realojado satisfactoriamente a 44 personas desahuciadas o sin hogar (más de la mitad de las mismas son niños o menores de edad) y ha gestionado, también fructíferamente, más de 60 casos de personas afectadas por las hipotecas, los alquileres, la carestía de la vivienda o la indigencia.

Este volumen de trabajo, teniendo en cuenta el número de miembros de la FAGC, hace que cosas secundarías, como el programa de radio o la actualización periódica de la web, queden postergadas. No obstante, son vehículos de información y comunicación que no pensamos abandonar.
A toda la gente que se ha puesto en contacto con nosotros, a la que lo haga de aquí en adelante, a todos con los que hemos concertado citas para la próxima semana, les rogamos paciencia y que tengan la certeza de que ningún caso quedará desatendido.
Recordamos además que las viviendas que hemos socializado se encuentran en la isla de Gran Canaria, en respuesta a los múltiples interesados que se han puesto en contacto con nosotros desde fuera de las islas, e incluso desde otros continentes.   
Cuando la FAGC puso en funcionamiento su Grupo de Respuesta Inmediata Contra los Desahucios, y promovió la Asamblea de Inquilinos y Desahuciados, se puso como meta, para este 2013, socializar unas 25 viviendas; en los escasos tres meses que llevamos de año ya ha socializado más de 55 inmuebles. Los resultados nos obligan a dejar la falsa modestia a un lado y a considerar que esto supone un hito con difíciles paralelismos, no sólo a nivel insular, sino también más allá de este archipiélago norteafricano (más tratándose de una modesta federación anarquista con recursos económicos más que limitados). Este es un trabajo silencioso, alejado de las “actividades espectaculares” y del ruido del circuito mediático comercial, sin embargo, es un trabajo que, si mantiene este ritmo constante, conseguirá, por ejemplo, que toda una generación de menores pase de la infancia a la adolescencia bajo un techo conquistado a través de la Acción Directa y el Apoyo Mutuo. Definitivamente, algo se está moviendo en Gran Canaria.
Recordemos que esto no es caridad. La caridad se da de arriba abajo. Es lo que un ‘superior’ le confiere a quien tiene por ‘inferior’, por su ‘subordinado’. Esto es solidaridad. La solidaridad sólo se da entre iguales y significa que los unos nos ayudamos a los otros” (Intervención de un miembro de la FAGC en una asamblea de vecinos realojados).

Mirando al pasado para descifrar el futuro

La Rebelión de Kronstadt y el tema de la vivienda
Fragmento de La Revolución Desconocida
Por V.M. Eichenbaum ‘Volin’ (1945).
Bandera anarquista de los marineros de Kronstadt
A principios de 1918, la población laboriosa de Kronstadt, tras debates en múltiples reuniones, decidió proceder a la socialización de locales y viviendas. Se trataba, primero, de obtener el consentimiento y el concurso del soviet local; luego, de crear un organismo competente, encargado de la recepción y examen de los inmuebles, de la equitativa distribución de los alojamientos, de su reparación y cuidado, y de las nuevas construcciones. En el grandioso mitin último se encargó a algunos miembros del soviet (socialistas revolucionarios de izquierda y anarcosindicalistas) el planteamiento de la iniciativa en la próxima sesión plenaria. Y así tuvo entrada en el soviet el proyecto detallado.

El primer artículo declaraba: «Queda abolida en adelante la propiedad privada de bienes raíces e inmuebles.» En otros se especificaba: la gestión de todo inmueble incumbirá al Comité de vivienda, elegido por sus ocupantes. Los asuntos importantes relativos a un barrio lo serán en asamblea general de sus habitantes, quienes designarán a los miembros del Comité de barrio. Funciones más abarcadoras son las de los Comités de distrito, y generales, las del Departamento ejecutivo urbano de los Comités de vivienda, integrado por delegados de los distritos.
Los miembros bolcheviques del soviet pidieron que se postergara por ocho horas la discusión del proyecto, pretextando la importancia del problema y la necesidad de estudiarlo detenidamente. Aceptado el aplazamiento por el soviet, aquéllos se dirigieron a Petrogrado para recabar instrucciones del Centro.
En la sesión siguiente, los bolcheviques pidieron el retiro del proyecto, declarando que un problema de tal importancia no debía ser resuelto sino por el conjunto del país; que Lenin preparaba un proyecto al respecto, y que, en interés mismo del asunto, el soviet de Kronstadt debiera esperar las instrucciones del Centro. Los socialistas revolucionarios de izquierda, los maximalistas y los anarcosindicalistas propusieron su inmediata discusión, lo que fue aprobado. En el debate, la extrema izquierda propuso, ya expuestas todas las opiniones, que se pasara a votación una vez agotada la discusión y, de ser aprobado el proyecto, proceder a su inmediata realización. Los miembros bolcheviques y mencheviques se levantaron entonces, en sugerente coincidencia, y abandonaron la sala, entre aplausos irónicos y cáusticas frases de los restantes: «¡Helos al fin unidos!»
Un delegado maximalista propuso, para dar tiempo a los bolcheviques de volver, borrando la impresión de estar contra la abolición de la propiedad privada, que se votara el proyecto artículo por artículo. Aprobada la proposición, ocurrió lo previsto. Los bolcheviques comprendieron su falta de táctica, volvieron a sus asientos y votaron el artículo primero. Sólo se trataba, para ellos, de un voto de principio. Pero cuando se pasó a los artículos relativos a los medios de realización de tal principio abandonaron de nuevo la sala. Algunos bolcheviques que juzgaron imposible para ellos someterse en ese asunto a la disciplina del partido permanecieron en sus puestos, participaron en la discusión y votaron el proyecto, para cuya inmediata realización habían recibido formal mandato de sus representados. Por ello fueron excluidos del partido, culpables de «inclinación anarcosindicalista».
El proyecto fue finalmente aprobado.
Por largo tiempo prosiguió la lucha apasionada sobre el asunto en talleres, batallones, navíos, etc. (Kronstadt no estaba sometida aún.) Se realizaban frecuentes reuniones muy concurridas, en las que los miembros del soviet eran invitados a informar sobre las incidencias de la discusión en él y aclarar su actitud. Algunos de ellos, bolcheviques refractarios al proyecto, fueron  retirados del soviet por sus electores. De resultas de todo ello, los bolcheviques iniciaron una violenta campaña contra los anarcosindicalistas e intentaron sabotear la aplicación del proyecto aprobado. Fue en vano.
Bien pronto quedaron constituidos los comités (de vivienda, de barrio, etc.) y empezaron a funcionar. El plan entró en vigor, haciéndose realidad el principio «Todo habitante tiene derecho a adecuado alojamiento.» Las casas fueron metódicamente visitadas, examinadas y censadas por los comités, para su distribución equitativa. Así se descubrió que, mientras en pésimas buhardillas se amontonaban pobres gentes, a veces varias familias juntas, departamentos de diez a quince habitaciones, bien soleados y confortables, estaban ocupados por pocas personas. El director de la Escuela de Ingenieros, por ejemplo, soltero, ocupaba él solo un lujoso departamento de veinte habitaciones. Al serle censada la residencia y anunciada la reducción de su espacio vital para poder acomodar a algunas familias libradas de las malsanas buhardillas, protestó ruidosamente y calificó el acto de «verdadero bandolerismo».
Los desdichados que llenaban las barracas insalubres, las mansardas infectas y los inmundos subsuelos no tardaron en disponer de más sano y confortable alojamiento. y aun se acondicionaron algunos hoteles para los viajeros.
Cada Comité de distrito organizó un taller para la reparación y acondicionamiento de los inmuebles, los que funcionaron satisfactoriamente.
El gobierno bolchevique lo destruyó todo más tarde, eliminando de raíz tan constructiva experiencia.

¡MAÑANA HAY QUE PARAR UN DESAHUCIO!


ACTUALIZACIÓN: Según nos ha comunicado la propia Maritza, el desahucio queda aplazado hasta dentro de 10 días. En consecuencia el piquete previsto para mañana, día 20 de marzo, queda desconvocado. Sin embargo, no es el momento de echar las campanas al vuelo. Si la situación de Maritza no tiene una resolución satisfactoria en los próximos 10 días, dicho plazo sólo supondrá que contamos con un mayor margen de tiempo para organizar un piquete fuerte y multitudinario con el que evitar que ningún banco, fuerza gubernativa, policial o judicial eche a Maritza de su casa. 

 

Entrada original: 

Bankia (esa  agrupación terrorista a la que ningún gobierno le pide que se disuelva, que subsiste gracias al “impuesto revolucionario” que el Estado le paga periódicamente con nuestro dinero, y que tiene a sus espaldas incontables muertos) pretende echar a Maritza de su casa.

No podemos permitir que una entidad financiera consiga una nueva propiedad a precio de saldo (sin más intención que dejarla vacía, abandonada, deshabitada, durmiendo el sueño de los justos, hasta que pueda especular con ella), mientras una persona se queda en la calle, a merced de los elementos.
El próximo miércoles 20 de marzo, a las 8:30 (a.m.), todos a Vecindario (c/Tamarán, nº 3). ¡Únete al piquete anti-desahucios!
Entendiendo que ningún desahucio puede pararse sin la participación popular, hoy se realizarán pasacalles por el barrio de la afectada para informar a los vecinos y movilizar a la población.
También partirá de El Hoyo (por la parte que da a la Avenida Marítima), a las 7:30 (a.m.) la acostumbrada “caravana anti-desahucios”.
¡Todas y todos con Maritza!
¡Muerte a la bancocracia!

Socialización Masiva


Hemos socializado alrededor de 40 viviendas (cerca de 15 ya están realojando a unas 50 personas desahuciadas y sin hogar). El único requisito para acceder a ellas es la necesidad: carecer de techo o estar a punto de perderlo. Si te encuentras en esta situación ponte en contacto con nosotros a través de nuestro correo (anarquistasgc@gmail.com) y ya te explicaremos los detalles y pormenores en persona.

Los pueblos están dispuestos; sufren demasiado y, lo que es más, han comenzado a comprender que no están obligados a sufrir” (M. Bakunin, Protesta de la Alianza, 1871).

De arriba sólo llueven mentiras


De arriba sólo llueven mentiras

Otro desahucio paralizado, en menos de dos meses, por la acción popular
Es preciso que la verdad ascienda desde los tugurios; porque de lo alto no se desprenden más que mentiras” (Louise Michel, Toma de Posesión, 1890).

*[La crónica sobre el desahucio de El Caracol (Telde) que los medios de comunicación no quieren que leas].

Si el anterior piquete anti-desahucio en La Isleta supuso un hito y marcaba una nueva forma de conducirse ante el drama de los desalojos forzados, el que se produjo en Telde el pasado día 7 de marzo ha incidido y profundizado aún más en la dinámica de la acción directa como catalizador de la tensión social. Nos ha permitido también, sin proponérnoslo, acceder a una perfecta radiografía de la contraposición de fuerzas políticas, sociales y mediáticas que pueden llegar a pugnar por su preeminencia (específicamente en Telde, pero no únicamente), sin esperar siquiera a que se haya enfriado el simbólico cadáver del desahuciado.
Sin poder evitar entrar en otras valoraciones, nos gustaría destacar además los aspectos más notables del piquete anti-desahucio. Lo más importante, y lo único que debería de tener relevancia, si los intereses y ambiciones políticas no nos obligaran a mirar hacia otro lado, es que el desahucio de Itahisa, José Antonio y sus cuatro hijos consiguió ser detenido gracias, nuevamente, al concurso de los de abajo, a la participación de un pueblo que sobrepasa cualquier etiqueta  partidista que quiera imponérsele. Especial mención nos merece la participación en el piquete de Reina y su hija (las víctimas del anterior desahucio paralizado en La Isleta) y la de algunas de las familias realojadas por la Asamblea de Inquilinos y Desahuciados.

Nos vemos obligados también a comentar lo que ustedes nunca leerán en los medios, pero lo que para nosotros es obligado dar a conocer: semanas antes del desahucio ningún colectivo ni plataforma había hecho una convocatoria pública para concurrir al desahucio con intención de paralizarlo, mientras la FAGC se afanaba en convocar con esa intención, mientras el grupo adherido a la misma en Telde llevaba semanas repartiendo 500 carteles y octavillas, realizando pasacalles (por ejemplo en el Rastro de Jinámar, y con la participación inestimable de los compañeros del HSOA El Palomar), mientras sus miembros se dedicaban a congregar a gente a través de una labor de boca a boca, el resto de grupos y asociaciones sólo mostraban su apoyo a esta familia a través de los medios de comunicación. Muy distinto a lo hecho por algunos activistas a título individual (por ejemplo algún miembro del 15-M) que se dedicó desinteresadamente a distribuir el cartel elaborado por la FAGC e incluso a distribuir uno de factura propia.
Una vez llegó el fatídico día 7, el grupo anarquista de Telde federado a la FAGC (informalmente conocido como “Las Hordas”), sobre el que recayó el peso de organizar la logística en este municipio, se dedicó a agitar el barrio del Caracol Alto y a convocar a todos los vecinos posibles. Diseñó también la estrategia de bloquear la puerta, aunque fuera simbólicamente, a través de que los concurrentes se encadenaran a ella. Si todo fallaba, la puerta sería apuntalada desde dentro.
Mientras, en Las Palmas, gracias a la imprescindible participación de El Palomar y de varios compañeros autónomos, conseguimos congregar una “Caravana Anti-desahucios” que a través de varios vehículos pudo trasladar a numerosos componentes del piquete (algunos vehículos tuvieron que dar hasta dos viajes). La FAGC se comprometió a correr con los gastos de gasolina de todos los que lo necesitaran, así que si aparte de los ya resarcidos quedó alguien pendiente de retribución rogamos que se pongan en contacto con nosotros. 

Si el hecho de que en este piquete (el primero convocado en Telde con el fin de intentar, también por vez primera, detener un desahucio en este municipio) se aceptara de buen grado que por primera vez, en dos años de activismo anti-desahucios, se usaran cadenas como medida de resistencia (y que lo aceptaran personas de distintas plataformas e ideologías, a las que desde aquí agradecemos su amplitud de miras), es ya un indicio de cómo se está incidiendo cada vez más en la necesidad de radicalizar los procedimientos tácticos, el hecho (repetimos, del que la prensa nunca se hará eco) de que la rabia popular expulsara de la concentración a policías “secretas” infiltrados en el piquete, y a varios coches de policía que intentaron acercarse a la zona, marcan un punto de no retorno a nivel de compromiso social y de identificación del enemigo.
Carmelo Martín, ¿qué se siente al intentar que echen a una familia a la calle?
La misma rabia popular fue la que expulsó de dicho piquete al director de la ultraderechista “Radio Aventura”, Carmelo Martín (personaje turbio y siniestro donde los haya, y con una tendinitis permanente en el brazo derecho de tanto levantarlo). Emisora que sirve como altavoz de las fuerzas reaccionarias más oscuras de Telde y que está consagrada a una cruzada contra los inmigrantes, los homosexuales, los desposeídos (“gandules y aprovechados” son algunos de los epítetos que les dedican a madres solteras o familias sin recursos si intentan poner en aprietos al ayuntamiento de la segunda ciudad más poblada de la isla), y que últimamente ha escogido como blanco de sus críticas a Itahisa, José Antonio y su familia, acusándoles de mil falacias, todo en pos de salvarle los muebles al PP y sobre todo a CIUCA (Ciudadanos para el Cambio, nombre paradójico donde los haya), los partidos que se reparten la parte más grande del pastel público teldense. La mayoría de inmundicias lanzadas contra esta familia suelen salir de la boca de un cura, el padre Báez, un esperpento fascistoide que bien podría haberse escapado de algún programa sensacionalista de Telecinco (o de alguna película española de los 70, o de una barraca de feria).   
El Padre Báez en toda su gloria (la imagen íntegra podría herir la sensibilidad del lector [también provocar ceguera])
Finalmente, no sin otros contratiempos que en breve pasaremos a relatar, la presencia popular, a la que cada vez se sumaba más gente del barrio, impidió que la comisión judicial y el cerrajero pudieran acceder a la vivienda y la infame policía de Telde (de cuyos procedimientos ya tenemos sobrada experiencia en la FAGC: Dos miembros de la FAGC son detenidos y torturados en Telde) no se atrevió a volver a aparecer. No obstante, todavía no estaba claro que el desahucio se hubiera paralizado, y si podíamos empezar a suponerlo, la enfermiza insistencia de un miembro de Nueva Canarias (la derecha nacionalista en pugna por la poltrona institucional) de que desconvocáramos el piquete, nos obligó a sospechar todo lo contrario. ¿Qué interés podía haber en que disolviéramos la concentración cuando el sentido común nos llamaba a esperar al menos hasta que cerraran los juzgados? La conclusión nos parece clara: Itahisa, José Antonio y sus hijos eran más útiles, como arma política que lanzarle a los partidos en el poder, desahuciados que en su casa. Así funcionan los partidos, se lanzan personas y tragedias como si fueran despojos con los que ensuciarse.
Guillermo Reyes desde su altavoz privado
Muchas otras cosas de idéntica índole pudimos comprobar gracias a esta concentración. Cuando un grupo de periodistas, junto a un familiar de los afectados, se dirigieron a hablar con el Concejal de Asuntos Sociales del Ayuntamiento de Telde, Guillermo Reyes (de CIUCA), este se dedicó a hacer un despliegue de los recursos extorsionadores y mafiosos que han debido llevarle a su actual puesto. Según comunicó, con las cámaras apagadas: “cuanto más ruido se haga, esta familia va a salir peor parada. Ithaisa está cargando demasiado contra mí y eso a la larga podría perjudicarla. Que abandonen las protestas o al final van a llamar la atención de los servicios sociales y vamos a tener que quitarles a sus hijos”. Quede esto como testimonio de una amenaza en toda regla, y como denuncia pública que alerte a la población ante cualquier represalia que Guillermo Reyes intentara emprender contra esta familia. 
Conste que cuando esta amenaza salió a la luz, se produjeron dos ataques de ansiedad entre los miembros de la familia afectada (uno de ellos con graves problemas de hipertensión arterial). Cuando se llama a la ambulancia para que los asista, el operador de urgencias pregunta que si es por el desahucio de El Caracol, cuando se le confirma que sí, contesta textualmente: “pues entonces no podemos enviar a nadie, no nos vamos a movilizar por un ataque de nervios”. Después de mucho insistir, y de amenazar con denunciarles, la ambulancia finalmente acudió… una hora más tarde. Por suerte, ya los afectados habían sido atendidos por los presentes. ¿Qué consigna pudieron recibir para inhibirse del servicio? 
Pero como ya hemos dejado intuir, no crean que los partidos que están en la oposición ofrecieron un espectáculo más edificante que los que gobiernan. Cuando la prensa hace una correlación de siglas mencionando a todos los partidos o colectivos de corte político que comparecieron (recordamos: agrupaciones, todas ellas, que en tanto en cuanto han tenido responsabilidades políticas se han dedicado a consentir o propiciar los mismos desahucios a los que ahora dicen “oponerse”), no está haciendo más que una referencia a los individuos que de uno en uno (esa era la representación numérica de cada partido) se dedicaban a asaltar a los medios de comunicación para ir declamando las siglas de la organización a la que pertenecían. Desgraciadamente, las plataformas y movimientos sociales, supuestamente no politizados, están aprendiendo demasiado bien esta táctica y la reproducen con fruición. Ya no importa difundir la concentración, ni apoyar logísticamente o con medios económicos (que los tienen y nadie sabe a dónde van), buscar las fórmulas para trasladar a la gente, organizar el piquete, etc. La única función que muchos han asumido es llegar temprano, interceptar antes que nadie a los medios de comunicación, dejar que se vean bien las siglas de rigor, dejar claro quién “dirige el cotarro”, quitarle todo el protagonismo a la familia o a la solidaridad popular, y hecho el “trabajo”, abandonar el piquete antes de que hubiera terminado (y no nos referimos a la gente que se va por motivos de fuerza mayor, ni a aquella cuya solidaridad y compromiso es sincera). Organizaciones unipersonales o que no llegaban a la media docena, superponiéndose a una labor de apoyo mutuo cuyo peso recayó en un barrio que supo mostrarse solidario y combativo cuando más se le necesitaba.
La FAGC es consciente de una cosa que no tiene impedimento en comentar (conste que no queremos cacarear constantemente nuestras siglas, tal y como ya hemos desaprobado, y si en esta crónica nos vemos obligado a hacerlo es principalmente para distinguir nuestro punto de vista y como reconocimiento al incansable trabajo del grupo federado a la FAGC en Telde), y es que, si no es recurriendo a procedimientos físicos (corte de carreteras, inutilización de cerraduras, etc.), no tiene capacidad por sí sola de parar un desahucio a través del factor que con mayor solvencia evita la intervención violenta por parte de la policía: el factor numérico. Por eso en cada desahucio reconocemos que el pueblo, y sólo el pueblo, tiene capacidad de parar un desahucio a través del número. Sin embargo, tal y como ya hemos dicho en los días previos al desahucio (a fin de picar a los colectivos e incitarles a movilizarse) si un colectivo como el nuestro, que no recibe ni acepta subvenciones, que no exige cuotas, que no vende nada y que depende de la aportación voluntaria de los pocos miembros con trabajo, puede distribuir una cuantiosa cartelería y organizar una “caravana anti-desahucios”, ¿qué no podrían hacer todos estos partidos y colectivos con sus fondos?, ¿acaso si de verdad apoyaran a las familias en riesgo de desahucio, no podrían fletar dos o tres guaguas y cargarlas, por lo menos con sus afiliados, para evitar el lanzamiento? Podrían pero no lo hacen. Repetimos: su única intención es acudir a los desahucios, aunque sólo sea como portaestandarte, mientras estos tengan cobertura mediática.    
Quizás por esta táctica, en la que prima la preponderancia mediática al trabajo, los medios de comunicación comerciales, hambrientos de imágenes morbosas y ávidos por que se produjera alguna desgracia en directo, se dedicaron a priorizar lo superfluo (siglas vacías) en detrimento de lo importante (el ejemplo de valentía y resistencia de una familia llevada al límite y la reacción popular en defensa de uno de los suyos). A pesar de que habitualmente discrepamos de su línea editorial, hemos de hacer la excepción de rigor con Canarias Semanal, el único medio que ha puesto el objetivo en la acción popular y no en la oportunista sopa de letras política (Crónica de Canarial Semanal). Del silencio informativo también fueron damnificados los compañeros y compañeras de El Palomar, que volvieron a concurrir en gran número, y los miembros del 15-M; dos colectivos que no participaron en la persecución de los objetivos de las cámaras.
Una compañera nos ha hecho llegar un correo en el que nos expone los motivos por los que ella supone que también la FAGC es “víctima” del mutismo mediático (por motivos de modestia no lo publicamos entero, espero nos comprenda [no hemos alterado nada, salvo alguna cuestión ortográfica y la eliminación del nombre de algún compañero]):
“[…] Mientras ustedes subían y bajan a la gente en coche el resto se dedicaba a mendigar entrevistas. Y también me acuerdo que cuando la familia cogió el megáfono y les dio las gracias a ustedes y a Stop Desahucios, un compañero suyo cogió el megáfono y dijo que las gracias eran para el barrio y la gente y no para los grupos. Pero creo que hay otros motivos. Saben que yo no sé claramente lo que es el anarquismo. Sé lo que dice su página y la wikipedia, pero poco más. Pero sí sé que me ayudaron y que entonces el anarquismo es decente, es solidaridad, es ayudar, es no pedir nada a cambio. Justicia. Pues si yo pienso eso, lo mismo piensa la gente que lea la prensa o la tele y vean que ustedes están tan metidos en lo de los desahucios. Como me dijo un compañero suyo un día, si pasa cualquier cosa mala como los escaparates de los bancos en la huelga, van a decir una y otra vez que son los anarquistas. Sean o no. Pero si es ayudar a una familia sin casa no lo van a decir nunca y prefieren mencionar a los que conocen o son inofensivos. Los anarquistas parando desahucios son buenos y ellos los quieren malos. Por favor publicad esto”.
Sabemos que esta compañera no va desencaminada. Cuando según sus actas (de ese mismo 7 de marzo) la propia plataforma Stop Desahucios admite que (agradecemos desde aquí la honradez del/la redactor/a):  
En la mañana del jueves 7 de marzo se paró el desahucio de José Antonio e Itaisa [sic] en El Caracol (Telde), convocado por la Federación Anarquista de Gran Canaria. Presencia de vecinos, miembros de la FAGC, del Palomar, de Stopdesahucios, Plataforma Telde Se Mueve [sic]… Presencia de medios de comunicación (noticia a nivel nacional).

Se establece un pequeño debate sobre el protagonismo mediático de Stopdesahucios Gran Canaria […]. Cada colectivo tiene un campo de actuación y somos todos compatibles para luchar juntos: Stopdesahucios intenta luchar para evitar que se llegue a situaciones de desahucio […], la Federación anarquista Gran Canaria está llevando el peso de realojar a familias desahuciadas”. 
La manipulación mediática tiene que ser mucha para ignorar lo que estos compañeros reconocen honestamente. Sin embargo, la cuestión sería baladí y no tendría mayor importancia si detrás de la tergiversación de los mass media no hubiera una consigna oficial clara. Cuando algún periodista nos pregunto por el piquete, y lanzamos duras críticas contra los partidos políticos, presentes y ausentes, los propios reporteros reconocían algo que ya tenemos más que asumido: “eso no vamos a poder emitirlo”. Pero cuando un periodista, con el que entablamos contacto a través de la última huelga, nos confirma que la consigna en su redacción es: “borra a la FAGC de la lista de participantes” (ojalá pudiéramos hacer público el nombre del medio), nos damos cuenta de con qué dinámicas interesa relacionar al Anarquismo y con cuáles no, y nos vemos obligados a reconocer que la compañera anónima tiene toda la razón.
No obstante, una cosa es evidente, ni nosotros, ni el pueblo, ni el movimiento okupa, ni los militantes sociales comprometidos con las causas y no con la propaganda, participan en paralizar un desahucio para obtener publicidad; y el día que al parar un desahucio no se obtenga “gloria”  y sí “infamia”, el día que desaparezcan las cámaras y con ellas los políticos y figurines, ese día seguiremos estando y seguiremos deteniendo desahucios.
Lo importante del asunto, más allá de toda esa podredumbre política, social y mediática con la que hemos tenido que lidiar en primera persona; más relevante que los adalides del “cuanto peor mejor” que juegan con las personas como si sólo fueran piezas de su estrategia gubernativa; más importante que el ejército de buitres políticos que sobrevuelan a las familias esperando alguna desgracia que echarse a la boca, algún cadáver que poder escupir a los del bando contrario; ha sido, es y será la respuesta barrial, popular, a la tragedia de sus vecinos.
El desahucio se ha parado, se ha ganado un mes de plazo. La escalada de intervención popular en la resolución de sus propios asuntos cada vez va a más. Los manejos políticos que puedan producirse en el próximo desahucio serán una simple anécdota, porque el pueblo hace ya tiempo que está en disposición de sobrepasar a aquellos que se figuran que pueden representarlos. ¿Cómo podría representar el grillete los intereses del esclavo?
Nunca más voy a tener miedo. Pero lo tuve. Por un momento pareció como si nos hubieran derrotado. Derrotados por completo. Parecía como si no tuviéramos a nadie en todo el mundo, sólo enemigos. Como si nadie siguiera siendo amigable. Me sentí muy mal, y también asustada, como si estuviéramos perdidos y a nadie le importara… Los ricos van y mueren y sus hijos no sirven para nada y van desapareciendo. Sin embargo, Tom, nosotros seguimos surgiendo. No te inquietes, Tom. Llegan nuevos tiempos, distintos. Tranquilo –dijo ella–. Debes tener paciencia. Mira, Tom… nosotros, nuestra gente, seguirá viviendo cuando ellos hayan desaparecido. Escucha, Tom, nosotros somos el pueblo que vive. No nos pueden borrar del mapa. Nosotros somos el pueblo, nosotros seguimos adelante…” (Ma Joad [John Steinbeck, Las Uvas de la Ira, 1939]).