La isla es de quien la habita (audio)

Cuando llegaron a aquella isla, pensaron que estaban arribando a un espacio virgen, libre de ataduras, donde podrían comenzar de nuevo. Sin embargo, al cabo de un tiempo, llegaron gentes procedentes de lugares recónditos, alejados miles de kilómetros de allí, blandiendo un papel en la mano y reclamando la propiedad sobre esas tierras. A partir de entonces, los nuevos colonos se verían enfrentados con aquellos propietarios “de derecho natural” que les negaban la posibilidad de vivir siquiera como seres humanos…

Al igual que en aquella isla, los desahucios y desalojos se suceden en otros lugares. Y de la misma forma, hay gente que los para e impide los atropellos. Como en Alcorcón: donde la semana pasada, se evitaron por el momento el desalojo de dos familias con numerosos hijos a su cargo.

Pero esta lucha por un techo donde poder dormir y cobijarse, vemos que no es nueva. Siempre ha habido resistencias y luchas, tal y como nos comenta Manel Aisa al hablar de la huelga de alquileres de Barcelona en el año 1931.

Pero no fueron los únicos, en la actualidad hay mucha gente trabajando en este tipo de resistencias. Y así, nos encontramos con otros isleños, de la Federación Anarquista de Gran Canaria, que nos hablan de su actividad diaria y de sus iniciativas con respecto al tema de la vivienda.

Para concluir, difundimos un par de noticias que han llegado hasta nuestra isla y unas cuentas convocatorias que se llevarán a cabo próximamente por los archipiélagos cercanos.

Salud,
en la Ínsula Libertalia, a 16 de mayo de 2016.

Para escuchar el audio del programa de radio: https://insulalibertalia.wordpress.com/2016/05/17/cap-12-la-isla-es-de-quien-la-habita/

El testimonio de un realojado

Buenas, voy a contaros un poco la que fue nuestra situación sin entrar en muchos detalles e intentando acortarla lo más posible, que no fue ni menos, ni más dramática que la de miles de familias que por desgracia pasan un bache en su vida y un día se encuentran «viviendo» en la calle. Por circustancias de desempleo y al no percibir ninguna ayuda, fuimos dando tumbos por muchos sitios, en uno de esos acabamos en Guía. Al no encontrar ninguna casa no tuvimos otra opción que entrar a vivir en una obra abandonada, donde tuvimos que sobrevivir entre los excrementos de las palomas, suciedad y gente que entraba a consumir y a otras muchas cosas mas. Cerré como pude la «vivienda» por llamarla de alguna manera, para que mi mujer estuviera un poco más a salvo. Pasabamos frío por las noches, al principio nos dabamos calor pegándonos el uno al otro encima de unos palés que nos hacían de cama, hasta que conseguimos mantas. Un lujo vamos. Hacíamos la comida en un bidón vacío de pintura. Allí eramos los únicos que vivíamos. Hicimos lo que pudimos para que eso se pareciera lo más posible a un hogar. Como opinión personal creo que un hogar lo crean las personas no el techo donde vivas.

Catorce de diciembre del 2015 mi mujer se quedo embarazada, fue la noticia más bonita de mi vida, solo empañada por la situación que vivíamos, fue como ver brillar el sol cuando solo te rodea oscuridad. Nos pasábamos todas las noches buscando en los contenedores comida, muebles… lo que fuese para sobrevivir, pero eso era solo para sobrevivir nosotros. Ahora había una vida más que venía a este mundo. Así nos pasamos muchos meses, demasiados creo yo. Por que nadie se merece vivir hoy en día de esa manera cuando lo que sobran son techos dignos. Hasta que conocimos a un miembro de la FAGC que sin pretensiones de ningún tipo y buscando nada más que el sacarnos del hoyo, nos dio la oportunidad de entrar a vivir en la ahora tan conocida, COMUNIDAD ESPERANZA. Gracias a eso ahora tenemos un techo digno donde esperamos ver nacer a nuestra hija y recuperar, cosa que no os conte antes a otras dos niñas que son por parte de mi mujer. Gracias a eso ahora podremos ser una bonita y gran familia numerosa. Comunidad esperanza, otro nombre no podría tener, GRACIAS, GRACIAS Y MIL GRACIAS.

                                                     
                                                                                                                                                    Gustavo

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Aquí vivían:

Naturaleza de la OEP

El gran volumen de trabajo que se nos ha presentado dados los últimos acontecimientos nos ha impedido armar la Oficina de Expropiación Popular y dotarla de todos sus recursos. Por eso seguimos articulando la lucha a través de la antigua estructura de la federación. Sin embargo, estas jornadas de trabajo intensivo nos han ayudado a seguir profundizando en cuál debe ser la naturaleza de la OEP.
Aclaramos por tanto que la OEP no se basará en mecenazgos o tutelajes de ningún tipo; se encargará de asesorar, apoyar, acompañar, implicarse y compartir herramientas con los afectados, pero son estos mismos afectados los únicos que podrán elegir hasta dónde quieren llegar en su lucha. La OEP nunca podrá ir más lejos de lo que estén dispuestos los propios afectados. 

Para bien o para mal ellos elegirán en qué frente plantar batalla, cuándo rendirse y cuándo continuar. La OEP por su parte sólo decidirá qué tipo de colaboración aportar y cómo gestionar sus propios recursos. Decidirá sobre sí misma no sobre cómo actuarán quienes se acerquen a ella.
Es por otra parte un organismo abierto y amplio, por lo cual su propia naturaleza la irán determinando quienes vayan sumándose a él. No obstante, creíamos necesario aclarar este punto. Creamos una herramienta nueva, y si como FAGC no reclamamos méritos propios y tampoco vemos necesario pasar al otro extremo y atribuirnos potenciales errores ajenos, creemos que la OEP debe aspirar a tener la misma independencia y a garantizársela a sus participantes y colaboradoras. 

Día 14: La Esperanza Resiste (en imágenes)

Se cumplió el día 14 y los vecinos siguen en sus casas. Ya se los advertíamos hace un mes exacto: un decreto administrativo no basta para un desalojo. La intención del alcalde era asustarlos y que abandonaran el inmueble por su propio pie para ahorrarse un largo proceso de desahucio judicial; pero no le ha funcionado. El 14 los vecinos no se despertaban con la idea de abandonar sus casas; se despertaban con la idea de tenerlo todo preparado para el desayuno comunitario al que ibamos a invitar a todos los que quisieran acercarse, a los colectivos sociales y a los medios. Vista los escasos recursos de los vecinos, la FAGC contribuyó con 40 euros en churros para que nadie se quedara sin desayuno, y el día antes los propios vecinos de la Comunidad hicieron una colecta entre todos para comprar la leche y el chocolate. Tenía que ser un día trágico, pero lo convertimos en una celebración de nuestra fuerza colectiva. 
Mucho ha cambiado el estado de ánimo desde hace un mes. Esos vecinos que buscaban la mejor ubicación para fabricarse una chabola, esos niños llorando sin saber si podrían terminar sus estudios, ahora saben que aún queda mucha guerra que dar, se sienten fuertes, con posibilidades y sobre todo con capacidad de resistir. Hemos invertido este mes en recuperar la esperanza. Sin embargo, no echamos las campanas al vuelo. Esto es sólo un mes de lucha; el primero de muchos. Con las promesas de los políticos, la repercusión, podríamos realajarnos y creer que ya está todo hecho. Es lo que le interesa a los mecanismo del poder. No podemos aflojar el pistón, hemos de ir a más. Vamos a reunirnos con quienes nos apoyan y diseñaremos un nuevo calendario de movilizaciones, aún más ambicioso. Si de las reuniones con los políticos no sale un acuerdo satisfactorio en firme, seguiremos gritando en las calles hasta que se les haga imposible no oírnos. ¡La Esperanza sigue en LUCHA!

11 de Abril: Memorable día de Lucha (en imágenes)

Manifiesto que se leyó en varios momentos de la concentración:

El pasado 14 de Marzo una veintena de vecinos de la Comunidad “La Esperanza” (la comunidad ocupada y autogestionada más grande del Estado) recibían una notificación administrativa en las que se les informaba del decreto del alcalde de Guía Pedro Rodríguez: este decreto les daba un mes para abandonar sus casas y les amenazaba con cortarles el agua y la luz.
Los vecinos siempre hemos reclamado que nuestras viviendas pasen a ser vivienda pública en régimen de alquiler social y que con nuestros alquileres se pueda resarcir a la decena de compradores que invirtieron en el edificio. Así mismo hemos reclamado que se regularice el suministro de gua y luz, para que se nos ponga un contador y poder sufragar la electricidad, y para tener agua corriente y dejar de pagar las caras cubas que diariamente nos abastecen. Desde mediados del 2014 hemos puesto encima de la mesa estas reivindicaciones al alcalde Pedro Rodríguez y siempre hizo oídos sordos.
Hoy pretende echarnos de nuestras casas. Así que elevamos nuestra protesta y nuestras reclamaciones al mismo Gobierno de Canarias. Le exigimos a su Presidente Fernando Clavijo (CC), a su Consejera de Vivienda Patricia Hernández (PSOE) y también al Presidente del Cabildo Antonio Morales (NC), que dejen de guardar silencio ante esta situación y se pronuncien de una maldita vez.

No pueden desalojarnos, a 77 familias, 202 personas, con más de 100 menores, sin garantizarnos antes una alternativa habitacional digna y asequible a nuestros reducidos ingresos. Han sido sus políticas, las que nos han tenido años en paro, las que nos han hecho imposible el acceso a una vivienda, las que nos han obligado a tomar el techo que desde las instituciones se nos negaba. Ahora no pueden mirar hacia otro lado.
Acusamos directamente a Nueva Canarias, y a todos quienes comparten con ellos labores de gobierno y mantienen la boca cerrada, de firmar acuerdos contra los desahucios y contra la pobreza energética y al mismo tiempo intentar batir el record del mayor desahucio masivo de todo el Estado español: primero en la Esperanza con más de 200 personas y luego en Brisas de Sardina con otras tantas.
No vamos a permitir impunemente que se nos eche de nuestras casas. Reclamamos que se nos dé una alternativa habitacional ya o que nos dejen seguir dónde estábamos. Hasta que no suceda una de estas dos cosas LA CALLE SEGUIRÁ GRITANDO.
Ningún desalojo sin respuesta.
Preparando el «material de guerra»

Más munición

Algunas de las «madres coraje» de la Comunidad antes de salir de Guía

Comienza el ruido frente al Gobierno de Canarias

La concentración empieza a aumentar de número, llegan más vecinos y sobre todo estudiantes de la ULPGC

Se habla claro, se grita mucho

«Gobierno, escucha, La Esperanza está en lucha»

Foto de familia. Agradecidos a todas las personas y colectivos que acudieron

A mitad de la concetración interceptamos a la consejera de vivienda del Gobierno de Canarias Patricia Hernández y le hacemos escuchar nuestras exigencias. Dice, ante los medios, que «no se puede desalojar a 200 personas». Seguiremos presionando, no hay otra forma de que no sean sólo palabras

Última foto antes de abandonar el Gobierno de Canarias

Nos trasladamos al Cabildo, donde nos enteramos que hay reunión de alcaldes

Nos apostamos frente a la entrada principal

Leemos nuestro manifiesto nuevamente ante los medios

Pedro Rodríguez, el alcalde que quiere desalojarnos, se escabulle por la puerta trasera. Pero nos topamos con Fernando Clavijo, presidente del gobiern autonómico

El político afirma, también ante los medios: «si no hay denuncia de la propietaria no entiendo el decreto». A pesar de las espectativas generadas ni echamos las campanas al vuelo, ni consideramos esto una victoria, ni tenemos la confianza que aducen los medios. Las palabras sólo valen si se acompañan de hechos y se mantienen cuando se apagan las cámaras y los focos. Aún así, gran día de lucha; uno de los cientos que nos quedan por delante.

Una de las muchas crónicas que han hecho los medios de la concentración: La ‘Esperanza’ se planta delante del Gobierno de Canarias (Canarias Ahora)