Aplazado el desahucio de Guanarteme

Aplazado el desahucio de Guanarteme
La acción directa ha conseguido ganar tiempo para Ignacio
El pasado día 26 de septiembre (2014) la sombra del desalojo amenazaba el taller/vivienda de Ignacio y su hijo Samuel. La Federación Anarquista de Gran Canaria (que llevaba una semana convocando un piquete con la intención de impedirlo) y varias decenas de vecinas y vecinos de la Comunidad “La Esperanza” recorrimos, en varios vehículos, una gran cantidad de kilómetros para llegar a Guanarteme, donde estaba previsto que se produjera el desahucio.
Cuando llegamos las fuerzas congregadas eran escasas (una mayoría eran compañeras y compañeros de La Tomatera y una minoría de la Asamblea 15-M Guanarteme y de la Asamblea de Parados; el resto eran familiares del afectado, activistas independientes, algunos vecinos y curiosos). Aunque los anarquistas somos conscientes de que, siendo una minoría de minorías, ningún desahucio se puede parar sin contar con el apoyo popular y a veces con el de otros colectivos sociales, en esta ocasión nuestro sentido de justicia nos obliga a señalar algo que en otras circunstancias no comentaríamos: al menos la mitad del piquete eran vecinos de la Comunidad “La Esperanza”. Teniendo en cuenta el desplazamiento y que para la mayoría era el primer piquete anti-desahucio en el que participaban, el dato es más que meritorio. Sean para otros lo titulares y las flores; nosotros destacamos esto para que se sepa que gente sin más ideología que el apoyo mutuo acudió a enfrentarse a un abuso sin más meta que la de hacer lo correcto e impedir que una familia perdiera su casa tal y como ya les había pasado a ellos (la mayoría de vecinos de la Comunidad han sido desahuciados en el pasado).

Vecinos de la Comunidad «La Esperanza» componen el grueso del piquete


La llegada de los compañeros ácratas con más experiencia en detener desahucios fortificó las posiciones: recomendaron cerrar las puertas del taller cuanto antes, aglutinarse en la acera donde estaba ubicado el inmueble, repartirse entre las dos posibles entradas, dieron consejos de tipo estratégico y también jurídicos en caso de detención, etc. La idea era levantar un muro de carne que impidiera la intervención policial y judicial1.

A la hora prevista apareció la comisión judicial que no tardó en ser repelida por los concentrados (a pesar de que no faltó quien quería que les dejáramos la entrada franca). Después de esta escaramuza, que demostró a la policía que su intervención era desaconsejable, el piquete siguió firme, sin que la aparente retirada de la policía local y de dicha comisión nos ofreciera ningún motivo para confiarnos. Uno de los factores que nos hacían permanecer atentos era la presencia de tres policías secretas (agentes de la Brigada de Información) perfectamente identificados gracias a su impericia y mínima capacidad de mimetizarse.
Pasadas las horas, y según se acercaba el cierre de juzgados, nos iba quedando claro que el desahucio se había aplazado (luego supimos que por 40 días). Esto no es una victoria; es sólo una tregua. Tiempo para que Banca March2acepte negociar con Ignacio, si dicha entidad no quiere que su imagen se siga deteriorando y tener que acometer un segundo lanzamiento aún más duro y encarnizado. 

 

El aplazamiento de este desahucio nos ha servido para ratificarnos en viejos análisis y para realizar otros nuevos. Y no sólo a nosotros, sino también a los que participaban en la paralización de un desalojo por primera vez:
Han comprendido que por muchas lecturas políticas que intenten hacerse de un desahucio y por mucho afán de protagonismo que haya entre algunos, un piquete anti-desahucio debe tener, por obvio que parezca, un objetivo principal: que el afectado conserve su vivienda.
Que tan importante como el número de asistentes de un piquete es la actitud y la estrategia.
Que los colectivos que monopolizan mediáticamente la participación en el frente de la vivienda, como la PAH, pueden tranquilamente inhibirse de intervenir en este tipo de concentraciones a pesar de que el desahuciador sea un banco y no un particular.
Que la voluntad de paralizar un desahucio pesa más que cualquier otra consideración, y que en ocasiones, y aunque no sea lo deseable, más de una veintena de personas provenientes del otro extremo de la isla pueden suplir la escasa participación de los propios vecinos del barrio.
Haciendo una lectura meramente particular, este desahucio también ha permitido a muchos realojados de la Comunidad “La Esperanza” ser conscientes de su potencial, de que los desahucios pueden pararse mientras haya una verdadera intención de conseguirlo, de que sólo el apoyo mutuo y la acción directa capacitan al pueblo para obtener lo que necesitan (y no las promesas electorales de los partidos y sus marcas blancas3) y de que por sí mismos suponen ya una fuerza formidable.
Deseamos que en este mes Ignacio pueda negociar a su favor e imponer sus exigencias. Si no volveremos a Guanarteme… Más y más fuertes.
Si ellos tienen la fuerza en el Ministerio, la nuestra está en la calle y en la razón” (Cultura y Acción,10 de diciembre de 1931).

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1Este planteamiento táctico se veía reforzado por el último desahucio sucedido con éxito en Tenerife, donde la no ocupación de la entrada por parte de los concentrados permitió a la Guardia Civil acordonar la zona con su presencia y abrió de facto un pasillo para la comisión judicial.
2No olvidemos que el fundador de este banco es el infame Juan March, uno de los grandes capitalistas que financiaron el golpe de Estado militar de 1936.
3La mayoría de colectivos sociales de la Isla responden de una u otra manera a los intereses de los más variados partidos o sindicatos. La independencia de acción no existe en la isla ni como consigna.

Concentración para paralizar un desahucio

Concentración para paralizar un desahucio

El viernes 26 de septiembre a las 8:00 de la mañana en la calle Fernando Guanarteme nº 157 un hombre y su hijo van a ser desahuciados de su vivienda si no hacemos nada para impedirlo. No sólo perderán su techo sino también su medio de vida pues su vivienda es también su taller. El desahucio no se produce por impago, sino por la voracidad de la especulación inmobiliaria de Banca March. Es un nuevo y despiadado ataque del capitalismo feroz contra la dignidad del artesano y el productor independiente. No podemos permitir que nadie pierda su techo, algo esencial, para que otros dispongan de lo superfluo. Acudamos todos este viernes a las 8 (a.m.) al nº 157 de la calle Fernando Guanarteme para intentar detenerlo con nuestra presencia. ¡Ni un desahucio sin respuesta!

Presentación: La Comunidad «La Esperanza»

Presentamos la que posiblemente sea una de las ocupaciones masivas más grandes de la historia. El proyecto expropiador/socializador más grande en el que jamás ha intervenido la FAGC. Lo más importante que quizás hagamos en nuestra vida militante. Los números hablan por sí solos: 65 familias, 207 vecinos, más de 100 menores. Y aún no hemos acabado… Según vayamos dando los pasos para hacerlo público se irá viendo que la verdadera lucha comienza ahora.

Información Realojos

Información Realojos

Desde que la Federación Anarquista de Gran Canaria (FAGC) hiciera público el pasado 7 de junio de 2014 que ponía a disposición de los más necesitados 30 viviendas, ya se han realojado en dichos inmuebles a 23 familias (74 personas [en su mayoría menores]).

Aunque la FAGC está completamente implicada en esta campaña socializadora (actualmente se dedica exclusivamente a la expropiación de inmuebles y a los realojos), el peso de la reubicación de familias y personas desahuciadas y sin techo está recayendo en los propios realojados.

No tenemos medios económicos. Nuestro número es ínfimo. Pero contamos con el apoyo de los propios desahuciados, parados y sin techo. Gracias a este apoyo hemos podido realojar a más de dos decenas de familias en apenas 2 meses. ¿Qué organización legalizada o politizada puede decir lo mismo? Ni la propaganda electoralista es capaz de llenar el silencio de la respuesta.

El proyecto que hemos iniciado desde hace 1 año y 8 meses podría convertirse en un acontecimiento social sin precedentes en esta encrucijada de continentes en la que nos encontramos; en una de las luchas por la vivienda más relevantes de nuestro joven siglo XXI. Si no tienes casa ni medios económicos para proporcionártela y quieres formar parte de este hito socializador y expropiador puedes ponerte en contacto con nosotros en anarquistasgc@gmail.com

¡Aún queda una decena de viviendas disponibles!

Sentimos decirles a todos los compañeros y compañeras y demás simpatizantes que se han puesto en contacto con nosotros que sentimos haber faltado a nuestra palabra de ponernos en comunicación con ellos para responder a sus demandas de entrevistas y demás. Lo sentimos pero hemos decidido que la prioridad la tengan los mensajes de los posibles realojados y cuando se gestionan tantísimos casos diarios es difícil dedicarse a otra cosa. Sin embargo, no queremos perder estos contactos con el exterior, sobre todo en un momento en el que toda ayuda nos va a resultar imprescindible pues en breve daremos a conocer todos los detalles de esta lucha colectiva que pronto saldrá a la luz. Rogamos paciencia y ofrecemos disculpas.

No falta mucho para para poder ofrecerle al mundo un rayo de esperanza.

«Nuestra salvación está en nuestras manos…; tomar con nuestras propias manos los bienes y riquezas que tan abundantemente producimos con el sudor de nuestra frente; tomarlos para nosotros y para nuestros compañeros. No dejen nada para los arrogantes e inútiles parásitos que nada útil aportan a este mundo» (Jean Meslier, Testamento, 1729).

Ellos también han vuelto


Ellos también han vuelto
Durante este último año algunos miembros de la FAGC han llevado una labor silenciosa y discreta, realojando inmigrantes que de otra forma serían pasto de esos campos de concentración modernos a los que llaman CIEs, dando casas a mujeres maltratadas a las que los servicios sociales han dejado sin cobertura alguna, sacando de chabolas y trasteros a familias obligadas a hacer sus necesidades en un cubo. Este trabajo, lejos de los focos, del ruido mediático, que se hace de noche y sin otras armas que una bolsa cargada de herramientas, es más peligroso para el Sistema que cualquier atentado. 
Mediáticamente nos han dejado tranquilos mientras no hemos vuelto a hacer pública nuestra labor; policialmente no cesan de acosarnos y perseguirnos porque para el Estado siempre será peor realojar a una familia desahuciada que sacarla de su casa a rastras. El mutismo mediático ha durado tanto como el nuestro; en cuanto hemos vuelto a “asomar la cabeza” se ha abierto la veda.

La prensa comercial no piensa; solo cobra. Escribe al dictado de quienes les pagan (el Estado con sus subvenciones, el Capital con sus créditos y los Partidos con sus favores). Hoy (día 13 de junio de 2014) La Provinciaha recibido el difícil encargo de relacionar las últimas y disparatadas declaraciones del director general de la policía, Ignacio Cosidó (“el terrorismo anarquista se ha implantado en nuestro país”), con el boicot al pregón de Soria en Telde y el regreso de la FAGC. En el artículo en el que se ha hecho esta obra de alquimia periodística se dice literalmente que “curiosamente” después de la advertencia de Cosidó y de que se viera alguna enseña anarquista en la protesta contra Soria, “ayer mismo la Federación Anarquista de Gran Canaria (FAGC) mantenía como artículo de apertura una reflexión titulada La FAGC ha vuelto […]”. Lo que evidentemente no quiso decir el redactor es que en esa “reflexión” únicamente se le comunicaba a la totalidad de la población que la FAGC ponía a disposición de los que carecen de techo o están en vísperas de perderlo 30 viviendas perfectamente habitables y que se comprometía a intentar detener todos los desahucios (ejecutados contra particulares empobrecidos) que se le solicitaran. No decía, por supuesto, que no se dedicaba ni una sola línea a hablar de altercados callejeros, de lucha armada, de terrorismo o de cualquier otra cosa que quieran sacarse de la chistera. ¿Por qué iba a especificarlo? La verdad es un estorbo que diariamente el periodismo comercial sacrifica en el altar de los intereses políticos.
¿Qué dirá de esto la izquierda institucional? Presumimos que nada, porque en ese mismo artículo se les tranquiliza aclarándoles que solo van a por los anarquistas y que “las pesquisas policiales no se centran en ellos”.
Al redactor le parece “curioso” que pasen esos altercados cuando anunciamos nuestra vuelta, y a nosotros nos parece “curioso” que justamente cuando anunciamos nuestra vuelta se nos relacione con esos altercados. No parece “curioso” a pesar de que ya estamos acostumbrados, y sobre todo preparados; lo estamos porque sabemos que con nuestra participación en el frente de la vivienda, en la lucha social, hemos tocado la tecla correcta.
Cargan contra nosotros porque temen el fruto que está dando nuestro trabajo. Mientras guardábamos silencio éramos una amenaza latente; ahora que la necesidad de ofrecer viviendas nos obliga a volver a hacer pública nuestra labor, temen que la amenaza empiece a enseñar los dientes, y que esos dientes no sean ya los del “encapuchado” arquetípico, sino los del obrero en paro obligado a vender chatarra, la de la madre cargada de hijos dispuesta a sacar su familia adelante, la del indigente que por primera vez duerme bajo techo, la del inmigrante que vive como un proscrito, la de la esclava sexual que ha roto sus cadenas. 
El Sistema necesita que se perpetúe la imagen del “anarquista terrorista” que tantos años le ha costado diseñar y estereotipar. Ante la desaparición de ETA necesita rescatar otra suerte de terrorismo prefabricado. Un chivo expiatorio que justifique la existencia de un Estado y unos partidos, de unas leyes y unas fuerzas policiales, cada vez más cuestionadas y desprestigiadas. Los anarquistas rompiéndole los escaparates a los bancos son un peligro conveniente; quitándole sus propiedades inmobiliarias a estos mismos bancos son un peligro real. Nos prefieren haciendo lo primero que lo segundo, y cuando lo segundo tiene éxito entonces es cuando de verdad el miedo cambia de bando. Se pueden usar todas las argucias propagandísticas que se quieran, pero una familia que ha traído al mundo a uno de sus hijos en una casa que le facilitaron los anarquistas difícilmente se creerá el cuento del “anarquista terrorista”. 
Estamos creando tejido social, hemos conectado con el sector de la población más desposeído, el sector que ya no quiere saber nada de promesas vacías, de partidos y mítines, de carnés y banderas. Un sector de la población al que todo eso le da asco y que combate al Estado expropiando y al Capital socializando. Un sector de la población que no quiere volver a oír un discurso en su vida y que sólo necesita soluciones prácticas.
Por eso la alternativa anarquista, especialmente en esta Isla, es ahora tan peligrosa para el status quo. Nosotros no convocamos ruedas de prensa, no cobramos cuotas, no pedimos el voto para ningún partido, detrás nuestra no hay ningún entramado de empresas. Cuando acertamos, lo hacemos a pesar de nuestros limitados recursos, y cuando fallamos lo hacemos también lastrados por ellos. No nos pueden comprar, porque despreciamos el dinero; no nos pueden ofrecer cargos, porque nos repugna el poder; no nos pueden absorber, porque no pueden ofrecernos nada que queramos. ¿Qué buscamos entonces? No engañamos a nadie: queremos simplemente la Anarquía, y esto se traduce para nosotros en que queremos que nadie oprima a nadie, que todo el mundo pueda tener al menos tres comidas diarias y un techo sobre su cabeza, que los trabajadores decidan sobre la gestión de sus empresas y los vecinos sobre la gestión de sus barrios.
Hacer que la gente tome por sí misma su pan y su techo, que decidan horizontalmente cómo tratar sus propios asuntos, y conseguirlo a través de la práctica y no con letanías, es más peligroso para el Sistema que cualquier bomba.
Estamos haciendo nuestra pequeña revolución cotidiana y eso es lo que temen los poderes fácticos; lo temen porque la Revolución consiste, como ya se ha repetido, en hacer cotidiano lo extraordinario. El temor les ha hecho mover ficha y sabemos que no se quedarán sólo en esto; pero nosotros tampoco. Van a ir contra nosotros con todo, pero cuantas más calumnias, denuncias y persecuciones por su parte, más casas expropiadas y más familias realojadas por la nuestra; hasta que al pueblo le sean devueltas todas y cada una de las viviendas que le han sido arrebatadas por la Bancocracia.
La lucha será larga porque si la FAGC ha vuelto, ellos, evidentemente, también lo han hecho.
FAGC

La FAGC ha vuelto

La FAGC ha vuelto

En nuestro plan de existencia y de lucha, no es la capillita de los compañeros lo que nos interesa, es el mundo entero” (Elisée Reclús).
Puede que estas cuatros siglas (FAGC) no hayan vuelto a verse en las manifestaciones y actos públicos de la isla de Gran Canaria desde hace aproximadamente un año; pero durante ese tiempo el trabajo de algunos de sus miembros sí se ha visto en los barrios, en las chabolas, en los “pisos patera”, entre la gente más necesitada.
La Federación de Anarquistas de Gran Canaria fue siempre un medio y no un fin en sí misma (como debería ser todo colectivo si sus miembros no quieren convertirse en costaleros de unas siglas superiores a ellos mismos). Conseguimos lo más complicado para una organización político-social: conectar con los sectores de la población más oprimidos y excluidos. Si volvemos a hablar de la FAGC no es porque sus miembros “ideologizados” hayan querido quitarle el polvo al invento; sino porque muchos de los realojados y realojadas, gente cuya ideología se nutre principalmente de experiencias y vivencias, han decidido rescatar el proyecto, darle continuidad y hacer que de la FAGC perduren sobre todo sus obras más importantes, las que podríamos llamar sus dos hijas mayores ya emancipadas: el Grupo de Respuesta Inmediata contra los desahucios y la Asamblea de Inquilinos y Desahuciados. Es decir, han querido rescatar los piquetes anti-desahucios y los realojos.

Los realojados han recogido la antorcha, y aunque parezca incongruente que una organización específica anarquista sea el instrumento de gente que teóricamente no necesitan definirse como tal, esa es la realidad. El pueblo usa aquellas herramientas que les son útiles y prácticas. El Anarquismo, con su desafío de las leyes, su desprecio a la propiedad privada, su sentido de la solidaridad y el apoyo mutuo, su inmediatez al actuar sin intermediarios, es algo que les funciona y resulta beneficioso, y, sin otro motivo que la demostración empírica, lo han hecho suyo.
En definitiva, si ahora rescatamos el nombre no es por mitología, sino por las fuerza de las circunstancias. Principalmente, por la necesidad de dotarnos de un nombre con cierta repercusión para compartir con los desposeídos una valiosa información:
  
Primero, la FAGC pone a disposición de los que nada tienen 30 viviendas completamente habitables (todas con agua corriente, y muchas de ellas con luz [la luz del resto se irá instalando según se vayan ocupando]).  Como siempre, el único requisito es estar al borde del desahucio y la indigencia, o carecer ya de techo o de ingresos suficientes para proporcionarse uno. Por cuestión de urgencia vital, las personas con hijos menores tendrán prioridad. Las viviendas pertenecen a entidades financieras u organismos públicos, así que ningún particular ha resultado damnificado.
Segundo, la FAGC vuelve a parar desahucios concentrándose en su punto fuerte: la convocatoria, organización y participación en piquetes anti-desahucios. Si la vía legal está agotada y quien te asesora te recomienda que abandones tu casa pacíficamente, que te pongas en contacto con un tercero para que te realoje o que votes a Izquierda Unida o a cualquier otro partido como solución a todos tus males, entonces es el momento de contactar con los anarquistas y con los realojados que ahora componen el grueso de la Federación.  
Repetimos: 30 viviendas para quienes no tengan techo, ni ingresos, ni miedo; paralización de desahucios para quienes no quieran rendirse ante intereses espurios ni convertirse en títeres zarandeados por los partidos políticos y sus juegos electorales.
Todos los interesados pueden ponerse en contacto con nosotros a través de nuestro correo: anarquistasgc@gmail.com
Por lo demás, agradecemos a todos los compañeros y compañeras, colectivos, periodistas comprometidos, etc., las preocupaciones que se han tomado por la pervivencia y buena salud de la Federación. A quienes se han puesto en contacto con nosotros para formarse en expropiación y socialización, solicitarnos entrevistas, invitarnos a charlas y jornadas, a todos esos compañeros de Cádiz, Gandía, Valencia, Barcelona, Almería, Sabadell, Madrid, Sevilla, Salamanca, Granada, etc., o incluso de Portugal, Colombia, Suecia y Finlandia, no podemos más que agradecerles su interés en nuestro trabajo, y asegurarles que nos pondremos en contacto con ellos para responder, si siguen interesados, a sus afectuosas solicitudes.
En definitiva, puede que la represión haya hecho su trabajo (y sigue haciéndolo), puede que el ritmo de trabajo que llevaban algunos compañeros haya retraído a los más inactivos, pero nada ha podido borrar el mensaje libertario de las consciencias de quienes están criando a sus hijos en casas expropiadas por la FAGC y han descubierto que la Acción Directa y el Apoyo Mutuo no son simples consignas de esos “locos anarquistas”, sino la única forma de tomar el control de sus vidas en sus propias manos.
En definitiva, la FAGC ha vuelto.

Nunca tan pocos hicieron tanto

Nunca tan pocos hicieron tanto

Un grupo de menos de 20 personas detiene dos desahucios y hace un “escrache” al Ayuntamiento de Telde
Siendo totalmente honestos, casi nadie confiaba en que la jornada de lucha que se nos planteaba en Telde, el 26 de Abril, intentado parar el desahucio de Itahisa, José y sus cuatro hijos, fuera a salir bien. Muchos temíamos que este iba a ser el primer piquete anti-desahucio que no conseguiría su objetivo (recordamos que, por ahora, todos los piquetes convocados en la Isla han conseguido detener todos los desahucios que se han propuesto). ¿Los motivos de nuestro pesimismo? Lo precipitado de la convocatoria y el escaso número que suponíamos íbamos a poder congregar.
Sabíamos que el número de participantes iba a ser magro, no sólo por el poco tiempo que habíamos tenido para darle difusión al piquete, sino porque la mayoría de colectivos que normalmente han participado en el mismo, esta vez se habían descolgado de la convocatoria. Unos porque decían que estaban demasiado ocupados, otros porque llevan tiempo desmovilizando todo intento de paralizar desahucios por motivos de alquiler, y otros, por doloroso que suene, porque creían que este caso no tenía “respaldo social”, es decir: pensaban que no iban a ir los medios de comunicación.
Cuando llegamos a Telde éramos 10 (el número no aumentó durante cerca de una hora). Aún faltaba bastante tiempo para que se presentara la comisión judicial; había que actuar rápido. La FAGC llevó a cabo lo que ya había propuesto en el punto 3º del manifiesto de presentación del Grupo de Respuesta Inmediata: “Los desahucios no pueden pararse siempre con la mera oposición física, pero inerte, del propio cuerpo, sino con todos los medios a nuestro alcance para impedir el acceso de los secretarios judiciales y los agentes policiales a la vivienda en cuestión. Esto pasa por la oposición física activa, por el establecimiento de barricadas, la utilización de cadenas, alambrada de espinos, rotura de cerraduras y cualquier elemento que las circunstancias y los afectados vean necesario y deseable”. Como no podía contarse con el factor numérico, principal elemento disuasor de la actuación policial/judicial, sólo se podía intentar parar el desahucio a través de métodos “mecánicos”. Esta vez no habría “bloque humano” delante de la puerta. Mientras dos compañeros colocaban cadenas desde fuera, el resto no parapetábamos dentro del portal. Apuntalamos con listones de madera, colocamos cuñas debajo de la puerta, clavamos con tachas la puerta al marco y, por si acaso, disponíamos de un pesado palé con el que taponar los posibles boquetes que la eventual intervención policial pudiera provocar en la puerta. A todo esto, nos situamos en la puerta de tal modo que nuestro cuerpo pudiera suponer un verdadero “puntal humano”.

Con el tiempo llegaron más miembros de la FAGC, algunas de las familias que hemos realojado, algunos generosos simpatizantes y dos miembros de Stop Desahucios que participaban a título individual (¿por qué no se personó el resto de la plataforma? Creemos que la respuesta está en el propio eslogan que sus comprometidos homólogos peninsulares han hecho famoso: “Sí se puede ¡PERO NO QUIEREN!”). Un compañero no pudo soportar más la indignación y, micrófono en mano, afeó la conducta de Stop Desahucios (la rabia no sabe contemporizar). 
Finalmente se personó la comisión judicial acompañada de la policía, los compañeros que permanecían en la entrada les hicieron saber, valientemente, la situación de bloqueo de la puerta y que no iban a poder pasar sin realizar un verdadero asedio. Finalmente el agente judicial se vio obligado a meter por debajo de la puerta el documento en el que se informaba a Itahisa y a su familia que habían logrado un aplazamiento de unos 15 días, hasta el 9 de mayo (escaso margen, pero tiempo necesario para iniciar otras vías de actuación) 

Desde aquí felicitamos a esa primera avanzadilla de sólo 10 miembros, pues nada se hubiera conseguido sin el arrojo de los compañeros que trajeron las cadenas, sin el soporte de las dos compañeras de la Asamblea del 15-M Guanarteme y el apoyo de un guerrillero autónomo que siempre está en primera línea. 
Nada más salir del improvisado parapeto se nos comunica que se requiere nuestra presencia en un desahucio que iba a producirse a las 11:30 (un caso que ya estaba en nuestra agenda de acciones, pero cuya afectada no quería convocar un piquete), pues finalmente la persona afectada había reconsiderado la situación y estaba dispuesta a paralizarlo por la vía de la resistencia. El drama personal es trágico: una familia que va a perder su casa (perteneciente a su familia desde hace más de 60 años) porque un cacique local dice que el antiguo propietario de la vivienda (el difunto padre de la afectada) le debía 19.000 pesetas (sí, pesetas) de agua para regadío (hay muchas otras familias en esta misma situación, a punto de perder su vivienda por la voracidad acaparadora de este mismo “aguateniente”). El magro piquete (no llegábamos 20), al que encomiablemente se había sumado Itahisa, José y algunos de sus familiares, se trasladó del Caracol a Lomo Magullo. Viendo que el número seguía siendo escaso, volvimos a la vía del apuntalamiento. Finalmente, y después de cerca de dos horas, se le comunica a la familia que el desahucio queda paralizado hasta dentro de un mes (el 31 de Mayo).

Pletóricos, porque era la primera vez que en la Isla se paraban dos desahucios consecutivos en un mismo día, y porque creemos que hay pocos precedentes de que lo hayan hecho tan pocos, decidimos “compartir” el éxito obtenido y hacer partícipe al consistorio de Telde (alcaldesa y ediles incluidos) de que por su culpa, insensibilidad, brutalidad e ineptitud ese día dos familias (una con niños y la otra con personas ancianas) podían haber dormido en la calle si la intervención popular no llega a impedirlo. El boicoteo o escrache en el Ayuntamiento, que en ese momento se encontraba en pleno, se prolongó durante varias horas (obligando a los concejales a permanecer encerrados durante todo este tiempo, y a la expectativa de que nos marcháramos). 
En el mismo se acusó a la casta política de ejecutar la más despiadada de las violencias contra las familias desahuciadas y de practicar verdadero terrorismo de Estado. “Terroristas” y “mentirosos”, “desahucio inminente para los dirigentes” y “que el próximo desahuciado sea un diputado”, fueron las consignas más repetidas. El despliegue policial fue enorme, y no menos de 30 policías, entre locales y nacionales, se personaron en el lugar, en formación, abarcando todo el perímetro del Ayuntamiento  e incluso las calles aledañas. Finalmente los políticos se vieron obligados a salir entre abucheos, reproches y acusaciones. Todavía hay quien llama a esto violencia, mientras permanece impasible ante la visión de una familia arrojada a la calle, de unos niños secuestrados por el Estado o de unos afectados a los que en ocasiones les parece no tener más salida que buscar la forma más indolora de morir. Desconvocado el “escrache”, la policía identificó arbitrariamente, y con clara finalidad intimidatoria, a unos de nuestros compañeros. El agente que llevaba la voz cantante en esta intervención fue reconocido por nuestros compañeros como uno de los policías que los torturó a principios de año: Dos miembros de la FAGC son detenidos en Telde.
 

El momento de la identificación de nuestro compañero.

 En definitiva, hoy la prensa volverá a hablar de tal o cual plataforma, de cómo Stop Desahucios paralizó ambos lanzamientos (incluso sin participar en ninguno de los dos), de cómo se ha “maltratado” a la indefensa y vulnerable “clase política” y de cómo el gobierno (el otro fiel de la balanza) está gestionando “admirablemente” el tema de los desahucios con su “innovadora ley anti-desahucios”. Lejos de la distorsión mediática, lo que a nosotros nos interesa es que se ha demostrado que si el factor número es importante, no es imprescindible. Que el grupo más pequeño, siempre y cuando tenga voluntad, tiene capacidad de parar un desahucio de forma tan efectiva como una marea humana. Que una buena táctica suple cualquier otra consideración, y que la realización de piquetes anti-desahucios está al alcance de todo el que tenga voluntad de llevarlos a la práctica. Se ha demostrado que menos de 20 personas no sólo pueden parar un desahucio, sino dos, y encima “escrachar” un pleno municipal. Se ha demostrado que los procedimientos mecánicos (puntales, cadenas etc.), llegan a veces a donde no llegaría un piquete pasivo e inactivo por numeroso que fuera (aunque aglutinar número sea siempre la primera opción y la que tiene un factor más disuasivo). Se ha demostrado que si hay capacidad de resistir puedes impedir que te echen de tu casa. Se ha demostrado que donde fracasa un “ejército” puede triunfar una “guerrilla”. Se ha demostrado que nunca tan pocos hicieron tanto.
Un grupo de hombres tiene que levantar un peso que a todos interesa cambiar, pero la mayor parte abandonan la tarea; se marchan, riendo y murmurando de la poca fuerza de los que quedaron en su puesto con la sobre-carga de lo que tocaba a los otros levantar. La falta nuestra, la culpa ajena” (Práxedis G. Guerrero en “Regeneración”, 1910).

¡URGENTE! ¡DESAHUCIO DE ÚLTIMA HORA! ¡MÁXIMA DIFUSIÓN!


Mañana viernes, día 26 de abril, vuelven a intentar desahuciar a Itahisa, a José y a sus cuatro hijos, en Telde (calle Tamadaba, nº 10 [El Caracol Alto]). Sabemos mejor que nadie que el tiempo de reacción es demasiado corto, y ojalá hubiéramos podido hacer público este llamamiento antes, pero la familia afectada ha intentado agotar todas las vías de negociación posibles antes de recurrir a la opción del piquete. Desde su anterior intento de lanzamiento (el pasado 7 de marzo) hasta ahora, todas las promesas y supuestas soluciones ofrecidas a esta familia se han diluido. Ni las instituciones públicas, ni las concejalías pertinentes, ni los partidos políticos, ni ningún otro organismo, han cumplido ninguno de los compromisos contraídos con esta familia. Ninguno le ha ofrecido una alternativa que garantice un techo para sus hijos. Agotada la vía de la negociación, hace falta retomar la presión sobre la administración pública, para que “reconsidere su postura”, y recurrir a la acción directa y a la solidaridad popular para detener, con nuestra presencia física, este segundo intento de desahucio sobre esta familia numerosa, con sus progenitores en paro y con unos hijos que, de ser expulsados de su vivienda, podrían ser requeridos por los servicios sociales.

El desahucio se producirá a partir de las 8:00 de la mañana. Todo el que pueda pasar por encima de El Hoyo (por la parte que da a la Avenida Marítima) desde las 7:30, para recoger gente, será bienvenido.

Repetimos:

¡MAÑANA VIERNES, 26 DE ABRIL, HAY UN DESAHUCIO!

LUGAR: TELDE (C/TAMADABA, Nº 10 [EL CARACOL ALTO]).

HORA: 08:00 A.M.

ROGAMOS TODA LA DIFUSIÓN POSIBLE

 

Este 1º de Mayo: ¡Sin trabajo, sin techo y SIN LEY!



Este 1º de Mayo: ¡Sin trabajo, sin techo y SIN LEY!
    
El 1º de Mayo nació gracias a la sangre obrera derramada*; hoy pretenden ahogarlo en esa misma sangre.
Ésta podría ser una apabullante jornada de lucha, el preámbulo de algo más grande. En vez de eso nos contentaremos con desempolvar las banderas y afinar los silbatos; con realizar un tranquilo pasacalles que calme las conciencias culpables de los de abajo y permita conservar su tranquilidad a los de arriba. Muchos, incluso, irán de la de mano con CCOO y UGT. Es decir, con empresas privadas que se hacen pasar por sindicatos y que usan contra sus trabajadores la misma Reforma Laboral que dicen querer derogar.
El Sistema, con sus engranajes y gestores, quiere que este 1º de Mayo salgamos de excursión, porque cansados, de tanto caminar, de tanto “celebrar”, se descansa mejor.
¿Es que acaso nos faltan los motivos para plantarles cara?

Abandonen toda ingenuidad infantil: ¡el Sistema nos ha declarado la Guerra! Es un acto de guerra directa que te pases toda la vida trabajando para que en tu vejez no tengas ni los medicamentos asegurados; que estudiar pase a ser un privilegio al que sólo una élite tendrá acceso, gracias a la subida de las tasas universitarias; que los menguados servicios sanitarios sean aún más, y más, recortados; que si naciste más allá del Atlántico no tengas ni garantizada una mínima cobertura médico-hospitalaria; que el trabajo haya mutado de derecho a deber, y de deber a privilegio; que el desempleo forzado nos condene a morir; que el hambre ya no sea una plaga televisada, sino el espectáculo cotidiano de todo el que se atreva a asomarse a la ventana; que los desahucios se ejecuten a cientos de miles abocando a familias enteras a la condición de parias.
Nos han declarado la guerra. Nos están matando de hambre y de frío; nos están ahogando en tedio y desesperación; nos ponen la pistola en la cabeza en forma de angustia y deudas. Para colmo de males, si osamos levantar la voz nos denuncian con acusaciones inventadas; nos criminalizan con cargos ilusorios; nos venden como violentos si osamos desafiar su violencia institucionalizada. Día a día se nos está enjuiciando, condenando a desproporcionadas penas de prisión y sepultando bajo un estado policial tan represivo que harán que olvidemos que alguna vez existió algo llamado “libertad de expresión”. La sociedad se militariza a pasos agigantados y cada vez nos vamos acostumbrado más al caqui y al azul; más a que nos registren, a que nos identifiquen, y a no hacer preguntas; más a mirar para otro lado. Dicen protegernos de los “violentos”, pero no hay nadie que nos proteja de ellos.
Nos han declarado la Guerra. ¡Pues hágase la Guerra!
Esta es nuestra declaración: declaramos una guerra social abierta y sin cuartel contra todos los privilegios, contra la condena de vivir sin techo y sin tener el alimento asegurado. Declaramos con nuestra lengua de fuego una guerra sin tregua a su censura y represión. Declaramos en nuestros puestos de trabajo, en nuestros bancos callejeros o en nuestras eternas colas del paro, una guerra inexorable contra su sistema capitalista de oferta y demanda, de compra y venta, porque no somos ganado. Declaramos una guerra a muerte contra sus instituciones y ponemos hoy y aquí la primera piedra de nuestra barricada.
Hagamos que nuestro 1º de Mayo sea su último día de fiesta. Adelante, adelante siempre, porque atrás sólo hay renuncia, despojos y mierda.
FAGC
*En 1886, en Chicago, cinco anarquistas fueron condenados a muerte (uno se suicidó y cuatro fueron ahorcados) y tres condenados a penas de prisión por luchar a favor de la jornada laboral de 8 horas máximas.
Los cuatros anarquistas asesinados en 1886 por el Estado.

¿Qué han hecho del 1º de Mayo?

Primero de Mayo
Ricardo Mella (en Acción Libertaria, nº 20, 28 de abril de 1911).

Ricardo Mella Cea

¿No te sientes, obrero, un poco poeta, un poco loco, un poco dichoso? Mira que estamos en el gran día de las flores, de la resurrección de la vida. Mira que estamos en plena renovación, en plena savia, en pleno amor. Todo canta la gloria de Mayo florido.

Tú puedes, como las jovencitas que van a cantar sus virginales anhelos al pie del altar, tú puedes rendir tu culto de entusiasmo, de vigor, de energía al dios de las victorias. Has vencido, y los cánticos de triunfo no estarían mal en gargantas de energúmenos.

Es también tu día Primero de Mayo. Tienes tu fiesta y tu icono. Diviértete, pero ríe, ríe, bebe, baila, canta: marcha en correcta y nutrida formación hacia el mañana dichoso. Tus héroes delante; delante tus pendones; llega a las puertas de la sinagoga autoritaria, reza tu anual plegaria, y vuelve a cantar, a danzar, a beber, a reír, a perorar, a divertirte. Tienes tu fiesta y tu icono. Es también tu fiesta el Primero de Mayo.

¿Sabes cómo se llama tu ídolo? Santa Rutina Te Ilumine. ¿Sabes lo que festejas y por qué lo festejas? Que la divina imagen de la esclavitud haga en tu cerebro la claridad de todas las verdades. Marcha, marcha como rebaño, como recua, como piara, tras tus pendones y tus héroes. Al final de la jornada, con voz ronca, los huesos magullados, turbia la mirada, vacilante el pensamiento por el cansancio, acaso encontrarás yerto el hogar, dormidos tus amores, muertas tus esperanzas, fallidas tus locuras. La mísera realidad de tus miserias acaso barra de tu mente las oleadas de demencia y de poesía del florido Mayo. Has cumplido con tu deber de buen ciudadano, de obrero disciplinado, de fervoroso creyente. Y puedes dormir tranquilo.


Por los siglos de los siglos tu culto rutinario será infecundo. Tus procesiones como tantas otras mogigangas befa de las gentes. Un pasatiempo, una curiosidad, un anacronismo, y nada más. Los unos dicen, los otros escuchan; aquéllos aplauden, éstos sonríen. Puede el holgorio continuar. Pasados trescientos sesenta y cinco días repetirán la misma pantomima hecha con igual gravedad y aplomo. Por algo alcanzaste la cumbre de la capacidad política, de la educación cívica, del poder social. La domesticidad es el signo clarividente de la civilización.

¿No ves cómo tiemblan de pavor las adineradas gentes? ¿No ves los sobresaltos de los poderosos? En este día dichoso todo se conmueve: Estado, Propiedad, Iglesia, Milicia, Magistratura. Sólo tú eres sereno, magnífico, estamos por decir, mayestático. Eres el dueño del cotarro.

Haces bien en sentirte, en este día famoso, un poco poeta, un poco loco, un poco feliz. Mañana será tarde. Te espera el taller, la fábrica, el surco; te espera un capataz bárbaro, un burgués soez. ¡Quién sabe si darás con tus molidos huesos en la cárcel! De todos modos aprovéchate: la ilusión de la libertad bien vale una juerga.


Pero, amigo mío, si no sabes más, si no quieres más, si nada más haces y pretendes, resígnate a ser esclavo por los siglos de los siglos, que bien te lo habrás merecido. El Primero de Mayo será tu INRI.