Campaña a nivel estatal de Abstención

            A las individualidades y colectivos Anarquistas del Estado español:
           
            La clásica postura y estrategia Anarquista del Abstencionismo político cobra hoy, a la luz de los actuales movimientos acéfalos de base popular y asamblearia, un nuevo brío y una especial importancia.
           
            A pesar de que ha intentado silenciarse, las últimas elecciones municipales y autonómicas las ha “ganado” la Abstención con un 33% (36% si se le sumaran el voto nulo y blanco); el Partido Popular –con su 22%– ha sido sólo el ganador del grupo de los perdedores. No es nuestra tarea cuantificar cuántas de esas abstenciones son causadas por la abulia (un síntoma también de desapego hacia la política oficial) y cuántas por una toma de conciencia; tal y como los políticos profesionales tampoco se encargan de tasar cuántos de sus electores les votan por error, inercia o gregarismo y cuantos con pleno conocimiento de lo que hacen. Lo que parece evidente es que la oleada de descontento popular en la que estamos inmersos hace que el momento sea preciso para atacar al sistema a través de una “Huelga política masiva”.
           
            Un alto índice de Abstención, tan sólo con que superara el 50%, causaría un daño considerable, en términos de deslegitimación, al mito de la “Democracia española”, precisamente en una coyuntura en la que se está poniendo en cuestión el modelo de “democracia representativa”. Por otra parte, y con independencia de que sea demasiado ambicioso o ingenuo considerarlo, en muchos países una elección sólo es válida (según sus leyes) si en ella participa el 30% del electorado (aunque hay que reconocer que si esto es así en la mayoría de los países que hemos consultado [especialmente europeos y latinoamericanos], en el Estado español parece haber un vacío legal, pues ni la Constitución ni la Ley Orgánica del Régimen Electoral General dicen nada al respecto). Es presumible que no se alcanzará la cifra de un 71% de abstención, pero hacer circular esta posibilidad abre un amplio abanico de expectativas: desde informar a la gente de que la democracia actual no es el cacareado “gobierno de las mayorías” (sobre todo si ni siquiera en sus códigos se contempla el supuesto de que pasaría ante una abstención mayoritaria)  hasta manejar la posibilidad –aunque sea a medio-largo plazo– de poner en jaque al sistema y obligarlo a declararse en bancarrota o, abiertamente, en dictadura.     
           
Ciertamente no hay que crearse falsas expectativas: en otras elecciones, países y circunstancias el índice de abstención ha superado el 50% y nada ha cambiado. Empero, también es verdad que en ninguna de esas circunstancias se había visto tan alterada la enfermiza “calma chicha” que regía la sociedad; en ninguna de ellas se estaba replanteando el papel del sistema democrático, ni se estaba contemplando –de facto– la viabilidad de la alternativa real que representa la Democracia Directa.
           
Cierto es también que conocemos las limitaciones de las que adolecen estos movimientos sociales (reformismos varios, oportunismos politiqueros, etc.), pero eso no desmiente el hecho de que mucha gente está descubriendo por primera vez el rostro más fiero y represivo del que consideraban, hasta ahora, su democrático Estado.
           
Hay que golpear el hierro mientras aún está caliente, y la ocasión pinta bastante adecuada para asestarle un golpe a algunos de los mimbres de la jerarquía política. La Guerra Social silenciosa que siempre ha estado declarada entre opresores y oprimidos empieza ahora a cobrar un poco más de voz; y en una guerra de estas características el peor sitio en el que se puede estar es la retaguardia.
           
Convocamos por tanto a tod@s l@s compañer@s a iniciar una campaña beligerante, masiva y sistemática de Abstencionismo (o a redoblar el esfuerzo, o la coordinación, en las ya iniciadas). Les llamamos a divulgar, a nivel formativo, documentación crítica sobre el voto, las elecciones, los partidos y la democracia delegativa (si algo le sobra al movimiento Anarquista es información clásica y de calidad sobre esta materia [si alguna persona o grupo carece de ella puede ponerse en contacto con nosotros para facilitársela]); a llenar las calles de folletos, pasquines, pegatinas, frases, etc., que movilicen a favor de la Abstención; a incidir en todas aquellas asambleas o foros pertinentes en los que se pueda hacer lo propio; a llenar la Red de artículos y de comunicados como éste; y a realizar todas aquellas acciones que cada uno considere oportunas para desmantelarle a esta gentuza gubernamental el chiringuito.
           
En abril de 1905 la revista Germinal decía en su editorial sobre las elecciones: “¡Escucha, turba borreguil, aclamadora de sables, de banderas, de políticos!… ¡Habiendo vivido como esclava, reventarás como esclava!”, procuremos por primera vez que en esta ocasión quienes revienten sean los de arriba.
Federación de Anarquistas de Gran Canaria
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