¿A dónde van nuestros impuestos?
Las fotos que mostramos a continuación son completamente reales. Tomadas a medio día, en las inmediaciones del infame cuartel de la Guardia Civil de La Vega de San José (Las Palmas de G.C.), anteayer mismo, hemos podido captar y comprobar cuál es el abastecimiento principal de la benemérita… y no es precisamente agua.
Por camiones les meten la priva a los picoletos. Y por las dimensiones de éste, de seguro que habrán celebrado un buen botellón. Lo trágico del asunto: que esos botellones se los pagamos entre todos. Por supuesto, no hay dinero para los medicamentos, ni para prorrogar el seguro de desempleo, ni para la sanidad de los inmigrantes, pero que no les falte la cerveza a los miembros de las fuerzas y cuerpos de “seguridad” del Estado. Ahora sabemos cuál es la verdadera utilidad del Frontex: nada de controlar el océano ni machangadas de esas: su autentica funcionalidad es vigilar que no les levanten los botellines.
Además ya conocemos porque van de verde: están patrocinados por la Heiniken; también porque esa mala hostia ingénita que se gastan en los controles de alcoholemia: tanto alcohol y nadie les invita; y sobre todo porque se escapan tantos tiros y se producen tantos accidentes en sus dependencias. Seguramente la mayoría de los detenidos desaparecidos en cuarteles han sido enviados a buscar un par de latas fresquitas.
Seguiremos investigando, porque si a estos les meten birra en cantidades industriales, hay que averiguar cuál es la farmacéutica que suministra y pone tan “nerviosos” a los miembros de la UIP.