Otra familia es realojada por el Grupo de Respuesta Inmediata (FAGC)


Nueva socialización


ACTUALIZACIÓN: Del último inmueble socializado se beneficiará, además, otra nueva familia en situación no menos dramática: pareja con tres niños, en paro, a punto de ser desahuciados por impago del alquiler y que durante semanas han sobrevivido con el agua y la luz cortada, sufriendo las presiones constantes de la arrendadora (personaje protagonista de una sangrante paradoja: siendo una multipropietaria que vive con holgura, ha conseguido, gracias a la gestión y buen hacer de los activistas centrados en contrarrestar los abusos hipotecarios, que se le conceda la dación en pago de una de sus propiedades, para dedicarse, a la hora de gestionar el resto, a no tolerar el más mínimo retraso en el alquiler por parte de los arrendatarios y a desahuciarlos en cuanto tiene la más mínima ocasión, imponiendo una insensible e inflexible “ley del embudo”).
 
Entrada original: Una pareja joven con dos niños, parados y a punto de quedarse sin subsidios, económicamente incapaces de hacer frente a un alquiler, ignorados por las instituciones públicas y los movimientos sociales profesionalizados, han sido realojados satisfactoriamente por el Grupo de Respuesta Inmediata Contra los Desahucios puesto en marcha por la Federación de Anarquistas en Gran Canaria.
No vamos a detenernos, no vamos a tomarnos un respiro mientras la amenazante sombra de la intemperie y la miseria aceche sobre los desheredados. Cada okupaciónes un ataque directo a las entrañas de la propiedad privada, pero es también una demostración de que la palabra Anarquismovuelve a quedar asociada, de forma irresoluble, a soluciones directas, prácticas y realistas. Es, sobre todo, una forma de auto capacitación popular para resistir y poder luchar por prolongar la propia vida.  
La plebe no dejará de ser plebe hasta el día en que tome lo que necesita. No es plebe sino porque teme tomarlo y teme el castigo que seguiría. Tomar es un pecado, tomar es un crimen; he ahí el dogma, y ese dogma por sí mismo basta para crear la plebe; pero si la plebe continúa siendo lo que es, ¿de quién será culpa? De ella, en primer término, que admite ese dogma, y en segundo lugar de quienes por egoísmo (para devolverles su injuria favorita), quieren que sea respetado. […] Si los hombres llegan a perder el respeto de la propiedad, cada individuo tendrá una propiedad, lo mismo que todos los esclavos se hacen hombres libres desde que dejan de respetar a su Amo como un Amo” (Max Stirner, El Único y su Propiedad, 1845).