El BBVA intenta desahuciar a Rosa, Carmelo y sus tres hijos

En enero de 2013 una familia (Rosa, Carmelo y sus tres hijos menores de 15, 7 y 4 años) fueron realojados por la Asamblea de Inquilinos y Desahuciados (impulsada por la FAGC) en un inmueble abandonado “propiedad legal” del BBVA en el barrio del Lomo Apolinario de Las Palmas de G.C. (http://www.anarquistasgc.net/2013/01/la-asamblea-de-inquilinos-y.html).

Después de un año arreglando y habilitando un inmueble que estaba en condiciones lamentables (fugas de agua que perjudicaban a las viviendas colindantes, pintura, sellado de humedades, etc.) y de conseguir que la gente del barrio los hayan aceptado como vecinos ejemplares, el banco interpuso una denuncia por usurpación contra Rosa y Carmelo. El banco abordó el asunto de la forma más expeditiva y brutal posible, pues no sólo interpuso una demanda penal (en un caso que obviamente debía dirimirse por la vía civil), sino que haciendo un alarde de demencia propietaria ¡trató de imputar a los menores! (http://www.antena3.com/canarias/noticias/sociedad/imputados-menores-ocupar-casa-propiedad-banco_2014012000239.html). Después de que la causa fuera sobreseída por el juez al no encontrar ninguna actividad constitutiva de delito y ante la presión mediática, el banco aceptó públicamente negociar con la familia el establecimiento de un alquiler social. También el ayuntamiento de la capital se avino a ejercer de “mediador” y a ofrecer las ayudas correspondientes. 

Los meses han pasado y la familia no ha obtenido ninguna información nueva ni del ayuntamiento ni del banco…, hasta ahora. El banco se retracta de todo lo dicho, incumple el acuerdo público que asumió y vuelve a denunciar a Rosa y Carmelo solicitando que ellos y sus tres hijos sufran un desahucio cautelar antes de que se produzca el juicio previsto para marzo de 2015. Solicita una medida, un desahucio por lo criminal, que corresponde a cuando una ocupación conlleva un peligro social, y no a las actividades cotidianas de una familia con escasos ingresos que trata de salir adelante procurando que sus hijos no pasen privaciones y no conozcan lo que es carecer de techo. Según se nos ha comunicado en los propios juzgados la orden de desahucio cautelar ya ha sido firmada por el juez y en cualquier momento puede llegarles la notificación. 
Actualmente parece que este caso ya no interesa a los movimientos sociales profesionales que se han convertido en meras gestoras cuando intervienen en la problemática de la vivienda y que ya tienen toda la publicidad que necesitaban y no requieren más titulares.
Por su parte el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, que como hemos dicho comprometió a ejercer de “intermediario” entre el banco y la familia, no ha hecho más que inhibirse en este aspecto sin dar señales de vida hasta la fecha.
Sin embargo, Rosa y Carmelo no piensan rendirse, la FAGC no piensa abandonarlos, y los vecinos más comprometidos de la Comunidad “la Esperanza” tampoco. Anunciamos desde aquí una campaña a todos los niveles: jurídico, mediático y callejero, que no cesará hasta el BBVA retire la demanda de desahucio y avenga a negociar con Rosa y Carmelo.
En esta ocasión esta familia no volverá a fiarse de bellos propósitos aunque se lancen ante los medios o incluso ante un tribunal; no dejará de plantar batalla hasta que se les ofrezca una solución en negro sobre blanco y haya un acuerdo firmado. Implicaremos a quien haga falta, denunciando la sevicia y mezquindad de esta entidad financiera que pisa vidas humanas como pisa su palabra; la abulia e hipocresia de una administración pública que en cuanto se apagan los focos mira para otro lado; y la insensibilidad y desmesura de un sistema judicial hecho a medida del poder. Haremos todo lo que esté en nuestra mano para que esta familia no pierda la que ha sido su vivienda desde hace justamente este mes de enero 2 años. ¡Porque el derecho a la propiedad privada no puede socavar el derecho a la vida!
*Para poder presentar alegaciones la entidad demanda, y el juez lo ha corroborado, una caución (fianza) de 2.000 a Rosa y Carmelo. Para este fin abrimos una cuenta solidaria donde todo el que quiera podrá contribuir para ayudar a la defensa de esta familia. Ninguna contribución es pequeña. Este es el número al que realizar los ingresos:
ES92 1491 0001 2121 3559 3420

Un desahucio, una okupación. (O la acción directa como única salida).

El proyecto de la Comunidad «La Esperanza» en el nº 45 de octubre de Todo por Hacer: http://www.todoporhacer.org/un-desahucio-una-okupacion-o-la-accion-directa-como-unica-salida

Con el verano ya convertido en un recuerdo y las chaquetas fuera del armario, pasada la traumática vuelta a la normalidad del “curso escolar” (que se hace notar para todos/as, ya seas estudiante, trabajes o estés en paro), septiembre nos trajo al menos alguna buena noticia, de esas que nos ayudan a recuperar la sonrisa y las fuerzas para afrontar la temporada que viene y nos demuestran que en esta lucha contra lo que nos quita el aire no siempre se pierde, también hay bonitas victorias por delante.
 
Hablamos en este caso de algunas noticias relacionadas con la lucha por la vivienda. En Gran Canaria, por un lado, nace la Comunidad “La Esperanza”, proyecto de okupación de un complejo de viviendas en el que ya habitan más de doscientas personas realojadas. Y en la península, los/as vecinos/as del edificio okupado “La Manuela” celebran el acuerdo firmado por Caixabank garantizando alquileres sociales para todas las familias.

La FAGC y la Comunidad La Esperanza

 
Hace ya casi un par de años, en un momento en el que las asambleas y grupos de vivienda de distinto cariz florecían por todo el Estado para hacer frente a la creciente oleada de desahucios, comenzaron a llegarnos noticias desde aquella isla norteafricana acerca de la llamada Federación Anarquista de Gran Canaria (FAGC), que había comenzado a autoorganizarse con ese mismo objetivo.
 
Los/as libertarios/as grancanarios/as de la FAGC crearon para ello un Grupo de Respuesta Inmediata destinado a paralizar desahucios y realojar en viviendas okupadas a las familias que ya hubieran sido desahuciadas o estuvieran en riesgo de serlo, y una Asamblea de Inquilinos y Desahuciados orientada a buscar soluciones colectivas a las injusticias y abusos entre todas las personas afectadas.
 
Unos meses después, en abril de 2013, la FAGC anunciaba que ya eran 55 las viviendas que habían sido socializadas y más de 70 las personas realojadas en ellas, tanto en Las Palmas como en otros municipios de la isla, especialmente en Telde.
 
Poco después, sin embargo, y durante prácticamente todo un año, dejamos de tener noticias de la FAGC, que parecía haber desaparecido como grupo, hasta que el pasado 7 de junio los/as grancanarios/as anunciaban su regreso con estas palabras: “Si volvemos a hablar de la FAGC no es porque sus miembros “ideologizados” hayan querido quitarle el polvo al invento; sino porque muchos de los realojados y realojadas, gente cuya ideología se nutre principalmente de experiencias y vivencias, han decidido rescatar el proyecto, darle continuidad y hacer que de la FAGC perduren sobre todo sus obras más importantes, (…) es decir, han querido rescatar los piquetes anti-desahucios y los realojos”. Y por el momento han vuelto pisando fuerte: en dos meses, 74 personas realojadas en treinta nuevas viviendas liberadas.
 
esperanza
 
Pero la última noticia desde la isla es la que nos ha motivado a escribir estas líneas: el pasado 15 de septiembre la FAGC daba a conocer la comunidad “La Esperanza” (www.anarquistasgc.net). La expropiación y socialización de viviendas de unos bloques abandonados ha ido creciendo desde febrero de 2013 hasta sumar a día de hoy 65 viviendas ocupadas en las que habitan 207 personas (103 de ellas, niños/as), que trabajan juntas no sólo en la rehabilitación y adecentamiento de las viviendas y zonas comunes sino también en proyectos por el bien común y experiencias para avanzar hacia la autogestión alimentaria.
 
No es mucho lo que sabemos de este proyecto por el momento, pero no recordamos cifras así en ningún realojo masivo de familias de los que se han producido estos últimos años por todo el Estado. Por esa razón y porque, como dicen ellos/as mismos/as, “la verdadera lucha comienza ahora”, queríamos dar a conocer esta comunidad, a la que ahora le falta mucho por construir y que, muy probablemente, necesitará en un futuro toda la solidaridad posible para hacer frente a la represión.
 

¡Las Manuelas se quedan!

 
De más cerca nos llegó también el mes pasado la noticia de la paralización del desalojo del edificio La Manuela. Este bloque del madrileño barrio de Malasaña, del que ya hemos hablado hace algunos meses en esta publicación (www.todoporhacer.org/vecinas-okupas), llevaba okupado desde enero de este año por 19 familias sin posibilidad de acceso a una vivienda digna. Desde ese momento, la Asamblea de Vivienda Centro y los/as vecinos/as de La Manuela comenzaron a negociar con la entidad propietaria, Caixabank, con el objetivo de alojar en régimen de alquiler social a todas las familias participantes en el proyecto. Y a pesar de haber recibido una orden de desalojo con fecha prevista para el 26 de septiembre, dos semanas antes de ese día Caixabank firmaba un acuerdo comprometiéndose al realojo de todas las familias en alquiler social y la orden de desalojo quedaba paralizada sin fecha.
 
Algo parecido ha ocurrido en Sabadell. Un bloque de viviendas habitado desde abril de 2013 por 40 familias con la Obra Social de la PAH, fue cedido el mes pasado por su propietaria, la Sareb (el famoso “banco malo”), a la Agencia de Vivienda de la Generalitat de Catalunya. De acuerdo con las negociaciones entre la PAH y la Generalitat, ésta ha prometido que, tras acreditar que todas las familias cumplen los requisitos para ser beneficiarias, se pasará a regularizar su situación con un contrato de alquiler social.
 
Si bien nos alegramos enormemente por todas estas familias y apreciamos el tremendo trabajo que hay detrás de estos y otros proyectos similares, no podemos evitar plantearnos algunas cuestiones acerca de este tipo de soluciones para el acceso a la vivienda. Por una parte, defendemos la vía de la okupación como acción directa en manos de los/as propios/as implicados/as, sin necesidad de pedir nada al Estado u organizaciones caritativas, pero somos conscientes de las limitaciones que puede tener esta vía en algunos casos (familias con niños/as pequeños/as, por ejemplo) al estar a menudo muy limitada en el tiempo por la represión. Por eso y sobre todo porque se trata de una necesidad tan básica, nos parece legítima la estrategia (que en otras okupaciones, como las de centros sociales o culturales, rechazamos) de ejercer presión a propietarios e instituciones, como se ha hecho en estos dos ejemplos, para obtener la cesión o alquiler social del edificio y así garantizar el acceso a la vivienda a estas familias.
_viviendassocialesenhuescajavierblasco_56b76ddbSin embargo, no podemos olvidar que estas soluciones tampoco son definitivas. Para empezar, el hecho de aceptar un alquiler social, además de pasar por reconocer la propiedad privada de la vivienda al banco o inmobiliaria de turno (que es el origen mismo del problema), puede seguir siendo limitante para alguna gente, según lo que se considere “social”. Para la PAH, por ejemplo, se considera como tal el alquiler que no supere el 30% de los ingresos familiares, pero si una madre tiene que mantener a tres hijos/as con 400 euros mensuales de ingresos, ¿es “social” que se deje 130 en el alquiler? Más allá de esto, habría que ver si la entidad propietaria cumple el mismo criterio de social y acepta que quien no tenga ingresos, no pague nada, o si, con la inestabilidad laboral en la que vivimos, va a aceptar cambiar la cuota de un mes a otro en función de la situación del/la inquilino/a. Por otra parte, sabemos que quien hace la ley, hace la trampa, y por eso de la misma forma que la acción y la presión popular pueden lograr un buen acuerdo, si el día de mañana éstas desaparecen, es seguro que no les será difícil olvidarse de cualquier promesa y los/as vecinos/as volverán a encontrarse en la situación de partida. Con todo esto, en definitiva, no queremos ni mucho menos criticar este tipo de proyectos e iniciativas que desde esta publicación siempre hemos intentado difundir y apoyar, sino más bien recordar frente a quiénes estamos – administraciones, bancos, inmobiliarias – y no perder de vista lo que esto supone para hacernos aún más fuertes en una lucha que esperamos siga creciendo como lo ha hecho en estos últimos dos años.

 

Aplazado el desahucio de Guanarteme

Aplazado el desahucio de Guanarteme
La acción directa ha conseguido ganar tiempo para Ignacio
El pasado día 26 de septiembre (2014) la sombra del desalojo amenazaba el taller/vivienda de Ignacio y su hijo Samuel. La Federación Anarquista de Gran Canaria (que llevaba una semana convocando un piquete con la intención de impedirlo) y varias decenas de vecinas y vecinos de la Comunidad “La Esperanza” recorrimos, en varios vehículos, una gran cantidad de kilómetros para llegar a Guanarteme, donde estaba previsto que se produjera el desahucio.
Cuando llegamos las fuerzas congregadas eran escasas (una mayoría eran compañeras y compañeros de La Tomatera y una minoría de la Asamblea 15-M Guanarteme y de la Asamblea de Parados; el resto eran familiares del afectado, activistas independientes, algunos vecinos y curiosos). Aunque los anarquistas somos conscientes de que, siendo una minoría de minorías, ningún desahucio se puede parar sin contar con el apoyo popular y a veces con el de otros colectivos sociales, en esta ocasión nuestro sentido de justicia nos obliga a señalar algo que en otras circunstancias no comentaríamos: al menos la mitad del piquete eran vecinos de la Comunidad “La Esperanza”. Teniendo en cuenta el desplazamiento y que para la mayoría era el primer piquete anti-desahucio en el que participaban, el dato es más que meritorio. Sean para otros lo titulares y las flores; nosotros destacamos esto para que se sepa que gente sin más ideología que el apoyo mutuo acudió a enfrentarse a un abuso sin más meta que la de hacer lo correcto e impedir que una familia perdiera su casa tal y como ya les había pasado a ellos (la mayoría de vecinos de la Comunidad han sido desahuciados en el pasado).

Vecinos de la Comunidad «La Esperanza» componen el grueso del piquete


La llegada de los compañeros ácratas con más experiencia en detener desahucios fortificó las posiciones: recomendaron cerrar las puertas del taller cuanto antes, aglutinarse en la acera donde estaba ubicado el inmueble, repartirse entre las dos posibles entradas, dieron consejos de tipo estratégico y también jurídicos en caso de detención, etc. La idea era levantar un muro de carne que impidiera la intervención policial y judicial1.

A la hora prevista apareció la comisión judicial que no tardó en ser repelida por los concentrados (a pesar de que no faltó quien quería que les dejáramos la entrada franca). Después de esta escaramuza, que demostró a la policía que su intervención era desaconsejable, el piquete siguió firme, sin que la aparente retirada de la policía local y de dicha comisión nos ofreciera ningún motivo para confiarnos. Uno de los factores que nos hacían permanecer atentos era la presencia de tres policías secretas (agentes de la Brigada de Información) perfectamente identificados gracias a su impericia y mínima capacidad de mimetizarse.
Pasadas las horas, y según se acercaba el cierre de juzgados, nos iba quedando claro que el desahucio se había aplazado (luego supimos que por 40 días). Esto no es una victoria; es sólo una tregua. Tiempo para que Banca March2acepte negociar con Ignacio, si dicha entidad no quiere que su imagen se siga deteriorando y tener que acometer un segundo lanzamiento aún más duro y encarnizado. 

 

El aplazamiento de este desahucio nos ha servido para ratificarnos en viejos análisis y para realizar otros nuevos. Y no sólo a nosotros, sino también a los que participaban en la paralización de un desalojo por primera vez:
Han comprendido que por muchas lecturas políticas que intenten hacerse de un desahucio y por mucho afán de protagonismo que haya entre algunos, un piquete anti-desahucio debe tener, por obvio que parezca, un objetivo principal: que el afectado conserve su vivienda.
Que tan importante como el número de asistentes de un piquete es la actitud y la estrategia.
Que los colectivos que monopolizan mediáticamente la participación en el frente de la vivienda, como la PAH, pueden tranquilamente inhibirse de intervenir en este tipo de concentraciones a pesar de que el desahuciador sea un banco y no un particular.
Que la voluntad de paralizar un desahucio pesa más que cualquier otra consideración, y que en ocasiones, y aunque no sea lo deseable, más de una veintena de personas provenientes del otro extremo de la isla pueden suplir la escasa participación de los propios vecinos del barrio.
Haciendo una lectura meramente particular, este desahucio también ha permitido a muchos realojados de la Comunidad “La Esperanza” ser conscientes de su potencial, de que los desahucios pueden pararse mientras haya una verdadera intención de conseguirlo, de que sólo el apoyo mutuo y la acción directa capacitan al pueblo para obtener lo que necesitan (y no las promesas electorales de los partidos y sus marcas blancas3) y de que por sí mismos suponen ya una fuerza formidable.
Deseamos que en este mes Ignacio pueda negociar a su favor e imponer sus exigencias. Si no volveremos a Guanarteme… Más y más fuertes.
Si ellos tienen la fuerza en el Ministerio, la nuestra está en la calle y en la razón” (Cultura y Acción,10 de diciembre de 1931).

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1Este planteamiento táctico se veía reforzado por el último desahucio sucedido con éxito en Tenerife, donde la no ocupación de la entrada por parte de los concentrados permitió a la Guardia Civil acordonar la zona con su presencia y abrió de facto un pasillo para la comisión judicial.
2No olvidemos que el fundador de este banco es el infame Juan March, uno de los grandes capitalistas que financiaron el golpe de Estado militar de 1936.
3La mayoría de colectivos sociales de la Isla responden de una u otra manera a los intereses de los más variados partidos o sindicatos. La independencia de acción no existe en la isla ni como consigna.

Concentración para paralizar un desahucio

Concentración para paralizar un desahucio

El viernes 26 de septiembre a las 8:00 de la mañana en la calle Fernando Guanarteme nº 157 un hombre y su hijo van a ser desahuciados de su vivienda si no hacemos nada para impedirlo. No sólo perderán su techo sino también su medio de vida pues su vivienda es también su taller. El desahucio no se produce por impago, sino por la voracidad de la especulación inmobiliaria de Banca March. Es un nuevo y despiadado ataque del capitalismo feroz contra la dignidad del artesano y el productor independiente. No podemos permitir que nadie pierda su techo, algo esencial, para que otros dispongan de lo superfluo. Acudamos todos este viernes a las 8 (a.m.) al nº 157 de la calle Fernando Guanarteme para intentar detenerlo con nuestra presencia. ¡Ni un desahucio sin respuesta!

Información Realojos

Información Realojos

Desde que la Federación Anarquista de Gran Canaria (FAGC) hiciera público el pasado 7 de junio de 2014 que ponía a disposición de los más necesitados 30 viviendas, ya se han realojado en dichos inmuebles a 23 familias (74 personas [en su mayoría menores]).

Aunque la FAGC está completamente implicada en esta campaña socializadora (actualmente se dedica exclusivamente a la expropiación de inmuebles y a los realojos), el peso de la reubicación de familias y personas desahuciadas y sin techo está recayendo en los propios realojados.

No tenemos medios económicos. Nuestro número es ínfimo. Pero contamos con el apoyo de los propios desahuciados, parados y sin techo. Gracias a este apoyo hemos podido realojar a más de dos decenas de familias en apenas 2 meses. ¿Qué organización legalizada o politizada puede decir lo mismo? Ni la propaganda electoralista es capaz de llenar el silencio de la respuesta.

El proyecto que hemos iniciado desde hace 1 año y 8 meses podría convertirse en un acontecimiento social sin precedentes en esta encrucijada de continentes en la que nos encontramos; en una de las luchas por la vivienda más relevantes de nuestro joven siglo XXI. Si no tienes casa ni medios económicos para proporcionártela y quieres formar parte de este hito socializador y expropiador puedes ponerte en contacto con nosotros en anarquistasgc@gmail.com

¡Aún queda una decena de viviendas disponibles!

Sentimos decirles a todos los compañeros y compañeras y demás simpatizantes que se han puesto en contacto con nosotros que sentimos haber faltado a nuestra palabra de ponernos en comunicación con ellos para responder a sus demandas de entrevistas y demás. Lo sentimos pero hemos decidido que la prioridad la tengan los mensajes de los posibles realojados y cuando se gestionan tantísimos casos diarios es difícil dedicarse a otra cosa. Sin embargo, no queremos perder estos contactos con el exterior, sobre todo en un momento en el que toda ayuda nos va a resultar imprescindible pues en breve daremos a conocer todos los detalles de esta lucha colectiva que pronto saldrá a la luz. Rogamos paciencia y ofrecemos disculpas.

No falta mucho para para poder ofrecerle al mundo un rayo de esperanza.

«Nuestra salvación está en nuestras manos…; tomar con nuestras propias manos los bienes y riquezas que tan abundantemente producimos con el sudor de nuestra frente; tomarlos para nosotros y para nuestros compañeros. No dejen nada para los arrogantes e inútiles parásitos que nada útil aportan a este mundo» (Jean Meslier, Testamento, 1729).

La FAGC ha vuelto

La FAGC ha vuelto

En nuestro plan de existencia y de lucha, no es la capillita de los compañeros lo que nos interesa, es el mundo entero” (Elisée Reclús).
Puede que estas cuatros siglas (FAGC) no hayan vuelto a verse en las manifestaciones y actos públicos de la isla de Gran Canaria desde hace aproximadamente un año; pero durante ese tiempo el trabajo de algunos de sus miembros sí se ha visto en los barrios, en las chabolas, en los “pisos patera”, entre la gente más necesitada.
La Federación de Anarquistas de Gran Canaria fue siempre un medio y no un fin en sí misma (como debería ser todo colectivo si sus miembros no quieren convertirse en costaleros de unas siglas superiores a ellos mismos). Conseguimos lo más complicado para una organización político-social: conectar con los sectores de la población más oprimidos y excluidos. Si volvemos a hablar de la FAGC no es porque sus miembros “ideologizados” hayan querido quitarle el polvo al invento; sino porque muchos de los realojados y realojadas, gente cuya ideología se nutre principalmente de experiencias y vivencias, han decidido rescatar el proyecto, darle continuidad y hacer que de la FAGC perduren sobre todo sus obras más importantes, las que podríamos llamar sus dos hijas mayores ya emancipadas: el Grupo de Respuesta Inmediata contra los desahucios y la Asamblea de Inquilinos y Desahuciados. Es decir, han querido rescatar los piquetes anti-desahucios y los realojos.

Los realojados han recogido la antorcha, y aunque parezca incongruente que una organización específica anarquista sea el instrumento de gente que teóricamente no necesitan definirse como tal, esa es la realidad. El pueblo usa aquellas herramientas que les son útiles y prácticas. El Anarquismo, con su desafío de las leyes, su desprecio a la propiedad privada, su sentido de la solidaridad y el apoyo mutuo, su inmediatez al actuar sin intermediarios, es algo que les funciona y resulta beneficioso, y, sin otro motivo que la demostración empírica, lo han hecho suyo.
En definitiva, si ahora rescatamos el nombre no es por mitología, sino por las fuerza de las circunstancias. Principalmente, por la necesidad de dotarnos de un nombre con cierta repercusión para compartir con los desposeídos una valiosa información:
  
Primero, la FAGC pone a disposición de los que nada tienen 30 viviendas completamente habitables (todas con agua corriente, y muchas de ellas con luz [la luz del resto se irá instalando según se vayan ocupando]).  Como siempre, el único requisito es estar al borde del desahucio y la indigencia, o carecer ya de techo o de ingresos suficientes para proporcionarse uno. Por cuestión de urgencia vital, las personas con hijos menores tendrán prioridad. Las viviendas pertenecen a entidades financieras u organismos públicos, así que ningún particular ha resultado damnificado.
Segundo, la FAGC vuelve a parar desahucios concentrándose en su punto fuerte: la convocatoria, organización y participación en piquetes anti-desahucios. Si la vía legal está agotada y quien te asesora te recomienda que abandones tu casa pacíficamente, que te pongas en contacto con un tercero para que te realoje o que votes a Izquierda Unida o a cualquier otro partido como solución a todos tus males, entonces es el momento de contactar con los anarquistas y con los realojados que ahora componen el grueso de la Federación.  
Repetimos: 30 viviendas para quienes no tengan techo, ni ingresos, ni miedo; paralización de desahucios para quienes no quieran rendirse ante intereses espurios ni convertirse en títeres zarandeados por los partidos políticos y sus juegos electorales.
Todos los interesados pueden ponerse en contacto con nosotros a través de nuestro correo: anarquistasgc@gmail.com
Por lo demás, agradecemos a todos los compañeros y compañeras, colectivos, periodistas comprometidos, etc., las preocupaciones que se han tomado por la pervivencia y buena salud de la Federación. A quienes se han puesto en contacto con nosotros para formarse en expropiación y socialización, solicitarnos entrevistas, invitarnos a charlas y jornadas, a todos esos compañeros de Cádiz, Gandía, Valencia, Barcelona, Almería, Sabadell, Madrid, Sevilla, Salamanca, Granada, etc., o incluso de Portugal, Colombia, Suecia y Finlandia, no podemos más que agradecerles su interés en nuestro trabajo, y asegurarles que nos pondremos en contacto con ellos para responder, si siguen interesados, a sus afectuosas solicitudes.
En definitiva, puede que la represión haya hecho su trabajo (y sigue haciéndolo), puede que el ritmo de trabajo que llevaban algunos compañeros haya retraído a los más inactivos, pero nada ha podido borrar el mensaje libertario de las consciencias de quienes están criando a sus hijos en casas expropiadas por la FAGC y han descubierto que la Acción Directa y el Apoyo Mutuo no son simples consignas de esos “locos anarquistas”, sino la única forma de tomar el control de sus vidas en sus propias manos.
En definitiva, la FAGC ha vuelto.

Nunca tan pocos hicieron tanto

Nunca tan pocos hicieron tanto

Un grupo de menos de 20 personas detiene dos desahucios y hace un “escrache” al Ayuntamiento de Telde
Siendo totalmente honestos, casi nadie confiaba en que la jornada de lucha que se nos planteaba en Telde, el 26 de Abril, intentado parar el desahucio de Itahisa, José y sus cuatro hijos, fuera a salir bien. Muchos temíamos que este iba a ser el primer piquete anti-desahucio que no conseguiría su objetivo (recordamos que, por ahora, todos los piquetes convocados en la Isla han conseguido detener todos los desahucios que se han propuesto). ¿Los motivos de nuestro pesimismo? Lo precipitado de la convocatoria y el escaso número que suponíamos íbamos a poder congregar.
Sabíamos que el número de participantes iba a ser magro, no sólo por el poco tiempo que habíamos tenido para darle difusión al piquete, sino porque la mayoría de colectivos que normalmente han participado en el mismo, esta vez se habían descolgado de la convocatoria. Unos porque decían que estaban demasiado ocupados, otros porque llevan tiempo desmovilizando todo intento de paralizar desahucios por motivos de alquiler, y otros, por doloroso que suene, porque creían que este caso no tenía “respaldo social”, es decir: pensaban que no iban a ir los medios de comunicación.
Cuando llegamos a Telde éramos 10 (el número no aumentó durante cerca de una hora). Aún faltaba bastante tiempo para que se presentara la comisión judicial; había que actuar rápido. La FAGC llevó a cabo lo que ya había propuesto en el punto 3º del manifiesto de presentación del Grupo de Respuesta Inmediata: “Los desahucios no pueden pararse siempre con la mera oposición física, pero inerte, del propio cuerpo, sino con todos los medios a nuestro alcance para impedir el acceso de los secretarios judiciales y los agentes policiales a la vivienda en cuestión. Esto pasa por la oposición física activa, por el establecimiento de barricadas, la utilización de cadenas, alambrada de espinos, rotura de cerraduras y cualquier elemento que las circunstancias y los afectados vean necesario y deseable”. Como no podía contarse con el factor numérico, principal elemento disuasor de la actuación policial/judicial, sólo se podía intentar parar el desahucio a través de métodos “mecánicos”. Esta vez no habría “bloque humano” delante de la puerta. Mientras dos compañeros colocaban cadenas desde fuera, el resto no parapetábamos dentro del portal. Apuntalamos con listones de madera, colocamos cuñas debajo de la puerta, clavamos con tachas la puerta al marco y, por si acaso, disponíamos de un pesado palé con el que taponar los posibles boquetes que la eventual intervención policial pudiera provocar en la puerta. A todo esto, nos situamos en la puerta de tal modo que nuestro cuerpo pudiera suponer un verdadero “puntal humano”.

Con el tiempo llegaron más miembros de la FAGC, algunas de las familias que hemos realojado, algunos generosos simpatizantes y dos miembros de Stop Desahucios que participaban a título individual (¿por qué no se personó el resto de la plataforma? Creemos que la respuesta está en el propio eslogan que sus comprometidos homólogos peninsulares han hecho famoso: “Sí se puede ¡PERO NO QUIEREN!”). Un compañero no pudo soportar más la indignación y, micrófono en mano, afeó la conducta de Stop Desahucios (la rabia no sabe contemporizar). 
Finalmente se personó la comisión judicial acompañada de la policía, los compañeros que permanecían en la entrada les hicieron saber, valientemente, la situación de bloqueo de la puerta y que no iban a poder pasar sin realizar un verdadero asedio. Finalmente el agente judicial se vio obligado a meter por debajo de la puerta el documento en el que se informaba a Itahisa y a su familia que habían logrado un aplazamiento de unos 15 días, hasta el 9 de mayo (escaso margen, pero tiempo necesario para iniciar otras vías de actuación) 

Desde aquí felicitamos a esa primera avanzadilla de sólo 10 miembros, pues nada se hubiera conseguido sin el arrojo de los compañeros que trajeron las cadenas, sin el soporte de las dos compañeras de la Asamblea del 15-M Guanarteme y el apoyo de un guerrillero autónomo que siempre está en primera línea. 
Nada más salir del improvisado parapeto se nos comunica que se requiere nuestra presencia en un desahucio que iba a producirse a las 11:30 (un caso que ya estaba en nuestra agenda de acciones, pero cuya afectada no quería convocar un piquete), pues finalmente la persona afectada había reconsiderado la situación y estaba dispuesta a paralizarlo por la vía de la resistencia. El drama personal es trágico: una familia que va a perder su casa (perteneciente a su familia desde hace más de 60 años) porque un cacique local dice que el antiguo propietario de la vivienda (el difunto padre de la afectada) le debía 19.000 pesetas (sí, pesetas) de agua para regadío (hay muchas otras familias en esta misma situación, a punto de perder su vivienda por la voracidad acaparadora de este mismo “aguateniente”). El magro piquete (no llegábamos 20), al que encomiablemente se había sumado Itahisa, José y algunos de sus familiares, se trasladó del Caracol a Lomo Magullo. Viendo que el número seguía siendo escaso, volvimos a la vía del apuntalamiento. Finalmente, y después de cerca de dos horas, se le comunica a la familia que el desahucio queda paralizado hasta dentro de un mes (el 31 de Mayo).

Pletóricos, porque era la primera vez que en la Isla se paraban dos desahucios consecutivos en un mismo día, y porque creemos que hay pocos precedentes de que lo hayan hecho tan pocos, decidimos “compartir” el éxito obtenido y hacer partícipe al consistorio de Telde (alcaldesa y ediles incluidos) de que por su culpa, insensibilidad, brutalidad e ineptitud ese día dos familias (una con niños y la otra con personas ancianas) podían haber dormido en la calle si la intervención popular no llega a impedirlo. El boicoteo o escrache en el Ayuntamiento, que en ese momento se encontraba en pleno, se prolongó durante varias horas (obligando a los concejales a permanecer encerrados durante todo este tiempo, y a la expectativa de que nos marcháramos). 
En el mismo se acusó a la casta política de ejecutar la más despiadada de las violencias contra las familias desahuciadas y de practicar verdadero terrorismo de Estado. “Terroristas” y “mentirosos”, “desahucio inminente para los dirigentes” y “que el próximo desahuciado sea un diputado”, fueron las consignas más repetidas. El despliegue policial fue enorme, y no menos de 30 policías, entre locales y nacionales, se personaron en el lugar, en formación, abarcando todo el perímetro del Ayuntamiento  e incluso las calles aledañas. Finalmente los políticos se vieron obligados a salir entre abucheos, reproches y acusaciones. Todavía hay quien llama a esto violencia, mientras permanece impasible ante la visión de una familia arrojada a la calle, de unos niños secuestrados por el Estado o de unos afectados a los que en ocasiones les parece no tener más salida que buscar la forma más indolora de morir. Desconvocado el “escrache”, la policía identificó arbitrariamente, y con clara finalidad intimidatoria, a unos de nuestros compañeros. El agente que llevaba la voz cantante en esta intervención fue reconocido por nuestros compañeros como uno de los policías que los torturó a principios de año: Dos miembros de la FAGC son detenidos en Telde.
 

El momento de la identificación de nuestro compañero.

 En definitiva, hoy la prensa volverá a hablar de tal o cual plataforma, de cómo Stop Desahucios paralizó ambos lanzamientos (incluso sin participar en ninguno de los dos), de cómo se ha “maltratado” a la indefensa y vulnerable “clase política” y de cómo el gobierno (el otro fiel de la balanza) está gestionando “admirablemente” el tema de los desahucios con su “innovadora ley anti-desahucios”. Lejos de la distorsión mediática, lo que a nosotros nos interesa es que se ha demostrado que si el factor número es importante, no es imprescindible. Que el grupo más pequeño, siempre y cuando tenga voluntad, tiene capacidad de parar un desahucio de forma tan efectiva como una marea humana. Que una buena táctica suple cualquier otra consideración, y que la realización de piquetes anti-desahucios está al alcance de todo el que tenga voluntad de llevarlos a la práctica. Se ha demostrado que menos de 20 personas no sólo pueden parar un desahucio, sino dos, y encima “escrachar” un pleno municipal. Se ha demostrado que los procedimientos mecánicos (puntales, cadenas etc.), llegan a veces a donde no llegaría un piquete pasivo e inactivo por numeroso que fuera (aunque aglutinar número sea siempre la primera opción y la que tiene un factor más disuasivo). Se ha demostrado que si hay capacidad de resistir puedes impedir que te echen de tu casa. Se ha demostrado que donde fracasa un “ejército” puede triunfar una “guerrilla”. Se ha demostrado que nunca tan pocos hicieron tanto.
Un grupo de hombres tiene que levantar un peso que a todos interesa cambiar, pero la mayor parte abandonan la tarea; se marchan, riendo y murmurando de la poca fuerza de los que quedaron en su puesto con la sobre-carga de lo que tocaba a los otros levantar. La falta nuestra, la culpa ajena” (Práxedis G. Guerrero en “Regeneración”, 1910).

¡URGENTE! ¡DESAHUCIO DE ÚLTIMA HORA! ¡MÁXIMA DIFUSIÓN!


Mañana viernes, día 26 de abril, vuelven a intentar desahuciar a Itahisa, a José y a sus cuatro hijos, en Telde (calle Tamadaba, nº 10 [El Caracol Alto]). Sabemos mejor que nadie que el tiempo de reacción es demasiado corto, y ojalá hubiéramos podido hacer público este llamamiento antes, pero la familia afectada ha intentado agotar todas las vías de negociación posibles antes de recurrir a la opción del piquete. Desde su anterior intento de lanzamiento (el pasado 7 de marzo) hasta ahora, todas las promesas y supuestas soluciones ofrecidas a esta familia se han diluido. Ni las instituciones públicas, ni las concejalías pertinentes, ni los partidos políticos, ni ningún otro organismo, han cumplido ninguno de los compromisos contraídos con esta familia. Ninguno le ha ofrecido una alternativa que garantice un techo para sus hijos. Agotada la vía de la negociación, hace falta retomar la presión sobre la administración pública, para que “reconsidere su postura”, y recurrir a la acción directa y a la solidaridad popular para detener, con nuestra presencia física, este segundo intento de desahucio sobre esta familia numerosa, con sus progenitores en paro y con unos hijos que, de ser expulsados de su vivienda, podrían ser requeridos por los servicios sociales.

El desahucio se producirá a partir de las 8:00 de la mañana. Todo el que pueda pasar por encima de El Hoyo (por la parte que da a la Avenida Marítima) desde las 7:30, para recoger gente, será bienvenido.

Repetimos:

¡MAÑANA VIERNES, 26 DE ABRIL, HAY UN DESAHUCIO!

LUGAR: TELDE (C/TAMADABA, Nº 10 [EL CARACOL ALTO]).

HORA: 08:00 A.M.

ROGAMOS TODA LA DIFUSIÓN POSIBLE