Entrevista en El Topo: Anarquismo de barrio

Fuente: El Topo 

Ilustra Belén Moreno https://instagram.com/belenmoreno.ilustracion

ANARQUISMO DE BARRIO

LA FEDERACIÓN ANARQUISTA DE GRAN CANARIA SE HA CONVERTIDO EN UN REFERENTE. HAN PROMOVIDO ONCE COMUNIDADES DE VIVIENDAS DE AUTOGESTIÓN VECINAL Y NUMEROSOS PROYECTOS DE REALOJO DE PERSONAS EN SITUACIÓN DE RIESGO. AHORA LUCHAN CONTRA EL DESAHUCIO DE OTRA COMUNIDAD: LA MARISMA. HABLAMOS CON UNO DE SUS PORTAVOCES RUYMAN RODRÍGUEZ, INMERSO EN UN PROCESO JUDICIAL POR SU MILITANCIA EN ESTOS PROYECTOS.

 

¿Como estás? ¿En qué punto está ese proceso?

El caso lleva seis años coleando. El juicio (contra él por atentado y contra tres guardias civiles por tortura) era el 24 de marzo, pero tras la campaña que se organizó, los guardias civiles pidieron que los consideraran aforados, que implica que juzgue otra instancia superior.

La Federación Anarquista de Gran Canaria ha trascendido fronteras. Cuéntanos qué hacéis. 

La Federación surge al albor del 15M de forma muy espontánea. Éramos un grupito anarquista en la plaza de San Telmo y fuimos viendo que nuestro discurso calaba y cada vez había más anarquistas y más gente que se interesaba por el anarquismo. Al principio era un anarquismo muy convencional. Nos dimos cuenta que era una línea muy combativa que estaba muy bien, pero muy alejada de la situación social canaria, que era muy alarmante. Tenemos la mayor ratio de pobreza infantil de Europa, un 35% de los niños canarios son pobres. Más de un 45% de la población canaria está en riesgo de exclusión social. En los últimos cinco años ha subido un 56% el precio del alquiler. Somos la región más pobre con uno de los consumos más altos. Eso es insostenible y ha arrojado a mucha gente a la indigencia. Y nos metimos ahí. Empezamos con la vivienda, parando desahucios, pero nos dimos cuenta que nos faltaba el plan B. Entonces empezamos a hacer los primeros proyectos de realojo y así surgen las primeras comunidades. Hablamos de comunidades autogestionadas llevadas por las propias vecinas. En algunas, como la Comunidad de La Esperanza, viven más de 210 personas. 76 familias viviendo en autogestión. Otras son proyectos dedicados a migrantes en situación de persecución policial y se llevan de forma más reservada para evitar deportaciones. Son comunidades en las que hay actualmente más de 270 personas. Al final el ejemplo va cundiendo y la gente asume que es mucho mejor un modelo cohabitacional en colectivo, en comunidad, que solos.

Sigue leyendo Entrevista en El Topo: Anarquismo de barrio

La FAGC nunca se irá

Cómo saben las compas que nos siguen por redes, Twitter ha censurado nuestra cuenta y la ha suspendido de forma permanente. Aunque pueda sonar raro, no nos ha sorprendido en absoluto. Se trata de una empresa capitalista, ¿qué esperaban? A Twitter toda la milonga de ser un “espacio seguro”, “libertad de expresión”, etc., se la bufan. Hablamos de la misma empresa que facilita los datos necesarios para que cualquiera de nosotras pueda sentarse ante la Audiencia Nacional por contar un chiste o hacer apología de lo que se les ocurra en ese momento. Es una empresa capitalista que impone sus normas y eso no se podrá cambiar hasta que la expropiemos (sí, es una amenaza).

Sigue leyendo La FAGC nunca se irá

«La Marisma» resiste

 

Hoy, 15 de junio, 8 de las 28 familias que componen la Comunidad La Marisma se enfrentaban a un juicio que casi con toda probabilidad acabaría en un proceso de desahucio. No obstante, la parte denunciante, Coral Homes, retiró la denuncia por usurpación y se suspendió la vista.

Esta victoria se ha conseguido tras el duro trabajo que tanto las vecinas como el sindicato, hombro con hombro, hemos realizado estas semanas. Las reuniones en la comunidad, la atención a medios de comunicación, la campaña lanzada por redes sociales (en la que hemos recibido un alcance y un apoyo que han sido fundamentales para lograr nuestros objetivos), la cartelería pegada por nuestros barrios, forzar a las instituciones municipales a colaborar con una mediación que inicialmente bloqueaban y la negociación directa con las partes implicadas fueron cruciales para que Coral Homes haya aceptado no seguir adelante con este procedimiento penal. Aún queda por resolverse el procedimiento civil, pero este éxito nos llena de motivación y fuerza para seguir luchando.

A pesar de la retirada de la denuncia, recibimos una llamada de urgencia procedente de la comunidad, informando de que allí se había presentado un supuesto representante de la propiedad, acompañado de seguridad privada y operarios dispuestos a tapiar viviendas, a colocar cámaras y «puertas anti-okupas». Dispuestos, en definitiva, a realizar un desalojo extrajudicial a través de la fuerza bruta. Las vecinas presentes hicieron piña y no les dejaron pasar. Algunas compas se desplazaban hasta la comunidad mientras se llamaba a los medios de comunicación, a la mediación y se tocaban mil resortes más. La advertencia era clara: «están incurriendo en un delito de allanamiento de morada según el art. 202 del CP. Si tocan cualquier puerta de «La Marisma» iremos con todo contra ustedes». En pocos minutos el supuesto representante, con la presión de los vecinos y azorado por mil llamadas, abandonaba con las orejas gachas los exteriores de la comunidad, acompañado por toda su tropa.

Detrás de esta victoria hay muchas horas de trabajo y organización, mucha experiencia y mucho coraje. Sin el esfuerzo de las vecinas, la acción inmediata de nuestras compas y la presión mediática y de las organizaciones que nos apoyaron no habríamos logrado que la propiedad accediese a mediar y negociar, ni habríamos forzado al Ayuntamiento de Gáldar a ejercer sus funciones cuando se negó a atender la llamada de Building Center. Sin todo eso, estas familias habrían sido desahuciadas y las viviendas estarían tapiadas. La lucha continúa pero hoy somos más fuertes porque sabemos que 32 niños no dormirán en la calle.

El decreto del Gobierno no funciona: hay más desahucios por alquiler que antes de la pandemia

Fuente: elDiario.es

De enero a marzo de 2021, el número de lanzamientos ejecutados por los juzgados ha aumentado en un 14% de media, y de forma dramática en provincias de costa y altamente dependientes de hostelería y turismo como Castellón (46%), Las Palmas (26%), Tenerife (42%), Baleares (35%), Murcia (25%) o Granada (80%)

El Gobierno no ha conseguido paralizar los lanzamientos arrendaticios a familias vulnerables. De acuerdo a los últimos datos publicados por el Consejo General del Poder Judicial, en el primer trimestre de 2021 las actuaciones judiciales para expulsar a inquilinos han aumentado en 29 de 50 provincias, ya que de Ceuta y Melilla no hay datos disponibles. 7.862 lanzamientos, un 14% más que el año anterior. En algunos casos como en Almería, con un aumento del 89% con respecto al mismo período de 2020, Ávila (150%), Cuenca (450%), Granada (80%) o Guadalajara, con un 82% de desahucios más, la subida alcanza la estratosfera. El Gobierno ha insistido durante estos meses en que, con el decreto extraordinario con medidas urgentes para hacer frente a las situaciones de vulnerabilidad en vivienda, los desahucios estaban parados.

Sigue leyendo El decreto del Gobierno no funciona: hay más desahucios por alquiler que antes de la pandemia

28 familias casi en la calle: «¿A dónde vamos?»

Gáldar. La comunidad ‘La marisma’, en Sardina, la componen casi 70 personas, 32 menores. Están a punto de ser desahuciadas. Se preguntan si nadie lo va a remediar

Parte de la familias afectadas por un posible desahucio y miembros de la red de apoyo. /P.V.S.
Parte de la familias afectadas por un posible desahucio y miembros de la red de apoyo. / P.V.S.
PATRICIA VIDANES SÁNCHEZ Gáldar Martes, 8 junio 2021, 02:00

 

Las 28 familias que habitan una urbanización en Sau-Playa Canaria, en la zona del Faro de Sardina (Gáldar), están a punto de ser desahuciadas si se cumplen los plazos que baraja el Sindicato de Inquilinas de Gran Canaria. Ocho de las familias afectadas tiene señalado ya juicio para el próximo día 15. Otras tantas han sido notificadas como «ocupantes ignorados». Ninguna de las familias, jóvenes, pobres y en su mayoría monomarentales, se consideran ocupas.

Sigue leyendo 28 familias casi en la calle: «¿A dónde vamos?»