Aumenta el número de desahucios en el Estado

El 73% de los desahucios se debe al impago de alquiler

Noticia de Isaías Santana / Javier Almeida para RTVC (14/2/21)

El Gobierno Central aprobó un decreto para cancelar los desahucios durante el Estado de Alarma, pero continúan produciéndose. De hecho, en los últimos meses han aumentado de forma considerable, principalmente los relacionados con el impago del alquiler. Así lo denuncian varios colectivos sociales en Canarias.

El 73% de los desahucios en nuestro país son por impago de alquiler. Solo en el tercer trimestre del pasado año en Canarias se ejecutaron 305.

Datos que habría que sumarle afirman desde el Sindicato Inquilinas los desahucios invisibles, aquellos en los que los inquilinos son echados por el propietario con amenazas y coacciones sin presentar demanda y que por lo tanto no se pueden contabilizar.

El pasado mes de abril Inqulinas junto a otros colectivos iniciaron una huelga de alquileres en todo el Estado en la que atendieron a más de mil familias en los primeros meses.

Mimi y el mar

Mimi tiene 9 años y hace unos meses llegó a Gran Canaria. No llegó en avión. No es una turista. Mimi nació en Guinea-Conakry (República de Guinea) y embarcó en la costa africana en un destartalado cayuco en el que se amontonaban otras 100 personas.

Pasó varias semanas en alta mar. El agua y la comida se acabaron demasiado pronto. A la semana ya había gente que estaba empezando a beber agua del mar. Mimi también bebió, para probarla. Su madre le había dicho que nunca bebiera agua del mar, pero su madre llevaba dos días sin hablar y sin reaccionar. Llevaba así desde que su hermana murió y tuvo que aceptar que la tiraran al océano. Mimi aún hoy no es muy consciente de que su tía esté muerta. Pero recuerda cómo cayó su cuerpo al mar, el ruido que hizo al contacto con el agua y como su chaqueta negra se iba alejando poco a poco. Dos días después todavía creía verla en el horizonte. Lo mismo pasó con otras 5 ó 6 personas, no recuerda. Nos dice, en francés, que “se fueron nadando”.

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Espabilar a las que callan

El odio no es una opinión. Debatir con racistas es validar su odio. Sin embargo, hay que acabar con la indolencia de la mayoría, que calla y normaliza la escalada de violencia en Canarias, patrocinada por las políticas racistas del gobierno más progresista de la historia y alentada por los fascistas de siempre y sus medios afines. No podemos normalizar las cacerías, las agresiones y amenazas a migrantes. No podemos permitirnos que nadie duerma al raso en barrancos, en un muelle con 2600 personas, en un CIE o en Barranco Seco en catres de lona, con mantas racionadas, sin comida, baños o agua suficiente.

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Imagen del periódico local «La Provincia»

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Crónica y balance de 30 días de Huelga de Alquileres

Preámbulo

En Gran Canaria hay que partir de que la idea de una huelga de alquileres no nos era extraña en determinados espacios militantes. Desde que la Federación Anarquista de Gran Canaria (FAGC) se metió en vivienda (2012) lo hizo buscando y nutriéndose de referentes del pasado, y esos referentes casi siempre hablaban de huelgas arrendatarias: Baracaldo (1905), Buenos Aires (1907), Glasgow (1915), Nueva York (1918), Sevilla (1919), Veracruz (1922), Santiago de Chile y Valparaíso (1925), Barcelona (1931) Santa Cruz de Tenerife (1933), y esto por mencionar sólo las más conocidas de la primera mitad del siglo XX.

La voz del Inquilino

«La Voz del Inquilino», órgano del Sindicato de Inquilinos de Santa Cruz de Tenerife, protagonista de la última gran huelga de alquileres del Estado español.

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Recomendaciones sobre organización comunitaria

Recomendaciones sobre organización comunitaria

Actualmente coexisten en Gran Canaria diversas comunidades autogestionadas impulsadas o asesoradas por el Sindicato de Inquilinas de Gran Canaria o por la Federación Anarquista de Gran Canaria (las más antiguas). Ni el Sindicato ni la Federación, como confirma la experiencia, pueden inmiscuirse en los asuntos de gestión interna de las comunidades. Esto sólo conllevaría que dichas organizaciones sindicales o políticas vieran lastrada su actividad cotidiana, por una parte, y, por la otra, la perdida total de autonomía de las comunidades, que es precisamente lo que siempre se ha querido evitar. Sin embargo, desde el SIGC y la FAGC sí que podemos hacer unas recomendaciones organizativas que, aunque no sean vinculantes, deberían ser como mínimo tenidas en cuenta y debatidas colectivamente por las vecinas, pues la experiencia nos ha demostrado que las comunidades han funcionado mejor cuando estos consejos han sido llevados a la práctica. Sigue leyendo Recomendaciones sobre organización comunitaria

Nuestra guía legal para la huelga de alquileres

Desde el 23 de marzo (2020) llevamos asesorando a personas interesadas en nuestra convocatoria de Huelga de Alquileres. Entre la FAGC y el SIGC ya superamos más de 600 asesorías, muchas veces desde otros puntos del Estado, que afectan a una media de 1.800 personas. La Comisión Jurídica del Sindicato de Inquilinas de Gran Canaria, en un esfuerzo descomunal y sin precedentes, ha ido compilando las dudas más frecuentes, la principal jurisprudencia al respecto, toda la información actualizada del último RD 11/2020, y ha elaborado un potente dossier que trata de servir de guía para que las huelguistas, y en general cualquier inquilina, pueda estar informada sobre las consecuencias legales de la huelga y en general sobre sus derechos como arrendataria. En unos días compartiremos este mismo documento en formato de fichas individualizadas, divididas por colores según temática, para facilitar su divulgación.

Dudas frecuentes SIGC (PDF)

Dudas frecuentes SIGC (Imágenes JPG)

Sobre solidaridad y honestidad en la Huelga Arrendataria

Fuente: SIGC

En los tres días que llevamos de huelga, en el SIGC y la FAGC hemos atendido unos 250 casos, muchos de ellas de fuera de Canarias. Además de las adhesiones a la huelga, hemos logrado forzar unas 40 suspensiones del pago del alquiler por parte de los caseros. Sin embargo, hubo un caso que nos resultó paradigmático:

Una mujer llamó al teléfono del SIGC diciendo que su propio casero (un particular) le había dado nuestro número para que se informase. La mujer, que se quedó en el paro hace unos meses, nos contó que había propuesto al casero pagar la mitad del alquiler, pero que se le acaba la prestación por desempleo en mayo y cobra justo lo que paga de alquiler (500€). Nos preguntó por el procedimiento para solicitar los microcréditos (creyendo que era una ayuda), pero le respondimos que implicaría una deuda que ante su situación precaria no sabía si podría asumir en el futuro y que, al quedarle sólo un mes de paro, iba a tener muy difícil sobrevivir, así que le recomendamos que comunicara al casero que no iba a poder asumir el pago de ese mes.

Unas horas más tarde nos llamó el propio casero y cuando se identificó esperamos algún tipo de reprimenda. Sin embargo, nos contó que, después de divorciarse de su anterior pareja, puso la vivienda que tenían en común en alquiler para pagar la hipoteca, al mismo tiempo que él mismo alquiló una vivienda para vivir con su nueva pareja. Nos informó de que había recibido un mensaje de su inquilina diciéndole que no iba a pagar y nos aseguró que lo había entendido y aceptado y que así se lo había hecho saber a su inquilina. Según dijo: «alimentar a sus dos hijos es más importante que mi hipoteca». No obstante, nos llamó para pedirnos consejo porque su casero (un empresario multirentista que se dedicó a la especulación tras la crisis del ladrillo y que mientras firmaban el contrato presumía de no saber cuánto dinero tenía en la cuenta) le reclamó el pago del alquiler.

En primer lugar le ofrecimos una asesoría jurídica básica, y le explicamos que no se preocupara pues el proceso de embargo de su inmueble podría dilatarse bastante en el tiempo. También nos contó que la única alternativa que le ofreció el multirentista fue un aplazamiento. Sin embargo, sin los ingresos del alquiler y con su pareja en paro, para este hombre era imposible hacer frente al elevado precio del alquiler (700€). Por ello le recomendamos que le comunicara al casero que no iba a pagar mientras no tuviera ingresos suficientes y que se sumaba a la huelga de alquileres. Le dimos un asesoramiento rápido de las posibles consecuencias legales y el casero nos dijo que se sumaría a la huelga.

Hemos comprobado que la huelga arrendataria es una herramienta que beneficia incluso a los pequeños propietarios con un mínimo de solidaridad y que entienden que una madre soltera prefiera darle de comer a sus hijos antes de pagarle el alquiler.